Capitulo 12. 1/3
Mientras andaba hacia mi nueva familia durante un par de meses, pensaba que les diría. Cada vez estaba más cerca, y más nerviosa. De repente me di cuenta de que debía aprender a hablar alemán, verbos, todos los números, geografía, historia, ciencias naturales, e idiomas. Lo único que se me daría mejor que a nadie en el instituto sería la clase de español, también las clases artísticas, tanto dibujo como música. Estando ya, a pocos metros de ellas me recibieron con una sonrisa en la cara y un alegre saludo. Araceli sacudía la mano como si tuviera una araña en ella, e intentara sacársela de encima. Pero tenia una sonrisa muy especial y alegre, la que me traía vagos recuerdos sobre mis primeros años de vida, cuando vivía aquí, cuando éramos inseparables, cuando bailábamos, dormíamos, estudiábamos, todo, juntas. Solo a tres pasos de distancia solté la maleta y la abracé con fuerza, ella me respondió con el mismo gesto. La echaba de menos, cuando en casa, veía todas aquellas fotos tan infantiles, pero tan olvidadas y con tantos recuerdos. Me entraba la nostalgia. La nostalgia de volver a donde nací y donde debería haberme quedado. Pero por fin estaba allí junto a mi nueva familia, deseando llegar a casa y llamar a mamá. Abracé también a mi tía Margarita, después de unos breves abrazos y una pequeña conversación salimos disparadas hacia el coche, las tres estábamos de acuerdo en que teníamos frío y hambre. Nada más salir por la puerta automática me quedé paralizada de la emoción. Estaba nevando, era muy bonita, era especial, era invernal, era… alemana. Hacia tanto tiempo que no veía la nieve… la vi por última vez a mis 3 años, antes de irme a España, y una vez allí no la volví a ver. Mientras ellas seguían avanzando con mis maletas en la mano yo contemplaba la nieve, los copos y rápidamente saqué la cámara, debía hacer una foto, a la nieve, y a mí con la nieve. Aunque en mis 6 meses de estancia en Alemania la vería millones de veces hasta aborrecerla, tenía que disfrutar de la ilusión que tenía, estaba muy feliz, aun no me podía creer que estuviera allí y estuviera viviendo uno de mis pequeños sueños. Cuando se percataron de que no las seguía, se pararon en seco y echaron la vista hacía atrás. Me sonrieron, y esperaron a que terminara de disfrutar el momento. Las vi y fui corriendo hacia ellas, hacia frío y se querían ir a casa, no por ser nueva aquí las dejaría chupar frío. Llegamos al coche, lo dispusimos todo y partimos. Había casi 1 hora de viaje hacia la pequeña ciudad de Bochum, donde yo había nacido y había deseado ir. Nada más llegar me duché me vestí y comimos, cenamos el mejor remedio que hay para un día de invierno. Sopa! Al terminar llamé a mamá. Marqué el número, y estuvo comunicando durante un par de minutos cuando por fin alguien me respondió. Era Valentina, mi hermana pequeña.
-Conversación telefónica-
+Hola?
-Hola! Ha sido la ganadora que se a echo en una pagina web, gracias por haber sido la visitante 1.000! Ha sido ganadora de un fantástico viaje a Alemania para visitar a su hermana mayor Giovanna que los echa mucho de menos.
+Jajajaja hola Gio, que tal todo por allí?
-Bien, supongo. Acabamos de llegar, ¡estaba nevando! Ha sido increíble (*-*) me encanta estar aquí, pero os echo de menos.
+ ¿Esta nevando? ¡Que pasada! Nosotros también te extrañamos, pero veras como dentro de un par de días ni te acordaras de nosotros. Bueno, pásatelo muy bien, me tengo que ir a dormir que mañana tengo que ir al colegio, es lunes ¿recuerdas? Te paso con mami.
-Vale, buenas noches, hablamos mañana por el MSN. Un beso.
+Igualmente. (¡Mamá! ¡Giovanna al teléfono! ¡Quiere hablar contigo! (-Se escuhaba por detrás-) Ya viene, es que estaba terminando de cenar.
-Vale, ¡buenas noches Valen!
Nina busca y coge el teléfono. ¡Valentina! ¡Ándate a dormir! ¡Que mañana te quedas dormida! (Se escuchaba por detrás) Mientras mi madre y mi hermana discutían a grito pelado, yo me estaba vistiendo y metiéndome en la cama calentita.
+ Hola Giovanna. ¿Qué tal el viaje?
-Hola má! Bien, bien, interesante. ¿Ya esta Valentina rechistando para irse a acostar?
+¡Sí! Pero en el fondo sabe que tengo razón. ¿Interesante? ¿Interesante porqué?
-Ya te contaré. Mañana te escribo un e-mail contándotelo. Me tengo que ir a dormir ya, mañana el lunes, primer día y aunque yo vaya a ir un poco más tarde, aquí me tengo que levantar antes, sobre las 5 de la mañana si me quiero duchar, además hace frío y tengo sueño.
+ Sí, es buena idea. Hablamos mañana. ¡Buenas noches!
-Gracias, igualmente. Besos para todos. Buenas noches mami, te quiero.
-Fin de la conversación telefónica-
Mientras andaba hacia mi nueva familia durante un par de meses, pensaba que les diría. Cada vez estaba más cerca, y más nerviosa. De repente me di cuenta de que debía aprender a hablar alemán, verbos, todos los números, geografía, historia, ciencias naturales, e idiomas. Lo único que se me daría mejor que a nadie en el instituto sería la clase de español, también las clases artísticas, tanto dibujo como música. Estando ya, a pocos metros de ellas me recibieron con una sonrisa en la cara y un alegre saludo. Araceli sacudía la mano como si tuviera una araña en ella, e intentara sacársela de encima. Pero tenia una sonrisa muy especial y alegre, la que me traía vagos recuerdos sobre mis primeros años de vida, cuando vivía aquí, cuando éramos inseparables, cuando bailábamos, dormíamos, estudiábamos, todo, juntas. Solo a tres pasos de distancia solté la maleta y la abracé con fuerza, ella me respondió con el mismo gesto. La echaba de menos, cuando en casa, veía todas aquellas fotos tan infantiles, pero tan olvidadas y con tantos recuerdos. Me entraba la nostalgia. La nostalgia de volver a donde nací y donde debería haberme quedado. Pero por fin estaba allí junto a mi nueva familia, deseando llegar a casa y llamar a mamá. Abracé también a mi tía Margarita, después de unos breves abrazos y una pequeña conversación salimos disparadas hacia el coche, las tres estábamos de acuerdo en que teníamos frío y hambre. Nada más salir por la puerta automática me quedé paralizada de la emoción. Estaba nevando, era muy bonita, era especial, era invernal, era… alemana. Hacia tanto tiempo que no veía la nieve… la vi por última vez a mis 3 años, antes de irme a España, y una vez allí no la volví a ver. Mientras ellas seguían avanzando con mis maletas en la mano yo contemplaba la nieve, los copos y rápidamente saqué la cámara, debía hacer una foto, a la nieve, y a mí con la nieve. Aunque en mis 6 meses de estancia en Alemania la vería millones de veces hasta aborrecerla, tenía que disfrutar de la ilusión que tenía, estaba muy feliz, aun no me podía creer que estuviera allí y estuviera viviendo uno de mis pequeños sueños. Cuando se percataron de que no las seguía, se pararon en seco y echaron la vista hacía atrás. Me sonrieron, y esperaron a que terminara de disfrutar el momento. Las vi y fui corriendo hacia ellas, hacia frío y se querían ir a casa, no por ser nueva aquí las dejaría chupar frío. Llegamos al coche, lo dispusimos todo y partimos. Había casi 1 hora de viaje hacia la pequeña ciudad de Bochum, donde yo había nacido y había deseado ir. Nada más llegar me duché me vestí y comimos, cenamos el mejor remedio que hay para un día de invierno. Sopa! Al terminar llamé a mamá. Marqué el número, y estuvo comunicando durante un par de minutos cuando por fin alguien me respondió. Era Valentina, mi hermana pequeña.
-Conversación telefónica-
+Hola?
-Hola! Ha sido la ganadora que se a echo en una pagina web, gracias por haber sido la visitante 1.000! Ha sido ganadora de un fantástico viaje a Alemania para visitar a su hermana mayor Giovanna que los echa mucho de menos.
+Jajajaja hola Gio, que tal todo por allí?
-Bien, supongo. Acabamos de llegar, ¡estaba nevando! Ha sido increíble (*-*) me encanta estar aquí, pero os echo de menos.
+ ¿Esta nevando? ¡Que pasada! Nosotros también te extrañamos, pero veras como dentro de un par de días ni te acordaras de nosotros. Bueno, pásatelo muy bien, me tengo que ir a dormir que mañana tengo que ir al colegio, es lunes ¿recuerdas? Te paso con mami.
-Vale, buenas noches, hablamos mañana por el MSN. Un beso.
+Igualmente. (¡Mamá! ¡Giovanna al teléfono! ¡Quiere hablar contigo! (-Se escuhaba por detrás-) Ya viene, es que estaba terminando de cenar.
-Vale, ¡buenas noches Valen!
Nina busca y coge el teléfono. ¡Valentina! ¡Ándate a dormir! ¡Que mañana te quedas dormida! (Se escuchaba por detrás) Mientras mi madre y mi hermana discutían a grito pelado, yo me estaba vistiendo y metiéndome en la cama calentita.
+ Hola Giovanna. ¿Qué tal el viaje?
-Hola má! Bien, bien, interesante. ¿Ya esta Valentina rechistando para irse a acostar?
+¡Sí! Pero en el fondo sabe que tengo razón. ¿Interesante? ¿Interesante porqué?
-Ya te contaré. Mañana te escribo un e-mail contándotelo. Me tengo que ir a dormir ya, mañana el lunes, primer día y aunque yo vaya a ir un poco más tarde, aquí me tengo que levantar antes, sobre las 5 de la mañana si me quiero duchar, además hace frío y tengo sueño.
+ Sí, es buena idea. Hablamos mañana. ¡Buenas noches!
-Gracias, igualmente. Besos para todos. Buenas noches mami, te quiero.
-Fin de la conversación telefónica-
Capitulo 12 2/3 *Narra Nina*
Unas cuantas horas después, de haberse ido Giovanna calculé que debía haber llegado ya. La llamé pero no atendió el contestador. –Tendrá el móvil apagado aun. La llamaré a casa. Llamé a casa y me atendió Bern el marido de Margarita. Me dijo que aun no habían llegado, que la avisaría, para que me llamara. Unas dos horas mas tarde, efectivamente me llamó.
+ ¡Mamá! ¡Giovanna al teléfono! ¡Quiere hablar contigo!
-¡Voy!
Busqué y cogí el teléfono.
-¡Valentina! ¡Ándate a dormir! ¡Que mañana te quedas dormida! -Grité-
+ Hola Giovanna. ¿Qué tal el viaje?
-Hola má! Bien, bien, interesante. ¿Ya esta Valentina rechistando para irse a acostar?
+ ¡Sí! Pero en el fondo sabe que tengo razón. ¿Interesante? ¿Interesante porqué?
-Ya te contaré. Mañana te escribo un e-mail contándotelo. Me tengo que ir a dormir ya, mañana el lunes, primer día y aunque yo vaya a ir un poco más tarde, aquí me tengo que levantar antes, sobre las 5 de la mañana si me quiero duchar, además hace frío y tengo sueño.
+ Sí, es buena idea. Hablamos mañana. ¡Buenas noches!
-Gracias, igualmente. Besos para todos. Buenas noches mami, te quiero
Después de habar con Giovanna por lo menos cinco minutos estaba mucho mas tranquila. Sabía que había llegado bien a casa y que estaba ansiosa por empezar la escuela. Mañana llamaría a Margarita para preguntarle sobre la escuela, los estudios, el dinero, el móvil… etc. Por lo pronto esperaría a mi marido, y contarle que Giovanna había llegado bien, sin problemas. No tardó mucho más en llegar, pero tardamos en dormirnos, intentamos ver una película, pero caímos rendidos al poco tiempo, estábamos muy cansados. Había sido un día muy largo.
Unas cuantas horas después, de haberse ido Giovanna calculé que debía haber llegado ya. La llamé pero no atendió el contestador. –Tendrá el móvil apagado aun. La llamaré a casa. Llamé a casa y me atendió Bern el marido de Margarita. Me dijo que aun no habían llegado, que la avisaría, para que me llamara. Unas dos horas mas tarde, efectivamente me llamó.
+ ¡Mamá! ¡Giovanna al teléfono! ¡Quiere hablar contigo!
-¡Voy!
Busqué y cogí el teléfono.
-¡Valentina! ¡Ándate a dormir! ¡Que mañana te quedas dormida! -Grité-
+ Hola Giovanna. ¿Qué tal el viaje?
-Hola má! Bien, bien, interesante. ¿Ya esta Valentina rechistando para irse a acostar?
+ ¡Sí! Pero en el fondo sabe que tengo razón. ¿Interesante? ¿Interesante porqué?
-Ya te contaré. Mañana te escribo un e-mail contándotelo. Me tengo que ir a dormir ya, mañana el lunes, primer día y aunque yo vaya a ir un poco más tarde, aquí me tengo que levantar antes, sobre las 5 de la mañana si me quiero duchar, además hace frío y tengo sueño.
+ Sí, es buena idea. Hablamos mañana. ¡Buenas noches!
-Gracias, igualmente. Besos para todos. Buenas noches mami, te quiero
Después de habar con Giovanna por lo menos cinco minutos estaba mucho mas tranquila. Sabía que había llegado bien a casa y que estaba ansiosa por empezar la escuela. Mañana llamaría a Margarita para preguntarle sobre la escuela, los estudios, el dinero, el móvil… etc. Por lo pronto esperaría a mi marido, y contarle que Giovanna había llegado bien, sin problemas. No tardó mucho más en llegar, pero tardamos en dormirnos, intentamos ver una película, pero caímos rendidos al poco tiempo, estábamos muy cansados. Había sido un día muy largo.
Capitulo 12 3/3 *Narra Margarita*
Eran las 8 de la mañana cuando Araceli llamó a mi puerta ilusionada.
+ ¡Mamá, mamá! Hay que limpiar, ordenar y acomodar, quiero que este todo perfecto para cuando llegue Giovanna. Tengo tantas ganas de verla… hace tanto tiempo que no estamos juntas…
-Bueno pues prepárate, porque vamos a dejarlo todo como los chorros del oro.
Estuvimos como poco 3 horas organizándolo todo, su nueva habitación sobre todo. Habíamos comprado una par de cosas y las habíamos colocado. Comimos y nos preparamos con antelación. Debíamos estar listas sobre las 6 para ir al aeropuerto y recogerla. Una hora antes de salir hacia allí, Araceli, me estaba sacando de quicio. Ya sé que estaba deseando verla, pero estaba todo el día que si con Giovanna vamos a ir a no sé donde, que si con Giovanna no sé que más. Hace mucho tiempo que no la veía tan ilusionada. Por fin llegó el momento y nos marchamos. No tardamos mucho en llegar, pero estuvimos esperando un rato. Al salir Araceli la saludaba como si le dependiera la vida de ello, y ella, le respondió con una gran abrazo. Estábamos las tres muy contentas, hambrientas y con frío. Salimos rápido deseando llegar a casa y poder comer algo caliente y meternos en la cama. Al llegar a casa lo primero que izo fue llamar a su casa. Después de eso se acostó y se durmió rápidamente. En eso, se notaba que era alemana, aquí como no te duermas deprisa es un sufrimiento con el frío y eso se aprende con experiencia. Había sido un día largo y agotador. Mañana sería otro día, debíamos descansar debidamente.
Eran las 8 de la mañana cuando Araceli llamó a mi puerta ilusionada.
+ ¡Mamá, mamá! Hay que limpiar, ordenar y acomodar, quiero que este todo perfecto para cuando llegue Giovanna. Tengo tantas ganas de verla… hace tanto tiempo que no estamos juntas…
-Bueno pues prepárate, porque vamos a dejarlo todo como los chorros del oro.
Estuvimos como poco 3 horas organizándolo todo, su nueva habitación sobre todo. Habíamos comprado una par de cosas y las habíamos colocado. Comimos y nos preparamos con antelación. Debíamos estar listas sobre las 6 para ir al aeropuerto y recogerla. Una hora antes de salir hacia allí, Araceli, me estaba sacando de quicio. Ya sé que estaba deseando verla, pero estaba todo el día que si con Giovanna vamos a ir a no sé donde, que si con Giovanna no sé que más. Hace mucho tiempo que no la veía tan ilusionada. Por fin llegó el momento y nos marchamos. No tardamos mucho en llegar, pero estuvimos esperando un rato. Al salir Araceli la saludaba como si le dependiera la vida de ello, y ella, le respondió con una gran abrazo. Estábamos las tres muy contentas, hambrientas y con frío. Salimos rápido deseando llegar a casa y poder comer algo caliente y meternos en la cama. Al llegar a casa lo primero que izo fue llamar a su casa. Después de eso se acostó y se durmió rápidamente. En eso, se notaba que era alemana, aquí como no te duermas deprisa es un sufrimiento con el frío y eso se aprende con experiencia. Había sido un día largo y agotador. Mañana sería otro día, debíamos descansar debidamente.
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