domingo, 25 de marzo de 2012

Capitulo 29.


Capitulo 29.
 Me levanté sobre las diez de la mañana, desayuné, y empecé a limpiar. Había mucho trasto tirado, y estaba todo muy sucio. Tardé dos horas en limpiar toda la casa, y otra dos en desmontar todo el equipaje, y ordenar mis cosas. La casa quedó genial, mi habitación sobre todo. Había quedado muy, mía. La habitación era grande, estaba pintada de blanco, con el techo pintado de verde y luces chinas, con suelo de parqué. Tenía una gran ventana, donde estaba el escritorio, con un reloj, una lámpara de pie, una papelera, un calendario de la universidad, lapiceros, mi portátil, y en los cajones, los libros, material y otras cosas. Tenía una silla con pie fijo, blanca, redonda, con un agujero en la parte de atrás. En la esquina, al lado del escritorio estaba mi guitarra, con su respectivo amplificador y con la púa colgando de mi muñeca, en una pulsera echa a mano. Había un bonito sofá color crema, con los cojines color rosa, al lado de la cama. Era una cama alta, grande y bastante cómoda, con sabanas blancas, y un cubre cama verde con flores rosas y azules, tenía un par de cojines, uno blando con la bandera de Reino Unido en una cara y la de Irlanda en otra, tenía un cojín en forma de corazón, y varios peluches. Para subir a la cama había tres amplios escalones, con un par de cajones al lado derecho. Enfrente de la cama estaba mi armario, grande, para lo poca ropa que tengo. La puerta izquierda del armario a veces chocaba contra el pequeño zapatero, el que también usaba como tocador. Tenía un espejo, el joyero, un par de fotos y un florero, con cuatro margaritas y un tulipán. Entre el tocador y el armario había un televisión, colgada en la pared, no era muy grande, pero lo suficiente como para verla desde la cama o el sofá. En el centro de la habitación había una alfombra, cual chocaba con la puerta al abrirse. Cuando la puerta se cerraba se lucía un collage de banderas, todos los sitios que había visitado, y los que quería visitar. Había posters, y fotos en las paredes. Mi habitación había quedado muy bien, después de un día de limpieza, me tumbé en la cama. Estuve apunto de dormirme pero gracias al aviso del WhatsApp me mantuve despierta.
666243107: “ Hola! Soy María, la chica del pañuelo, te acuerdas de mi? Oye tienes algo que hacer esta tarde?” | 14:00 |
Giovanna: “Hola María: ) , sí, sí que me acuerdo de ti. Pues la verdad es que no, acabo de terminar de instalarme” | 14:00 |
María: “Guay! Quedamos?” | 14:00 |
Giovanna: “Claro! Te apetece venir a mi nueva casa? Es que mañana es mi primer día y no quiero llegar tarde a casa, tengo que descansar.” | 14:00 |
María: “Por supuesto que sí. Dime donde es y en una hora estoy allí!” | 14 : 01 |
Giovanna: “Guay. Pues vivo en el campus de la universidad. Son las 14:00 y tengo hambre, quedamos a comer y después venimos a mi casa? Hace?” | 14:01 |
María: “Vale! Donde vamos?” | 14:01 |
Giovanna: “Ah nosé! Te lo iba a preguntar ahora, hahaha” | 14:01 |
María: “Pues bien vamos! Damos una vuelta en bici o patines y pasamos por un Pans, va?”
Giovanna: “Va! Donde quedamos? A que hora?”
María: “Genial ^.^ Paso a por ti va? Dentro de media hora?”
Giovanna: “Venga vale, cuando estés abajo avísame y bajo!”
María: “Vale! Nos vemos luego weeeeeeeee:D”
 -Que maja es esta chica -Pensé-
Me levanté de la cama y me duché rápido, me puse unas mayas negras y una camiseta azul, me hice una coleta alta, y me puse las gafas de sol. Metí las Mustang azules en la mochila, por si me cansaba. Tardé por lo menos 10 minutos en encontrar los patines. Cerré la puerta y bajé a esperar a María. Tardó un poco, pero llegó. Mientras ella pedaleaba me iba haciendo una ruta turística por Madrid, ya que le había dicho que me había mudado hace poco. María era dos años mayor que yo. Guapa, alta, con unos ojos verdes oscuros, tanto que parecían marrones. Tenía una sonrisa muy bonita y siempre se estaba riendo, era muy simpática, motivada, pero cariñosa. No le quitemos merito a su preciosa voz, era muy dulce. Estuvimos toda la tarde, juntas y al llegar a mi casa me hizo tocar la guitarra. Mientras yo tocaba “I need a woman” de McFly, ella cantaba. Yo, me lancé y le hacía los coros. La canción quedó muy bien. +Eres Mcflayer?
-Si! Tu también?
+POR SUPUESTO QUE SÍ!
-Guay!
+No me digas… Vas al concierto? 
-Que sí voy? Cuando me enteré fui corriendo a por las entradas!
+DIOS! QUE CASUALIDAD! Quieres que vayamos juntas? 
-Tu vas?
+Lo dudas?!
-WEEEEEEEEEEE:D Ya no tengo que ir sola! jajajajaja que guay!
+Perfecto! Las casualidades de la vida… Que fuerte hahahahahaha
-Pues sí! Bueno que tal vas con tu manager?
+Bien, sigue buscando. Oye tocas bien, y me ha gustado eso de tener mis propios coros hahaha
-Me alegro! Gracias, llevo desde los 14 con esto de la guitarra y aun no se me da tan bien como yo quería, pero bueno, poco a poco. Ha quedado muy bien la canción con coros no?
+Sí, sí. Ha sido un buen detalle. La grabamos?
-Para?
+Para tenerla de recuerdo y subirlo a YouTube, te parece?
-Vale! Pero si te dicen algo lo quitas va?
+Tranquila, voy a poner las voces y el nombre de la cantante y el de la música. Solo eso, nada de caras, el manager me lo tiene prohibido.
-Sinceramente, mejor.
+Sí. Bueno hacemos otra toma?
-Jajajaja sí, va vamos!
Hicimos otra toma, salió bastante bien, y la subimos a su canal en YouTube. Empezamos a tener hambre, bajamos al Star Bucks y tomamos algo, de ahí María se fue a su casa. Cuando llegué, guarde la guitarra, el amplificador y me fui a dormir. Había sido un día agotador y mañana era mi primer día en la universidad.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Capitulo 28.

Capitulo 28.
 Releí por tercera vez aquella carta que acompañaba el bonito colgante.
“Querida Giovanna: Buenas días princesa, primero, felicidades, espero que te lo pases genial en tu día. También espero que te guste el pequeño regalo que te e hecho. No sé si me habrás olvidado, yo no lo e hecho, de vez en cuando me acuerdo de aquella noche mágica que pasamos juntos, de esos pocos día que aprovechamos, y pienso en que estarás haciendo ahora mismo. Me habrá olvidado? Me odiará? Se acuerda de mi? Llevará puesto el anillo que le regalé? Son dudas que aun no he resuelto, pero la que mas me ronda la cabeza, la que constantemente pienso es, si algún día volveremos a encontrarnos, yo, sinceramente creo que sí, pero no se cuanto tiempo falta para ello. Te escribía esta carta para demostrarte que no me e olvidado de ti, que me acuerdo de tu cumpleaños, y quería felicitártelo, pensaba llamarte, pero pensé que esto era más romántico así, además como te daría el colgante? Los chicos dicen que les gustaría volver a verte, y que esperan poder pasar por España para dar un concierto y poder visitar el país de una vez, y sobre todo demostrarte que han mejorado mucho lo poco que les enseñaste de español. Pronto empezaremos la gira por USA, después iremos a Australia y supongo que después de este largo tour, haremos uno europeo. Danielle y Eleonor no están con nosotros, pero según Louis y Liam, quieren recuperar el contacto contigo. Estoy deseando volver a verte, aunque pase mucho tiempo. Con esta carta me despido, hasta la próxima vez que te escriba, o te vea, o te llame.” Psd: Recuerdame. Love, Niall.
Cuando leí todas las cartas, llamé a Araceli y a Alexis para contárselo todo, tal y como había prometido.
*Fin del flashback*
 Después de releer aquellas cartas, ver el álbum de fotos y ponerme el colgante, volví a cerrar esa etapa de mi vida, ya era bastante mayorcita como para andarme con tonterías. Seguía guardando mis cosas, y poco a poco iba encontrando muchos recuerdos de mi adolescencia. Mis posters de One Direction y de McFly, mis discos de música, un mural que me regalo Sara para mi decimo cuarto cumpleaños, libretas del instituto, dibujos, trabajos, libros, camisetas con fotos, mi taza del Star Bucks, el dinero de Alexis que nunca usé, una entrada del concierto, mi peluche de la niñez… Son cosas que me marcaron. Cada uno de aquellos objetos mantenía un recuerdo. No tardé en terminar de embalar mis cosas, salir de la habitación y dejar a tras todos los recuerdos. Mi familia me acompañó al aeropuerto donde tomaría un viaje destino a Madrid, para ir a la universidad, a estudiar psicología, idiomas y quizás baile. Al llegar me despedí de ellos, mi madre lloró, pues su hija mayor se iba del nido. Le dije que llamaría, que podrían visitarme y le prometí a Valentina que iría a visitarla, y que en vacaciones podría venir conmigo un par de semanas, ir a la Warner y visitar Madrid. Valentina me miro de forma rara cuando le dije que podría quedarse un par de días conmigo, ella siempre me decía que la trataba como a una niña y aunque Valentina tenia ya 16 años, en el fondo sabía que le hacia ilusión quedarse un par de días conmigo y alejarse de mamá y papá, sentirse libre. Me despedí, y subí al avión. A las dos horas ya estaba en Madrid, tomé un taxi hacia la universidad, pero primero pasé por un KFC a comer algo. Entré tranquilamente, pedí el pollo y me senté en una mesa a comer. Cuando terminé, saqué mi libro “Predestinados” y comencé a leer. De repente algo hizo, que se me cayera el libro al suelo, perdiendo la pagina que estaba leyendo.
+OH! Perdona, voy con prisas.
-No es nada, pasa.
+Gracias, oye… no tendrás un pañuelo?
-Claro, espera. Para que lo necesitas?
Cuando me di la vuelta para darle el pañuelo a aquella chica ya no estaba, la camarera se me acercó para retirarme el plato.
-Perdona, me puedes traer un vaso de agua?
+Por supuesto.
-Muchas gracias. Conoces a aquella chica?
+La de allá?
-Sí.
+Sí, es una chica que se llama María, siempre esta cantando en el baño, es una clienta fija, se reúne aquí con su manager. Creo que quieren hacer una actuación en directo.
-Ah… Toma, quédate con el cambio. Puedo dejar un minuto aquí las cosas?
+Claro. Muchas gracias por la propina.
-Nada.
 Subí las escaleras y allí estaba aquella chica, guapa, alta, y con una voz flipante.
+Ah, ho-ho-ho-hola.
-Hola, te traigo el pañuelo que me pediste antes, no pares, cantas muy bien.
+Gracias por el pañuelo, no todo el mundo te lo da. Muchas gracias, pero llevo cantando desde que soy pequeña.
-Y por que cantas aquí?
 +Mi manager sigue buscando un sitio donde actuar en directo.
 -Pues suerte, no te rindas, cantas muy bien.
 +Gracias. -Ya nos veremos, suerte de nuevo.
+Toma, este es mi número, te hablaré por el WhatsApp.
 Bajé, cogí mis cosas y me fui a la residencia universitaria, dejé las maletas, y di una vuelta por el campus, la residencia, y el edificio. Los primeros días me perdería un poco, pero me acostumbraría. Me duché, me vestí y me fui a dormir, había sido un día muy largo y mañana era sábado, quería visitar un poco la ciudad. Era temprano cuando me levanté, me duché, me vestí y fui a dar una pequeña caminata mañanera, para seguir con mi vida normal. Baile los lunes y viernes, dieta, caminata o patinaje por las tardes, y encontrar a una amiga, una buena amiga que me acompañe a desayunar o comer y pasar las tardes juntas. Pensé que quizás encontrar una compañera de piso seria una buena idea. En mi caminata mañanera, vi un Star Bucks, cerca de la universidad. Entré, pedí un cappuccino, un croissant, y desayuné tranquilamente en mi nueva vida, nueva rutina. Estuve una hora sentada al lado de la ventana, desayunando, viendo como la gente pasaba por la calle. Por un momento miré la pantalla de la televisión, estaban pasando un anuncio de un concierto, aquí, en Madrid. De un grupo que me marcó para siempre. Nada más ver ese anuncio pagué, y busqué un sitio donde comprar la entrada. Era el mes que viene, en Octubre. El catorce de octubre para ser exactos. Estuve dos horas andando, buscando un establecimiento para comprar la entrada. Mientras andaba, vi Madrid sin darme cuenta, estuve paseando toda la mañana. Llegué a casa cansada. Cené algo, me duché, y vi un par de películas. Me acosté bastante tarde, después de quedarme dormida en el sofá, me fui a la cama, mañana me tenía que sentir bien, mañana tenia que organizarme. Limpiar, ordenar y organizar mis cosas.

domingo, 18 de marzo de 2012

Capitulo 27.


Capitulo 27.
Disfrutamos de la semana, hasta que llegó el fin de semana deseado, la quedada, y por supuesto lo que nos preparara la anfitriona. Yo, llegué la primera, para ayudar en los preparativos, pero no hico mucha falta, porque África ya lo tenía todo perfectamente preparado. Poco a poco fue llegando gente, armando escandalo y desarmando todo lo que habíamos preparado. Terminamos de instalarnos, hablamos, reímos y África nos sorprendió con su nuevo ligue. Rubén, un chico normalito, no muy alto, en buen estado físico, con unos ojos marrones penetrantes, y pelo oscuro. Era un chico muy majo, pero muy chulo cuando quería. No eran novios, ni pareja, solo amigos aunque todas sabíamos lo que sentía por él. Rubén nunca se dio cuenta, pero creo, que el sentía lo mismo. La miraba con una cara muy tierna, seguro y protector. Cada vez que le pasaba algo, él estaba ahí para ayudarla. Se conocieron gracias a su hermano pequeño, que iba a nuestro curso, al cual le presenté yo. En cierto modo, yo los junte, pero si no hubiera sido por la alegría de África, nunca hubieran estado así. En fin, nos lo pasamos bastante bien, hasta que llegó Priscilla. La alegría del momento, a nadie le caía bien salvo a Michelle y a África. Sinceramente no sé porque se hablaban aún, se habían peleado tantas veces, por tonterías, chicos y más tonterías de Priscilla, celos. Intentamos no pelearnos con ella, pero fue imposible. África y Priscilla nunca se habían peleado así. Esta vez fue diferente, no como aquellas veces que se pelean por tonterías y después se perdonaban, no, esta vez fue por Rubén y por las ganas de meter mierda de Priscilla. Estábamos tranquilamente todos bien, hablando, normal. Cuando Priscilla le susurró algo a Rubén, este no tardó en levantarse e irse, el asunto no me daba buena espina y fui tras él. Seguí a Rubén, para saber de que tenían que hablar, para ver si nos afectaba. Me quedé quieta, sin hacer ruido, para escuchar de lo que tenían que hablar. Me quedé bastante sorprendida al no escuchar nada, solo ruidos raros y un par de gritos después. Rubén le estaba gritando a Priscilla no sabía porque, hasta que asomé la cabeza y la vi intentando besar a Rubén. Él se apartaba con reflejos, pero ella insistía. Lo grabé todo y antes de que me vieran me fui. Al llegar se lo enseñé todo a las chicas especialmente a África, para que viera lo buena amiga que era Priscilla. Se enfadó mucho y muy rápido. Al llegar los dos, Rubén enfadado y Priscilla un tanto feliz por conseguir besar a Rubén, África les miró con cara de asesina, a los dos. Hablé personalmente con Rubén y me explico lo sucedido. +Gio-gio-gio-giovanna-giovanna… es que yo no e hecho nada a sido ella… asquerosa – Susurró- -Rubén te creo, pero explícame como a sucedido. +Haber estábamos aquí no? Bueno se acercó y me dijo que teníamos que hablar, pero en privado. Me levanté y fui tras ella. Cuando la encontré nos sentamos en el suelo, hablamos de tonterías –Como siempre -Pensé- cada vez se acercaba más a mi, yo me apartaba, pero insistía, hasta que se lanzó. Me cogió del cuello, y me besó. Intenté soltarme pero me metió la lengua, y no pude evitar seguirle el juego. Pero no tardé en reaccionar y saber lo bajo que había caído besándola. -AGGGGGGGG! QUE ASCO, JODER RUBÉN! +Cuando reaccioné, me solté como pude, le metí una ostia, no muy fuerte, pero lo suficiente como para que se apartara de mí, le grité pero me seguía besando. Al final, se terminó apartando pero tardo lo suyo. Bueno que yo no e echo nada, no me gusta, ni si quiera me cae bien! A mi me gusta otra… me gusta África… -Vale, es ya lo sabía. Haber habla con ella y arregla las cosas porque le gustas, pero esto callado eh! Que no tendrías que saberlo. Bueno, corre, ve a hablar con África. El fin de semana pasó lento, África y Priscilla seguían enfadadas, Rubén salió mal parado y Sara seguía sin hablarme aun habiendo arreglado las cosas la noche anterior. Pasó la semana y no entendía porque me trataba así, porque no me hablaba, porque no se molestaba ni si quiera en saludar. Después de intentar entenderlo me di por vencida. Pasaban las semanas y Julieta y Sara se hacían cada vez más intimas, con lo cual cada vez se olvidaba mas mí. Pasó el verano, el curso, y después de aquella pelea con Sara, no volvimos a hablar, intentaba arreglarlo pero no había caso, no quería verme, no quería hablarme. Había perdido a mi mejor amiga, y no podía recuperarla porque ella, ya me había sustituido por Julieta. Pasaron los años, terminé el instituto, pasé la selectividad y junto al instituto se quedaba Sara, que cada vez era un recuerdo más lejano, me tenía que olvidar de ella, porque recordarla me hacía daño. Ahora era feliz con mis dos mejores amigas, Valeria y Marta. Me di cuenta de que eran mis verdaderas amigas, porque siempre estuvieron ahí pero no las vi. --------------------- Cinco años más tarde ------------------------------ Estaba preparando la maleta y mis cosas para mudarme al edificio de estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid. Ya tenía la maleta terminada, y empecé con las cajas para mis objetos personales. Guardándolo todo, encontré un sobre, el cual me trajo muchos recuerdos. Lo abrí lentamente para no romperlo. *Flashback* 27 de diciembre de 2014. Me desperté emocionada, pues hoy era mi cumpleaños, mi decimo sexto cumpleaños. Me levanté y para mi sorpresa, estaba mi familia con un desayuno de película en el salón, junto a mis dos mejores amigas, Valeria y Marta. Desayuné tranquilamente junto a mi familia y amigas en una mañana fría de diciembre. Me vestí con unos pantalones ajustados y una camiseta ancha con la bandera de Inglaterra que me habían regalado mis amigas, y mis converse rojas. Mi madre nos llevó a patinar sobre hielo, donde pasamos la tarde. Al caer la noche nos marchamos a casa, serían las 20:00 cuando sonó el teléfono, era un número largo, con lo cual era llamada internacional. Y no me equivocaba, era de Alemania. -------------------- Llamada telefónica -------------------- -Dígame? +Hola Giovanna! FELICIDAAAAAAAAAAAAAAAADES! Somos Araceli y Alexis de acoplada! -Hola chicas! Muchas gracias! +Que tal el día de nuestra española favorita? -Pues genial! E ido con mis dos amigas a patinar sobre hielo, aunque me hubiera encantado estar con vosotras…. +Y a nosotras contigo! Bueno, te llamábamos además de felicitarte, para decirte que te hemos enviado un paquete, con nuestro regalo y con un sobre lleno de cartas misteriosas, uno de ellas llego hace un par de semanas, era para tu cumpleaños. No sabemos de quien es, pero te lo hemos enviado igual. Ve a recogerlo rápido que quiero saber de quien son! Cuando lo sepas llámanos vale? -Guau, muchas gracias chicas! Pero no hacia falta, enserio gracias. No os preocupéis que os llamaré para decíroslo! Un beso muy grande y por cierto, feliz navidad atrasado dos días! +Muchas gracias! Hablamos por el Facebook, feliz año nuevo adelantado. Y FELICIDADES otra vez! -Igualmente chicas, muchas gracias de nuevo! Un beso muy grande, os echo de menos! +Y nosotras a ti! –Dijeron al unísono- Después de decir esto colgaron. -------------------- Fin de la llamada telefónica -------------------- Terminé de hablar con las chicas, colgué y acompañé a Marta y a Valeria a casa, y ya que estaba pasé por el correo a recoger mi paquete. Cuando llegué a casa, emocionada me encerré en mi habitación para abrir el paquete. Los regalos de Alexis y Araceli eran muy tiernos. Alexis me había regalado su púa de guitarra, unas pilas y un pequeño sobre con dinero en el cual ponía: “Para tu deseada cámara réflex”. Araceli me había echo una camiseta con una foto de las tres, y el vestido que usamos en una actuación de baile. Entre las dos me habían echo un gran álbum de fotos, de mi estancia en Alemania. Le eché un vistazo, era muy bonito, tantos recuerdos… Rápidamente me percaté del sobre, lo abrí despacio, sin romperlo. Había muchas cartas, pero las leí todas. Una en especial que me releí, y traía un pequeño colgante en forma de corazón, que se abría, donde lucía una foto nuestra. Juntos. Por la parte de atrás del collar estaba grabado: "Sweet 16th birthday. Love, Niall"

sábado, 17 de marzo de 2012

Capitulo 26.

Capitulo 26. 1/2
Una vez en la parada, esperamos en el autobús. Valeria y yo nos sentamos juntas, y el resto atrás. Valeria me contó todo lo que había sucedido durante estos meses.
-Vale… que ha pasado durante este tiempo? Porque no han venido Sara, Julieta y Marta?
+ Ahora te cuento, es todo tan raro…. Marta no ha venido porque tenía un asunto pendiente. Sara y Julieta no querían venir.
 -Que bonito es volver a casa, y ver que tu mejor amiga no quiere verte, es una sensación… tan… agradable?
 +Hablando de mejor amiga… Ya no lo es. No quiere ser tu mejor amiga, dicen que esta harta de ti, que no quiere verte, ni hablar contigo, por eso ahora su mejor amiga es Julieta.
-Hahaha, mira tu que gracioso. Justo antes de irme yo, estaban enfadadas y ahora se han unido contra mí. Bueno, vale, pues nada chica, que quieres que haga? No me voy a arrastrar.
+Bueno, déjalo. Pasémoslo genial en la playa, nademos entre peces y corales como hacíamos antes, recuerdas? Quiero pasármelo bien contigo después de tanto tiempo.
-Por supuesto! Me e traído las palas y las gafas, muahahaha! Oye se me ocurre… y si alquilamos un barquito de estos con tobogán y nos vamos un rato lejos de la civilización?
+WEEEEEEEEEEEEEE! Vale! Pero no tengo suficiente dinero.
-Y el resto de las chicas no existen o qué? Y después podemos ir a un McDonald’s, hace?
+Claro, vamos a decírselo a las chicas.
 Nos levantamos, justo en el momento que el autobús paró de golpe. Un poco mareadas, llegamos al final del autobús donde estaban el resto. Les contamos el plan y les encantó la idea. Llegamos bastante rápido a la playa, después de varias paradas, y vistas a universitarios buenorros. Nos pusimos crema protectora, y nos tumbamos al sol. Cuando nos entró el calor nos metimos al agua. Cogimos las palas, las gafas de buceo, la cámara de agua y nos fuimos hacia los corales, a ver peces. Nos lo pasamos genial. Alquilamos aquella barca con tobogán y nos alejamos de la orilla, hacia mar adentro, donde nadamos, hicimos muchas fotos. Fue un día realmente genial, echaba de menos a Valeria. Sobre todo esa sensación de dolor en la mandíbula y estomago de reírme tanto. Llegué a mi casa cansada, y con arena y sal por todas partes. Me duché y me conecté al tuenti. Después de ver todo lo que tenia, hablar con Marta y quedar con África mañana para ir a la piscina, comí algo y me fui a dormir. Eran las once y media de la mañana cuando me desperté iluminada. Literalmente. Me desperté con un rayo de sol en los ojos, me levanté con mucho calor, desayuné algo ligerito, me vestí y me fui a la casa de África, pasando a por Marta, Valeria, y Michelle. Estuvimos en su casa hablando, y haciendo fotos. Las hermanas gemelas de África tenían calor, aprovechamos y bajamos a la piscina. Estábamos tan tranquilamente tomando sol cuando aparecieron Julieta y Sara cogidas del brazo, riéndose muy fuerte aposta. Se pusieron al lado nuestro, donde Sara no me dirigió la palabra en toda la mañana. Julieta había estado igual que siempre, hasta que África anunció que iba a hacer una quedada para dormir todas juntas un fin de semana entero. A Julieta le cambio la cara por completo. Yo, no sabía si era de la emoción, de miedo o de algún otro sentimiento, pero no se la veía muy feliz con respecto a ello. Pasó la semana y Sara no me hablaba, supongo que Valeria tenía razón y no quería verme, ni hablarme, ni nada. Esa semana la pasé fatal, estaba muy rayada pensando en que había echo yo para que me hiciera esto. Intentaba pasar, no ponerme mal, pero no podía evitarlo, era mi “mejor amiga” no sabía porque me dejaba de lado, que le había echo yo? Después de aquella semana tan mala, lo superé, me di cuenta de que si me pasaba esto era porque algo lo había echo mal y de alguna forma debía arreglarlo. Intenté hablar con ella, para por lo menos dejarlo todo claro, pero eso me llevó más tiempo del que yo creía hasta que por fin pude hacerlo. Hablamos durante un rato, y supe la verdad.
Capitulo 26. 2/2
Sara me dijo que todo eso era mentira, que me había echado de menos, que seguía siendo su mejor amiga, y que todo lo que me habían dicho era mentira. Entonces, hablamos con Valeria. Y si Valeria me había mentido para separarme de ella? No, imposible. Hablamos con ella y me aclaré por completo. Y la verdad, no me pareció raro lo que oí. Pero a Sara, le sorprendió, aunque no sabía muy bien por que, porque ya había ocurrido un par de veces.
-Entonces… Estas segura de que ella te dijo eso Vale?
+Si. Completamente, para que iba a mentirte?
-Bueno es que… nunca pensé que haría eso. No pensé que sería capaz.
+Pues lo es. No te miento. Ella me dijo que se lo había dicho Sara.
•Yo? Yo no le he dicho nada a nadie, y menos sobre eso!
-Entonces tu no le dijiste nada?
•No, nada!
+Bueno haber, que lo ha hecho otra vez. Ya lo a echo un par de veces, aun os sorprende? -Hombre a mi ya no… pero Sara, se a quedado flipando.
•Es que… Después de enfadarme con ella y perdonarla… no pensé que volvería a hacerlo. Porque me enfade con ella por hacerlo…
-Pues lo a echo. Pero sabes qué? No me va a joder la vida. No, porque no quiero y punto. Ya me e enfadado muchas veces gracias a ella, y no voy a consentir que me siga enfadando.
+Estoy contigo. Tendremos que hablar con ella.
-No os habéis dado cuenta de que siempre esta en todos los marrones? Que siempre que nos enfadamos esta ella en medio?
• Por supuesto, yo sigo sin entenderlo, tendré que hablar con ella seriamente con ella, en serio.
+Bueno, pues caso arreglado no? Todas sabíamos que Julieta es muy posesiva y te quiere solo para ella, Sara.
•Ya, bueno… sí.
-Dejémoslo, no quiero enfadarme ni ponerme mal ni nada, de nada. Disfrutemos de la mañana de junio. Es un día precioso, no quiero estropearlo.
Lo hablamos, y lo dejamos todo claro. Disfrutamos de la mañana como buenas adolescentes en una mañana soleada y calurosa de junio.

domingo, 11 de marzo de 2012

Capitulo 25.


Capitulo 25.
Asimilé que se había ido, se había marchado, y no volvería. Salí de allí y cogí un taxi de vuelta a casa, mirando melancólicamente el cielo por la ventana. Todos los aviones que despegaban me recordaban a él. Me miré la mano y llevaba el anillo en forma de infinito que me había regalado. No quería quitármelo, pero lo hice. Me recordaba demasiado a él. Me lo quité y lo puse en el bolsillo de los pantalones. Llegué a casa y allí estaban Araceli y Alexis para apoyarme, cuando se oyó el teléfono.
-Voy yo!
------------------------------------             Llamada telefónica       ---------------------------------------
-Si?
+Hola, Giovanna?
Sí, quien habla?
+Giovanna soy mamá. Tengo una mala noticia.
-Hola mami. Dime, que ha pasado?
+A  tu primo le a dado un ataque de epilepsia, esta en el hospital ingresado, si las cosas no mejoran, vuelves a España.
-Claro. Que ha pasado? Esta bien?
+Si, se pondrá bien. Estaba en una fiesta y le dio así, se cayó a la piscina y con el bordillo se dio un golpe quedando inconsciente. Casi se ahoga. Menos mal que lo vieron y lo sacaron.
-Dios mío… espero que se recupere. Si pasa algo no dudes en llamar y al día estoy allí vale?
+Vale, solo era para que lo supieras. Tampoco vamos a hacer un mundo de esto vale? No te preocupes, se pondrá bien.
-Vale, adiós mamá. Suerte.
+ Gracias, adiós.
-------------------------------             Fin de la llamada telefónica       --------------------------------
+Quien era Giovanna?
-Era mi madre Araceli. Mi primo esta ingresado en el hospital.
·No! El que esta bueno?
+Tía… como dices eso?
·Intento que no haya tanta presión…
-Jajaja madre mía! Tu y tus locuras.
Gracias a las tonterías de Alexis me olvidé totalmente del asunto. Cogimos la guitarra y empezamos a cantar. Vimos una película y nos quedamos dormidas en el sofá, había sido un día muy largo, sobre todo para mí. A la mañana siguiente nos despertamos doloridas y hambrientas. Nos levantamos, desayunamos nos duchamos y nos fuimos a patinar, a quemar grasas. Fuimos a la casa de Alexis donde dejamos su guitarra, cogimos sus patines el perro y nos fuimos. Estuvimos patinando todo el día. Comimos en un McDonald y nos fuimos a casa. Pasábamos las tardes juntas. Gracias a ellas, se me olvidaba momentáneamente la marcha de Niall, aunque el anillo me lo recordara. No lo llevaba puesto, pero siempre lo llevaba encima, en la cartera en el bolsillo, o en cualquier parte. Me gustaba tener una parte suya cerca de mí, esa tarde me lo puse, y nunca me lo quité. Hoy tres semanas más tarde, aun lo llevo puesto.
-------------------------------                   Hace dos semanas               -----------------------------------
Estaba en casa, después de comer cuando sonó el teléfono. Era mi madre. Me dijo, que mi primo Ezequiel se había recuperado. Ya estaba bien, ya había salido del hospital, podía estar tranquila. Pero me recordó que dentro de tres semanas debía irme. Ya era junio, tenía que volver a casa. Estuve hablando un buen rato con ella, contándole todo lo que había vivido. Ella me contó las travesuras de mi hermana pequeña Valentina. Estaba deseando verla, quería ver a mi familia. O por lo menos la que tengo en España. Llamar a mi abuela a Argentina y contárselo todo, contarle lo que había vivido y que había cumplido uno de mis sueños. El tiempo se paso muy rápido.
--------------------------                      Tres semanas después                      ---------------------------
Era mi último día aquí y estaba nerviosa por volver a España, ver a mi familia, ver a mis amigas, disfrutar del sol, de la playa, del verano. De conectarme al tuenti después de tanto tiempo. Revisé las cartas que había mandado a mi familia y amigas. Mi madre me había respondido a todas, sin embargo mis amigas nunca me respondieron. Supongo que seguirían enfadadas por irme sin avisar. Enfundé la guitarra, metí la ropa en la maleta, me despedí cuarenta veces de Alexis y de Araceli. Prometí escribirles. Llamé un taxi, y me fui. Una vez en el avión y en el aire pusieron la película “El diario de Noah” La gente me miraba de forma rara al ver que una quinceañera pudiera llorar tanto con una película. Aquella película me recordó muchísimos a Niall, después de estar casi un mes sin pensar en él, todo aquel esfuerzo se fue al traste. Recordé que llevaba el anillo, el anillo que me regalo una noche, que mi quité a la mañana y una tarde de mayo me puse y no me quité. Las dos horas de viaje se me hicieron bastante cortas. Aterrizamos. Por fin en España. Bajé busque a mi familia y nos fuimos. Llegamos a casa con la ruda de recambio y una rueda pinchada en el maletero. Con hambre, con sueño, y con mala ostia. Subí aquellos tres pisos que tanto añoraba, entré a mi habitación querida, y me tiré en la cama. Osito! Te e echado de menos pequeño -Grité- Acurrucada en mi cama, me dormí muy rápido, había sido un día muy largo. A la mañana siguiente llamé a Araceli, para decirle que ya estaba aquí, que había llegado bien y que las extrañaba. Llamé a Valeria feliz.
--------------------------------                     Llamada telefónica                    ----------------------------
+Hola?
-Hola, buenos días, le comunicamos que su amiga Giovanna ya esta de vuelta y le gustaría quedar con su amiga para ir a la playa. Te apuntas?
+GIOVANNA! Dios, te e echado de menos pequeñaja, te tengo que contar muchísimas cosas, madre mía, estos meses han sido un sufrimiento sin ti! Tengo tantas ganas de verte!
-Porque no me respondiste?
+Que? No te respondí a que?
-A la carta, te he escrito un par de cartas en Alemania y no me respondiste.
+Ah, es que estaba enfadada contigo, igual que el resto. Pero lo pensé bien y tenías razones para irte, yo hubiera echo lo mismo. Bueno que donde quedamos? Donde vamos? Llamo a gente?
-Valeria, tranquilízate! Quedamos en la parada del autobús y nos vamos a la playa, te parece? Si, llama a quien quieras.
+Perfecto, después de comer en la parada eh! Llamaré a las chicas, si siguen enfadadas no van a venir. Ellas se lo pierden!
-Vale, pues que se enfaden, mira tu que problema. Este viaje me ha servido como lección, para darme cuenta de quienes son mis amigas realmente, y me e dado cuenta de que no tenía tantas como yo creía. Dejémoslo, nos vemos esta tarde Valeria, te quiero besitos!
------------------------------        Fin de la llamada telefónica      --------------------------------------
  Esa misma tarde estrene aquel bikini verde tan bonito que me había regalado mi madre. Acudí a la cita con Valeria y para mi decepción no estaban todas. Solo estaban Valeria, Alejandra, África y Michelle. Sara, Julieta y Marta seguían enfadadas.
    






Capitulo 24.


Capitulo 24. 1/2
Fui rápido a casa, antes de que Niall se despertara y viera la nota bajo el cappuccino. No se como se tomará lo que le había escrito. Llegué a casa cuando aún todo el mundo estaba durmiendo, entré a mi habitación, despacio y sin hacer ruido. Me encerré y me tiré a la cama a llorar desconsoladamente. Araceli se despertó con mis llantos, media hora más tarde llamaron a la puerta, me levanté y como pude, abrí la puerta. Aún con los ojos hinchados reconocí a Araceli con un bote de helado y bolsas de chucherías.
+Te he traído regaliz, que sé que te gusta.
-(snif, snif) Muchas gracias, en serio, por todo.
+No hay por que darlas. Es como si fuéramos familia y la familia esta para eso verdad? Bueno, no te me pongas sentimental y cuéntaselo todo a tu amiga Araceli.
-Sí… lo siento, no puedo dejar de llorar –Dije con lágrimas en los ojos-
+Ven cielo… desahógate, con todo.
-Es que, es que… como te lo explico?
+No me lo expliques que no te entiendo con tanta lágrima. Solo llora.
-No, que me duelen los ojos de tanto llorar.
+Qué?
-Nada. –Seguí llorando hasta que no sentía los ojos, hasta que se me acabaron las lágrimas.-
+Voy a desayunar y a despertar a mamá.
-Vale. Cierra la puerta por favor.
Después de irse ella, nadie más me volvió a molestar durante un par de horas. Escuché una voz y una guitarra, supuse que era Alexis, que venia a visitarnos y a ayudarme con la guitarra. Salí de la habitación para saludarla, pero no era ella. Me dirigí al salón que era de donde provenia la voz, y como suponía, era Niall. Estaba de pie, cantando en un corazón de velas. Lo miré a los ojos, y me lo dijo alto y claro, acompañado de su guitarra. “I will never let you go, never”
Capitulo 24  2/2
Me quedé quieta, mirándolo a los ojos. En esos ojos azules tan bonitos, en los que podía perderme y nunca nadie podría encontrarme. Se acercó a mí, y me puso el anillo en el dedo corazón. Derramé un par de lágrimas y lo abracé muy fuerte. Me cogió de la mano y me dirigió al sofá. Nos sentamos y hablamos tranquilamente de lo nuestro.
+Porque me has escrito eso? Querías hacerme daño?
-No, lo siento, pero es que, entiéndeme. Yo tengo casi 15 años y tú 18. Tu eres irlandés y yo una adolescente española. Yo soy estudiante y tu un músico famoso. Tú te vas de gira, mientras yo estudio para seguir adelante con mi vida. No lo puedo dejar todo e irme detrás de ti por Inglaterra, o no hasta dentro de un par de años.
+Esperaremos pues.
-No. Porque de aquí a unos años todo habrá cambiado. Todo este lío habrá sido fruto de la adolescencia, como un amor de verano. Tu tendrás tus respectivas novias, y yo los míos. Es mejor que cada uno se vaya por su camino. Si estamos destinados, nuestros caminos se unirán de nuevo. –Dije mientras una lágrima caía por mi mejilla-
+…
-Es mejor. Aunque duela.
+Tengo que irme.
-Vale…
Se levantó, pisó un par de velas destrozando el corazón y se marchó por la puerta, sin darme oportunidad de despedirme.
-Adiós… para siempre… -Dije llorando-
Una hora más tarde, ya tenía los ojos hinchados cuando Araceli y Alexis aparecieron por la puerta. Intenté despejarme pero lo único que conseguí fue ponerme peor aún. Me vestí, cogí dinero, llamé a un taxi y me fui en dirección al aeropuerto. Mientras llegaba, recordaba las noches que pasamos juntos, lo bien que lo pasamos. Pagué al taxista y salí corriendo de allí. Llegué al limite, donde ya nadie, salvo los pasajeros podían pasar, y Niall ya no estaba. Me detuve en seco, no sabia que hacer. Grité su nombre, por si lo escuchaba y me quedé quieta esperando una respueta. Una respuesta que no tuve. Me giré y me fui. Me paré un segundo porque había escuchado un ruido, pero seguí andando. Una voz en mi interior me decía que me girara y fuera hacia el cristal, así lo hice. Allí estaba Niall, con su mano derecha apoyada en el cristal, imité su gesto y coloqué mi mano izquierda sobre la suya. Sería la última vez que tocaría su mano. Solo nos separaba un fino cristal. Sería la última vez que lo vería y sus últimas palabras fueron “I love you”
Derramé un par de lágrimas.
+No llores, no te olvidaré nunca. No llores por favor, recuerda, te quiero. Te quiero Giovanna. –Dijo a través del cristal-
Diciéndome eso, se marchó. Me quedé quieta, mirando como se alejaba de mí, y de mi vida.







sábado, 10 de marzo de 2012

Capitulo 23.


Capitulo 23. 1/2
Nos dormimos en la hamaca abrazados. A la mañana siguiente me desperté muy temprano, serían sobre las siete de la mañana. Me levanté y me giré, ahí estaba Niall, durmiendo plácidamente mientras un rayo de sol le iluminaba la cara. Me acordé de que habían cambiado el día del vuelo, se iban antes de comer. Me levanté cogí dinero y me fui a un Starbucks que había por aquí cerca. Salí corriendo, compre dos cappuccinos, y un par de cosas dulces para desayunar. Un croissant, dos donuts, y un par de muffins.   Lo preparé todo en la misma donde a la noche anterior habíamos cenado. Me comí mi desayuno y bajo el cappuccino de Niall le dejé la nota que había escrito mientras esperaba los cappuccinos
“Querido Niall, lo siento por no despedirme como te lo mereces, pero no puedo. Te he preparado el desayuno como muestra de mi agradecimiento por todo. Gracias, gracias por esas noches que hemos pasado juntos, han sido geniales. He disfrutado muchísimo contigo, gracias, enserio. Nunca te olvidaré, pero no puedo quedarme con el anillo. El anillo es precioso, pero me recuerda demasiado a ti y no puedo estar todo el tiempo acordándome de ti, es demasiado doloroso. Ya me e despedido de los chicos, pensaba despedirme de ti hoy, pero me he dado cuanta de que no puedo hacerlo. Voy a sufrir mucho por dejarte ir, pero no puedo retenerte. Sé que nunca te olvidaré, nunca dejaré de quererte y te estaré esperando. Acuérdate de mí de vez en cuando, escríbeme, y visítame pero sobre todo, no me olvides nunca, porque yo estaré esperándote. Gracias por ser tú, por demostrarme que los sueños se hacen realidad, tú eres uno de los míos. Este tiempo junto a ti, ha sido, más que un sueño. No me olvides nunca. Giovanna         PD: Te quiero”  
Llorando me fui a casa.
Capitulo 23.  2/2 *Narra Niall*
Después de besar a Gio bajo la lluvia, nos acostamos abrazados en la hamaca. Me metí la mano en el bolsillo y saqué el anillo de plata en forma de infinito en el cual había gravado “Nunca me olvides”. Recuerdo habérselo puesto en el dedo corazón y dormirnos abrazados. A la mañana siguiente me desperté con un rayo de sol en los ojos. Al levantarme olí  el desayuno y pensé que allí estaría Gio, con su preciosa sonrisa ya de buena mañana. Pero no la vi, en su lugar encontré una nota. Cuando terminé de leerla me froté los ojos, no me podía creer que Giovanna me dijera eso. Después de leer aquella carta llamé a los chicos y me fui a casa con el cappuccino y los dulces. Se lo conté todo, y ellos me animaron a recuperarla, a despedirme por lo menos. Llamé a Araceli y me contó la situación de Giovanna.
-----------------------------------------        Llamada telefónica         ----------------------------------
+Dígame?
-Hola Araceli, soy Niall.
+Ah, hola. Oye hazme un favor y no vuelvas a llamar vale? No llames, no le envíes mensajes, olvídala. Le has hecho mucho daño, por favor, déjala en paz.
-No, ahí te equivocas. Ella me ha hecho daño a mí, pero quiero despedirme de ella, quiero decirle que la quiero, que la echaré de menos y que nunca la olvidaré. Díselo por favor.
+No, díselo tú. Ven y díselo si eres tan valiente y la quieres, ven y díselo a la cara. Lleva toda la mañana llorando y si le digo eso, no va a mejorar.
-Vale. Ayúdame a decírselo delicadamente, para que no se le olvide jamás. Sabes alguna forma de decírselo que la convenzca?
+Por supuesto, coge la guitarra y ven a cantarle una canción.
---------------------------------    Fin de la llamada telefónica    ------------------------------------
Así fui, cogí la guitarra, y fui hacia su casa. No había nadie, Araceli se había encargado dejarme solo con Giovanna. Entré sin hacer ruido y puse el amplificador, empecé a tocar la guitarra y a cantar, cada vez más fuerte, más alto. Hasta que salió y allí estaba yo, todo a oscuras rodeado de velas aromáticas en forma de corazón. Cuando salió por la puerta se lo dije alto y claro. “I will never let you go, never”

viernes, 9 de marzo de 2012

Capitulo 22.


Capitulo 22.  1/3
Eran las cuatro de la tarde y aun estaba en pijama, sentada en el sofá de casa viendo BONES. Mientras Araceli y Alexis me pintaban las uñas de las manos y de los pies­­­­, de negro.­­­­­­­­­
-Chicas, que es un rato… no hace falta que me arregle tanto.
+Y como piensas ir a la cita?
-No es una cita Araceli… hemos… quedado, solo eso vale?
· Que parte de Niall Horan no entiendes? Tienes que ir bien vestida. Tampoco hace falta, que vayas ahí súper mona de la muerte!
-Jajajaja lo que me faltaba, que tú, justo tú con lo sencilla que eres me digas eso!
+Bueno y que pensabas ponerte?
-Pues unos pitillos, las converse rojas, una básica roja, la rebeca y el collar negro, ese tan bonito que me regalaste.
·Te va a quedar muy bien. Y en el pelo?
-Pues… Pensaba alisármelo y hacerme un tupé si eso. Que os parece?
+Seguro que estas buenísima con eso puesto, mmmmmmmmm!
-Jajajajaja que desmadre de amigas ché!
·Dius Araceli! Que flipada no? Jajajaja sigamos!
-Daos prisa que me tengo que duchar, son las cuatro y media. A las cinco y media tengo que salir de aquí, tenemos una hora para todo.
Cuando terminaron, se sentaron en el sofá y terminamos de ver BONES, las tres juntas. Hacia los quince minutos ya se me  habían secado. Me duché, y cuando pude darme cuenta ya estaba vestida, peinada y maquillada.
-Chicas, no soy una puerta vale? No me pintéis como tal. Quiero ir a lo natural, bueno con los hijos alineados y ya esta.
·Vale, pero déjame a mi, esto es mi especialidad, tengo buen pulso.
-Vale, date prisa. Me tengo que ir ya.
Alexis tardó muy poco en terminar, estaba muy guapa, de verás tenia pulso. Me puse la colonia que me regaló mi madre, Play Rock de Play Boy. Cogí el bolso negro y me fui. Estaba en el banco donde Niall y yo habíamos quedado y hace media hora que debía estar ahí. Crucé la calle, entré en el Starbucks y me tomé un cappuccino sentada en la mesa que hay junto a la ventana. Estuve casi una hora sentada en aquella mesa, mirando por la ventada, esperando a Niall. Me cansé. Pagué, y me fui a dar una vuelta por ahí. Porque había sido tan estúpida? Debí darme cuenta de que me dejaría plantada, era un irlandés, famoso, rompe corazones. Lloré todo el camino, hasta que me paré en aquel banco. En el banco donde habíamos quedado. Dios, había dado vueltas, vueltas y vueltas esperando a mi rubito irlandés.
Capitulo 22  2/3 *Narra Niall*
Estaba en casa con los chicos, pensando que haríamos al llegar al centro. Me cogí las cosas, la guitarra, Louis, un par de zanahorias, Zayn un espejo, Liam hizo un par de flexiones y Harry con su bromance. Yo cogí un paquete de galletas Oreo y me las comí junto a Louis en el coche. Cuando llegamos había miles de fans, corriendo detrás del coche, otras golpeándolo. Gritaban tan fuerte que se oía mucho. Estábamos alucinando por la entrega de nuestras fans, nosotros también queríamos darlo todo para ellas. Teníamos pensado entrar por la puerta principal, pero nos fue imposible. Tuvimos que dar toda la vuelta y entrar por detrás, pero aun así había muchas fans. Una vez dentro y firmando discos, posters, fundas, zapatillas, y hasta partes del cuerpo. Nos hicimos miles de fotos, cantamos y vimos llorar de alegría a nuestras fans. Cuando me di cuenta llegaba una hora tarde a la cita con Gio. Tuve que irme, pero primero me despedí de las fans, me gritaban que no me fuera, lloraban, y me cegaron con flashes. Cuando salí por la puerta trasera, una chica se me acercó, pensé que quería un autógrafo o una foto, pero no fue así. Se acercó y me insultó, como si nada.
-Pero que te e echo?
+Nacer, payaso! Que solo te quieren las quinceañeras!
Lo que me dijo aquella chica me sentó fatal, y si tenía razón? Lo que más miedo me dio es, que yo estaba enamorado de una quinceañera. Y si ella pensaba que me amaba pero no era así, y solo era una moda?  Me alejé de allí bastante rápido buscando a Giovanna por todas partes. Por fin la encontré, estaba en el banco donde habíamos quedado hace una hora. Estaba cabizbaja y sollozando, hablándose a ella misma. Me acerqué para darle una sorpresa.
-Ei princesa, porque lloras? No será por mi verdad?
+ Que porque lloro? Aun me lo preguntas? Me has dejado plantada, te e estado esperando una hora. Tonto! -Dijo como una niña pequeña-
-Lo siento, se me a pasado el tiempo volando. Cuando me he dado cuenta e salido corriendo y una chica me a insultado.
+Ohh, pobrecito… y te a sentado mal verdad que sí rubito?
-Siii….
+Era un Directionator. Dime quien es que le pego una hostia, que se le va la chulería de golpe.
-Oins, que mona eres mi niña. Nos podemos ir? Quiero llevarte a un sitio muy bonito.
Capitulo 22. 3/3
Estuve esperando un rato más, sentada en el banco, cabizbaja, sollozando, hablando conmigo misma. Estaba muy triste, estaba apunto de irme cuando alguien se me acercó.
+Ei princesa, porque lloras? No será por mí verdad?
 -Que porque lloro? Aun me lo preguntas? Me has dejado plantada, te e estado esperando una hora. Tonto! -Dije como una niña pequeña-
+Lo siento, se me a pasado el tiempo volando. Cuando me he dado cuenta e salido corriendo y una chica me a insultado.
-Ohh, pobrecito… y te a sentado mal verdad que sí rubito?
+Siii…. –Dijo entristecido-
-Era un Directionator. Dime quien es que le pego una hostia, que se le va la chulería de golpe.
+Oins que mona. Nos podemos ir? Quiero llevarte a un sitio muy bonito.
Me levantó, me cogió la mano y con la otra me secó la cara. Me abrazó. Me izo sentirme muy segura, me sentía muy bien y muy segura a su lado. Nos fuimos andando, cogidos de la mano. Me llevó al parque. Me había preparado una cena romántica, al lado de un precioso lago, donde había un par de barcas. Una mesa redonda, con velas y muchas flores. A la luz de la luna y las farolas de la calle. Cenamos, y me invitó a dar una vuelta en barca. No le acepte la petición. Cogí otra barca, los remos e hicimos una carrera. Como era de suponer gané yo, pero me había dejado ganar. Embarcamos y nos tumbamos en una pequeña hamaca que había colgando entre dos arboles.
-Gracias por dejarme ganar, a sido muy tierno.
+No tanto como tú. Me lo estoy pasando genial, me alegra pasar la noche contigo.
-Yo también.
+Te apetece… bailar a la luz de la luna?
-No me han invitado.
+Me harás rogártelo y todo.
-Pues sí, pequeño.
+Vamos pues. Señorita, me daría el honor de compartir un baile con usted a la luz de la luna en este precioso parque?
-Por supuesto que sí, pequeño irlandesito.
Bailamos pegados un par de canciones, hasta que empezó a llover. Aunque llovía mucho, no dejamos de bailar. Cada vez llovía más y más fuerte. Niall me cogió de la mano, cada vez me la apretaba más, cada vez se acercaba más, y me besó. Nos separamos, y empezamos a hacer el bobo bajo la lluvia, Niall levaba una camiseta blanca y con la que estaba cayendo, podría haber ganado un concurso de camisetas mojadas. Yo estaba helada, y él lo notó, se saco la chaqueta y me la dió. Nos abrazamos y nos acostamos en la hamaca abrazados. Estuvimos un rato hablando, metió la mano en el bolsillo y sacó un anillo. Me lo puso, y me di cuenta de que  llevaba grabado “No me olvides”
-Nunca lo haré rubito-Pensé-

jueves, 8 de marzo de 2012

Concurso.

Bueno, en mi instituto hay un concurso de relatos breves, no más de 1.000 palabras, aquí os lo dejo por si lo queréis leer. Un beso!



Está lloviendo. Era un día triste, se notaba que estábamos en invierno, y mi madre para variar no mejoraba las cosas.  Yendo de camino a casa, dejó caer que me iba de viaje de estudios a Alemania durante una temporada. No discutimos sobre el tema, ya que yo misma le había propuesto la idea hace un par de meses, sabía que en realidad sería buena idea. Lo único que me reconfortaba era saber que no me iría sin antes, haberme ido de acampada.                                                                               
                                                     -Dos semanas más tarde-
Por fin había llegado la deseada acampada, que llevábamos planeando desde antes de vacaciones de Navidad. Una vez todo dispuesto y preparado salimos hacía el campo donde pasaríamos todo el fin de semana. Al llegar, empezamos con las cosas donde mi madre ayudó bastante. Mientras mi madre, yo y mis amigas montábamos la tienda, los otros iban a recoger leña para el fuego, así terminaríamos antes. Mi madre se fue rápido. Cenamos y empezamos con la rutina, encender el fuego, hablar sacar fotos… salvo que esta vez, fue diferente. Roberto, como era previsible, dijo de jugar a la botella y por supuesto, fue la mejor idea de la noche. Mientras Marisol vomitaba, yo me enfadaba, reía y lloraba (sí, todo a la vez) y el resto jugaban, pasó la noche. A la mañana siguiente, me desperté en el sofá de la caravana. Al verme allí tumbada no pude evitar tener un vago recuerdo de lo que había pasado anoche había sido la acampada más patética que había vivido, eso no ayudo demasiado para intentar reconfortarme después de enterarme de que me alejaría de todo esto durante un tiempo. Llamé a mamá con sueño, para viniera a recogerme. No tardó mucho. Subí junto a Paula y Marisol y nos fuimos, sin despedirnos de nadie. Llegando ha la ciudad, en una pequeña rotonda había un chico guapísimo sacándose una camiseta blanca básica. Era un chico alto, moreno, pelo rizado, muy rizado, unos ojos verdes penetrantes y una preciosa y pícara sonrisa. Delante suya, tenía un mini cooper azul cielo, con otros cuatro chicos realmente guapos en su interior. Mientras yo me deleitaba con esas vistas, mis amigas iban cantando al son de la radio. Pero yo, estaba totalmente distraída con aquel chico, me daban ganas de conocerlo, de saber quien era. Unos 25 minutos más tarde, habíamos dejado a Paula y a Marisol en su casa, me había duchado, vestido y acostado. Había sido un día muy largo, quería descansar. Además mañana, era lunes y debía ir al instituto. Las dos semanas que quedaban para irme se me hicieron muy cortas aunque había tenido muchos exámenes. Por fin llegó el día de irme a mi ansiosamente deseado viaje de estudios a Alemania. Era domingo, el día que cogia el vuelo y ya llegábamos tarde, como siempre.
-¡Mamá! ¡Llegamos tarde! Voy bajando ya, oye… ¿has visto a papá? ¿He puesto el cargador del móvil en la maleta? ¿Sabe Margarita a que hora llego? Oh dios… ¿Y si pasa algo? ¿Y si nos estrellamos? ¿Y si cancelan el vuelo? ¿Si se retrasa?
+ ¡Giovanna relájate! Papá esta de camino al aeropuerto, si lo has puesto en la maleta, sí, sí que sabe a que hora llegas y si se retrasa la avisaré. ¡¿Como va a pasar algo?! No te preocupes de nada, solo piensa en lo bien que te lo vas a pasar y en que es una buena experiencia para ti. Relájate y baja al coche, Valeria ya esta abajo, ¡ah! Llévate una de las maletas al coche y métela en el maletero.
En cierto modo mi madre tenía razón, tenía que relajarme. Cada vez que viajaba me pasaba lo mismo, me ponía tan nerviosa que me asustaba, pero al final todo salía bien. Mi madre no tardo en bajar con la última maleta y partimos hacia el aeropuerto. Allí vi a mi padre, feliz por mí pero triste porque no me vería en un par de meses. Me presentaron a mi acompañante de vuelo (Ya que soy menor). Tatiana, así se llamaba. Nos fuimos pronto, para llegar antes  y no tener que hacer cola, pero yo no debía hacerlo. Con que le enseñara a todo el mundo mi credencial, me dejaban pasar. Yo no tenía que hacer colas, siempre entraba la primera a todos los sitios. Hasta que por el micrófono se escucho: Tin, tin, tin “Señores pasajeros del vuelo AB2595 diríjanse a la puerta de embarque A29 en la parte noreste”
                        -Dos horas y veinte minutos más tarde-
Acabamos de aterrizar, tenía esa sensación de cosquillas en el estomago que siempre siento cuando viajo. Tuve que bajar la última junto a Tatiana. Salimos, me compré un par de libros, discos, ropa y recuerdos de las típicas tiendas de aeropuerto. Salimos, me acompañó hasta donde estaban Margarita y Araceli esperándome. Fui con ellas. Nos abrazamos, hace tanto tiempo que no nos veíamos… éramos amigas del alma desde que nacimos. Hacía mucho frío y estaba nevando. Al llegar a casa cenamos, me duché y nos fuimos a dormir, había sido un día muy largo y mañana me esperaba otro igual.
 Las primeras semanas fueron muy duras pero poco a poco tenía una rutina junto a Araceli y mi nueva amiga Alexis. Íbamos al instituto,  flamenco por las tardes, hacíamos los deberes, y nos  íbamos a ver una peli, a tomar chocolate caliente o a patinar sobre hielo y jugar con la nieve. Nos habíamos echo bastante intimas, pasábamos los día juntas, mañana y tardes y alguna que otra noche. Los meses se pasaron volando, le había escrito un par de veces a mi familia y amigas, pero mis amigas jamás me respondieron. Supongo que aun  estarían resignadas por irme sin avisar. Pero en Alemania todo era maravilloso, no quería irme, pero debía hacerlo.