Capitulo 9
Tardé en encontrarle el ángulo, pero justo antes de despegar se lo encontré. Unas cuantas azafatas indicaron las salidas de emergencia y nos dijeron que debíamos hacer en caso de emergencia, por donde debíamos salir, que debíamos hacer, etc. También nos dijeron el horario de comidas, como se abrocha y se desabrocha el cinturón de seguridad y nos señalizaron las televisiones y los carteles de: Cinturón, móviles, no fumar. Nos enseñaron como usar el panel de música, radio y volumen, nos dieron periódico(a quien quisiera) los auriculares (bastante incomodos por cierto), una manta y una almohada. Por fin indicaron que ya nadie podía levantarse y que debíamos permanecer sentados. Nos movíamos, muy lentamente y poco a poco acelerando hasta que las rudas del avión dejaron de tocar el asfalto y despegamos. Volví a sentir esa sensación tan especial que siento cada vez que viajo. Me encanta esta sensación y seguramente es una de las razones por las que me encanta viajar. El cartel de cinturones aun estaba encendido y como de costumbre me estaba meando.
-Creo que me aguantaré, solo son 2 horas y algo! Además los baños… Y si me levanto después me tengo que volver a acomodar bien, tardaré mucho, mejor me quedo aquí. -Pensé-
Me quedé sentada. Pronto el piloto anuncio:
+Señoras y señores hemos establecido altura, ya se pueden levantar.
+Ladis and Genomens …
Se apagó el cartel de cinturones, móviles. Nada más ver la señal, me desabroché y cogí mi mochila, rebusque hasta encontrar mis propios auriculares y el móvil. Tres canciones después Tatiana se acercó a mi y me pregunto si la quería ayudar.
-Por supuesto! En que puedo ayudarte? A preguntar? Repartir comida?
+ Por ahora no, luego. Ves a la cabina del piloto y pregunta por Katrina. Dile que vas de mi parte y explícale a donde vas, ella te dirá que puedes hacer.
Allí fui, guarde los auriculares, me guardé el móvil en el bolsillo cogí la mochila y fui a buscar a Katrina. Preguntándole a todas las azafatas por fin la encontré. Katrina era fácilmente la más joven de todas, 25 años como mucho. No era muy alta respecto a Tatiana, pero aun así más alta que yo. Katrina era la típica extranjera del norte alta, rubia y con ojos azules. Era muy guapa. Y se la veía bastante simpática. Al principio me habló en alemán y yo le respondí a todo lo que pude, hasta que me rendí y le empecé a contestar en español. Ella me seguía hablando en alemán, aunque yo sabía que era capaz de entenderme perfectamente el español y ella era capaz de hablarlo a la perfección no le dije nada, ya que la entendía perfectamente. Katrina me dio trabajo enseguida, en clase VIP! Tenía que ir de pasajero a pasajero preguntando, que tal el viaje, si quería algo… Algunos eran ricachones, otros empresarios y de casualidad había una pajera que volvía de su luna de miel en España, eran unos ingleses muy simpáticos, me contaron todo lo que habían visto y lo que querrían haber visto, ahora se dirigían hacia a Alemania, después irían a Holanda, Noruega, e Irlanda. Ya habían pasado por Escocia, Italia, Francia, y España. Esta pareja tan encantadora me recordó muchísimo a mis padres, ellos recorrieron toda Europa en su luna de miel, habían muchísimas fotos repartidas por toda mi casa, mi madre siempre me contaba historias sobre sus viajes juntos, eran muy románticos. Recorrieron tooooda Europa en tres meses.
Tardé en encontrarle el ángulo, pero justo antes de despegar se lo encontré. Unas cuantas azafatas indicaron las salidas de emergencia y nos dijeron que debíamos hacer en caso de emergencia, por donde debíamos salir, que debíamos hacer, etc. También nos dijeron el horario de comidas, como se abrocha y se desabrocha el cinturón de seguridad y nos señalizaron las televisiones y los carteles de: Cinturón, móviles, no fumar. Nos enseñaron como usar el panel de música, radio y volumen, nos dieron periódico(a quien quisiera) los auriculares (bastante incomodos por cierto), una manta y una almohada. Por fin indicaron que ya nadie podía levantarse y que debíamos permanecer sentados. Nos movíamos, muy lentamente y poco a poco acelerando hasta que las rudas del avión dejaron de tocar el asfalto y despegamos. Volví a sentir esa sensación tan especial que siento cada vez que viajo. Me encanta esta sensación y seguramente es una de las razones por las que me encanta viajar. El cartel de cinturones aun estaba encendido y como de costumbre me estaba meando.
-Creo que me aguantaré, solo son 2 horas y algo! Además los baños… Y si me levanto después me tengo que volver a acomodar bien, tardaré mucho, mejor me quedo aquí. -Pensé-
Me quedé sentada. Pronto el piloto anuncio:
+Señoras y señores hemos establecido altura, ya se pueden levantar.
+Ladis and Genomens …
Se apagó el cartel de cinturones, móviles. Nada más ver la señal, me desabroché y cogí mi mochila, rebusque hasta encontrar mis propios auriculares y el móvil. Tres canciones después Tatiana se acercó a mi y me pregunto si la quería ayudar.
-Por supuesto! En que puedo ayudarte? A preguntar? Repartir comida?
+ Por ahora no, luego. Ves a la cabina del piloto y pregunta por Katrina. Dile que vas de mi parte y explícale a donde vas, ella te dirá que puedes hacer.
Allí fui, guarde los auriculares, me guardé el móvil en el bolsillo cogí la mochila y fui a buscar a Katrina. Preguntándole a todas las azafatas por fin la encontré. Katrina era fácilmente la más joven de todas, 25 años como mucho. No era muy alta respecto a Tatiana, pero aun así más alta que yo. Katrina era la típica extranjera del norte alta, rubia y con ojos azules. Era muy guapa. Y se la veía bastante simpática. Al principio me habló en alemán y yo le respondí a todo lo que pude, hasta que me rendí y le empecé a contestar en español. Ella me seguía hablando en alemán, aunque yo sabía que era capaz de entenderme perfectamente el español y ella era capaz de hablarlo a la perfección no le dije nada, ya que la entendía perfectamente. Katrina me dio trabajo enseguida, en clase VIP! Tenía que ir de pasajero a pasajero preguntando, que tal el viaje, si quería algo… Algunos eran ricachones, otros empresarios y de casualidad había una pajera que volvía de su luna de miel en España, eran unos ingleses muy simpáticos, me contaron todo lo que habían visto y lo que querrían haber visto, ahora se dirigían hacia a Alemania, después irían a Holanda, Noruega, e Irlanda. Ya habían pasado por Escocia, Italia, Francia, y España. Esta pareja tan encantadora me recordó muchísimo a mis padres, ellos recorrieron toda Europa en su luna de miel, habían muchísimas fotos repartidas por toda mi casa, mi madre siempre me contaba historias sobre sus viajes juntos, eran muy románticos. Recorrieron tooooda Europa en tres meses.
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