Capitulo 3.
Por fin se hicieron los 8:00 de la mañana, por fin de día. Empezó a subir gente, primero Alejandra, después Jorge, seguido Juanan (el hermano de Moi) Y acto seguido, todo el resto de la peña. Vino Rossi, nos preparó chocolate caliente con galletas para desayunar. Yo seguía con la sensación de rechazo con lo cual bajé para empezar a desmontar y guardar las cosas. Cuando terminé de guardarlo todo, sudaba la gota gorda, a puro rayo de sol a las 12:00 de la mañana. Cogí el móvil y llame a mi madre, triste, pensando que después de casi 2h aquí abajo, yo sola, nadie me había echado en falta.
+Hola, dime.
- Ven a por mi mami
+ Vale, ¿Tenemos que llevar a alguien?
- Sí, por suerte. (Dije en tono sarcástico)
+ En 10 minutos salgo para allá.
- Vale, si te pierdes, llámame
+ Vale.
45 minutos más tarde llegó. Bajé, empecé a cargar las cosas en el coche. Sin despedirme de nadie subí al coche. Alejandra y Julieta subieron. Nos pusimos en marcha. Al cruzar la frontera entre Alicante y San Vicente del Raspeig, en una rotonda, vimos a un chico alto, moreno, pelo rizado, ojos claros, verdes azulados exactamente, una sonrisa blanca, preciosa, se estaba sacando una camiseta lisa blanca. En el mini cooper azul cielo, habían otros 4 chicos guapísimos sentados en el coche. No me pude fijar muy bien ya que íbamos muy deprisa y tenía mucho sueño. De repente mi madre grita:
+Tío, bueno!
Mis amigas, se giraron de inmediato, pero yo, ya estaba mirando, no solo por esa perfecta belleza si no porque seguramente sería la ultima vez que vería esta parte de Alicante y alrededores de San Vicente. Dejamos a Julieta en el portal de su casa, enfadada aún por lo de ayer, simplemente le dirigí un
-Adiós.
Ni siquiera una mísera sonrisa. Cuando dejamos a Alejandra en su casa le dediqué la mejor de mis sonrisas, pues había estado toda la noche anterior conmigo y me comprendía. Sentí un gran vacío, era mi última semana, debía aprovecharla. Pero ahora mismo, ni quería, ni podía pensar, tenía demasiado sueño. Llegué a mi casa, puse todo a lavar, empecé a quitarme la ropa, despacio, suavemente, tratando de no rozar mis frías manos con el resto de mi cuerpo. Cuando entré a la ducha el agua estaba fría, no me aparté, necesitaba despejarme las ideas y el agua fría es lo mejor que hay para ello. Poco a poco el agua se fue calentando y con ello el baño y mi cuerpo. Al salir había mucho vapor, era muy espeso y cálido. Parecía una sauna, el espejo goteaba por el cambio de temperatura al abrir la puerta y al mismo ritmo el duchador. Cogí la toalla, me sequé y luego me envolví otra en la cabeza. Salí, me encremé todo el cuerpo, me puse el pijama y me fui a dormir, sin comer ni beber nada, tenia demasiado sueño y cansancio como para hacerlo. Sonó el despertador a las 6:30 de la mañana. Me levante agitada.
- Porque coño esta sonando el despertador? (Miré el móvil, la fecha) Ostia puta! Que es lunes! He dormido todo el día? Me han parecido 15 minutos! Joder... tengo que ir al instituto?! Y si no voy? Bah! Me quedo durmien... MIERDA! Tengo examen de sociales! Venga, aún me queda media hora para seguir durmiendo
Me acosté, las 7:00
- Madre mía, acaba de sonar el despertador y ya estoy hasta los huevos del día de hoy... no podíamos empezar un poco mas tarde?
Bueno... es lunes... el mejor día de toda la semana. No tengo: matemáticas, naturales, ni música y tengo e. física y A.E, 2 horas totalmente inservibles.
Me levanté, me vestí, me preparé, me lavé los dientes, me cepillé el pelo, me puse las lentillas... y me dispuse a salir de casa.
- Que frío ché!
Normal, tan solo hacía 6° y había mucha humedad. Pasaron las horas, lentamente, pero pasaron. Cada vez más nerviosa por el examen. Después del examen el profesor decidió hacer un experimento.
- Que experimento ni que mierdas?! Es uno de los exámenes más importantes del trimestre y quieres hacer un experimento? (Pensé)
Por suerte el experimento me dio un buen resultado. Justo la nota que me había puesto mi compañera. Última hora del día. Alternativa. Deberes. Pensamientos. Que metería en la maleta? Cada vez tendría menos ropa en el armario.
Sonó la canción de " Stand up, get up" de Bob Marley como campana del instituto que marcaba el cambio de clase para algunos y el fin del día para otros. Yo soy una de esas afortunadas que los lunes y los martes aún se va pronto, pero el año que viene, eso cambiará...
- Por fin se acabó el día. Sólo 5 días... 5 días.... (Pensé)
Llegué a casa cansada. Abrí la maleta y empecé a meter ropa. Bufanda, guantes, botas, paraguas, polares, gafas de sola, accesorios... Mi madre me llamó para comer. En la comida dejo caer que hoy tenía la reunión con mi tutor, para hablar del viaje de estudios y mis notas. Mientras intentaba escuchar a mi madre, mi hermana pequeña estaba dando la lata, como siempre. Le echaría de menos, aunque no lo parezca. Será pesada, pero es mi hermana pequeña y la quiero como tal. Después de comer, hice los deberes, y estudie para los exámenes de la semana. A la hora y pico de estar sentada en el escritorio estudiando aburrida, decidí que era hora de tomarme un descanso. Cogí mi guitarra y empecé a tantearla. Aún no sabía tocarla bien del todo, pero nadie me iba a quitar la ilusión y las ganas. Es un reto que me e propuesto, y no me voy a rendir.
Por fin se hicieron los 8:00 de la mañana, por fin de día. Empezó a subir gente, primero Alejandra, después Jorge, seguido Juanan (el hermano de Moi) Y acto seguido, todo el resto de la peña. Vino Rossi, nos preparó chocolate caliente con galletas para desayunar. Yo seguía con la sensación de rechazo con lo cual bajé para empezar a desmontar y guardar las cosas. Cuando terminé de guardarlo todo, sudaba la gota gorda, a puro rayo de sol a las 12:00 de la mañana. Cogí el móvil y llame a mi madre, triste, pensando que después de casi 2h aquí abajo, yo sola, nadie me había echado en falta.
+Hola, dime.
- Ven a por mi mami
+ Vale, ¿Tenemos que llevar a alguien?
- Sí, por suerte. (Dije en tono sarcástico)
+ En 10 minutos salgo para allá.
- Vale, si te pierdes, llámame
+ Vale.
45 minutos más tarde llegó. Bajé, empecé a cargar las cosas en el coche. Sin despedirme de nadie subí al coche. Alejandra y Julieta subieron. Nos pusimos en marcha. Al cruzar la frontera entre Alicante y San Vicente del Raspeig, en una rotonda, vimos a un chico alto, moreno, pelo rizado, ojos claros, verdes azulados exactamente, una sonrisa blanca, preciosa, se estaba sacando una camiseta lisa blanca. En el mini cooper azul cielo, habían otros 4 chicos guapísimos sentados en el coche. No me pude fijar muy bien ya que íbamos muy deprisa y tenía mucho sueño. De repente mi madre grita:
+Tío, bueno!
Mis amigas, se giraron de inmediato, pero yo, ya estaba mirando, no solo por esa perfecta belleza si no porque seguramente sería la ultima vez que vería esta parte de Alicante y alrededores de San Vicente. Dejamos a Julieta en el portal de su casa, enfadada aún por lo de ayer, simplemente le dirigí un
-Adiós.
Ni siquiera una mísera sonrisa. Cuando dejamos a Alejandra en su casa le dediqué la mejor de mis sonrisas, pues había estado toda la noche anterior conmigo y me comprendía. Sentí un gran vacío, era mi última semana, debía aprovecharla. Pero ahora mismo, ni quería, ni podía pensar, tenía demasiado sueño. Llegué a mi casa, puse todo a lavar, empecé a quitarme la ropa, despacio, suavemente, tratando de no rozar mis frías manos con el resto de mi cuerpo. Cuando entré a la ducha el agua estaba fría, no me aparté, necesitaba despejarme las ideas y el agua fría es lo mejor que hay para ello. Poco a poco el agua se fue calentando y con ello el baño y mi cuerpo. Al salir había mucho vapor, era muy espeso y cálido. Parecía una sauna, el espejo goteaba por el cambio de temperatura al abrir la puerta y al mismo ritmo el duchador. Cogí la toalla, me sequé y luego me envolví otra en la cabeza. Salí, me encremé todo el cuerpo, me puse el pijama y me fui a dormir, sin comer ni beber nada, tenia demasiado sueño y cansancio como para hacerlo. Sonó el despertador a las 6:30 de la mañana. Me levante agitada.
- Porque coño esta sonando el despertador? (Miré el móvil, la fecha) Ostia puta! Que es lunes! He dormido todo el día? Me han parecido 15 minutos! Joder... tengo que ir al instituto?! Y si no voy? Bah! Me quedo durmien... MIERDA! Tengo examen de sociales! Venga, aún me queda media hora para seguir durmiendo
Me acosté, las 7:00
- Madre mía, acaba de sonar el despertador y ya estoy hasta los huevos del día de hoy... no podíamos empezar un poco mas tarde?
Bueno... es lunes... el mejor día de toda la semana. No tengo: matemáticas, naturales, ni música y tengo e. física y A.E, 2 horas totalmente inservibles.
Me levanté, me vestí, me preparé, me lavé los dientes, me cepillé el pelo, me puse las lentillas... y me dispuse a salir de casa.
- Que frío ché!
Normal, tan solo hacía 6° y había mucha humedad. Pasaron las horas, lentamente, pero pasaron. Cada vez más nerviosa por el examen. Después del examen el profesor decidió hacer un experimento.
- Que experimento ni que mierdas?! Es uno de los exámenes más importantes del trimestre y quieres hacer un experimento? (Pensé)
Por suerte el experimento me dio un buen resultado. Justo la nota que me había puesto mi compañera. Última hora del día. Alternativa. Deberes. Pensamientos. Que metería en la maleta? Cada vez tendría menos ropa en el armario.
Sonó la canción de " Stand up, get up" de Bob Marley como campana del instituto que marcaba el cambio de clase para algunos y el fin del día para otros. Yo soy una de esas afortunadas que los lunes y los martes aún se va pronto, pero el año que viene, eso cambiará...
- Por fin se acabó el día. Sólo 5 días... 5 días.... (Pensé)
Llegué a casa cansada. Abrí la maleta y empecé a meter ropa. Bufanda, guantes, botas, paraguas, polares, gafas de sola, accesorios... Mi madre me llamó para comer. En la comida dejo caer que hoy tenía la reunión con mi tutor, para hablar del viaje de estudios y mis notas. Mientras intentaba escuchar a mi madre, mi hermana pequeña estaba dando la lata, como siempre. Le echaría de menos, aunque no lo parezca. Será pesada, pero es mi hermana pequeña y la quiero como tal. Después de comer, hice los deberes, y estudie para los exámenes de la semana. A la hora y pico de estar sentada en el escritorio estudiando aburrida, decidí que era hora de tomarme un descanso. Cogí mi guitarra y empecé a tantearla. Aún no sabía tocarla bien del todo, pero nadie me iba a quitar la ilusión y las ganas. Es un reto que me e propuesto, y no me voy a rendir.
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