miércoles, 21 de marzo de 2012

Capitulo 28.

Capitulo 28.
 Releí por tercera vez aquella carta que acompañaba el bonito colgante.
“Querida Giovanna: Buenas días princesa, primero, felicidades, espero que te lo pases genial en tu día. También espero que te guste el pequeño regalo que te e hecho. No sé si me habrás olvidado, yo no lo e hecho, de vez en cuando me acuerdo de aquella noche mágica que pasamos juntos, de esos pocos día que aprovechamos, y pienso en que estarás haciendo ahora mismo. Me habrá olvidado? Me odiará? Se acuerda de mi? Llevará puesto el anillo que le regalé? Son dudas que aun no he resuelto, pero la que mas me ronda la cabeza, la que constantemente pienso es, si algún día volveremos a encontrarnos, yo, sinceramente creo que sí, pero no se cuanto tiempo falta para ello. Te escribía esta carta para demostrarte que no me e olvidado de ti, que me acuerdo de tu cumpleaños, y quería felicitártelo, pensaba llamarte, pero pensé que esto era más romántico así, además como te daría el colgante? Los chicos dicen que les gustaría volver a verte, y que esperan poder pasar por España para dar un concierto y poder visitar el país de una vez, y sobre todo demostrarte que han mejorado mucho lo poco que les enseñaste de español. Pronto empezaremos la gira por USA, después iremos a Australia y supongo que después de este largo tour, haremos uno europeo. Danielle y Eleonor no están con nosotros, pero según Louis y Liam, quieren recuperar el contacto contigo. Estoy deseando volver a verte, aunque pase mucho tiempo. Con esta carta me despido, hasta la próxima vez que te escriba, o te vea, o te llame.” Psd: Recuerdame. Love, Niall.
Cuando leí todas las cartas, llamé a Araceli y a Alexis para contárselo todo, tal y como había prometido.
*Fin del flashback*
 Después de releer aquellas cartas, ver el álbum de fotos y ponerme el colgante, volví a cerrar esa etapa de mi vida, ya era bastante mayorcita como para andarme con tonterías. Seguía guardando mis cosas, y poco a poco iba encontrando muchos recuerdos de mi adolescencia. Mis posters de One Direction y de McFly, mis discos de música, un mural que me regalo Sara para mi decimo cuarto cumpleaños, libretas del instituto, dibujos, trabajos, libros, camisetas con fotos, mi taza del Star Bucks, el dinero de Alexis que nunca usé, una entrada del concierto, mi peluche de la niñez… Son cosas que me marcaron. Cada uno de aquellos objetos mantenía un recuerdo. No tardé en terminar de embalar mis cosas, salir de la habitación y dejar a tras todos los recuerdos. Mi familia me acompañó al aeropuerto donde tomaría un viaje destino a Madrid, para ir a la universidad, a estudiar psicología, idiomas y quizás baile. Al llegar me despedí de ellos, mi madre lloró, pues su hija mayor se iba del nido. Le dije que llamaría, que podrían visitarme y le prometí a Valentina que iría a visitarla, y que en vacaciones podría venir conmigo un par de semanas, ir a la Warner y visitar Madrid. Valentina me miro de forma rara cuando le dije que podría quedarse un par de días conmigo, ella siempre me decía que la trataba como a una niña y aunque Valentina tenia ya 16 años, en el fondo sabía que le hacia ilusión quedarse un par de días conmigo y alejarse de mamá y papá, sentirse libre. Me despedí, y subí al avión. A las dos horas ya estaba en Madrid, tomé un taxi hacia la universidad, pero primero pasé por un KFC a comer algo. Entré tranquilamente, pedí el pollo y me senté en una mesa a comer. Cuando terminé, saqué mi libro “Predestinados” y comencé a leer. De repente algo hizo, que se me cayera el libro al suelo, perdiendo la pagina que estaba leyendo.
+OH! Perdona, voy con prisas.
-No es nada, pasa.
+Gracias, oye… no tendrás un pañuelo?
-Claro, espera. Para que lo necesitas?
Cuando me di la vuelta para darle el pañuelo a aquella chica ya no estaba, la camarera se me acercó para retirarme el plato.
-Perdona, me puedes traer un vaso de agua?
+Por supuesto.
-Muchas gracias. Conoces a aquella chica?
+La de allá?
-Sí.
+Sí, es una chica que se llama María, siempre esta cantando en el baño, es una clienta fija, se reúne aquí con su manager. Creo que quieren hacer una actuación en directo.
-Ah… Toma, quédate con el cambio. Puedo dejar un minuto aquí las cosas?
+Claro. Muchas gracias por la propina.
-Nada.
 Subí las escaleras y allí estaba aquella chica, guapa, alta, y con una voz flipante.
+Ah, ho-ho-ho-hola.
-Hola, te traigo el pañuelo que me pediste antes, no pares, cantas muy bien.
+Gracias por el pañuelo, no todo el mundo te lo da. Muchas gracias, pero llevo cantando desde que soy pequeña.
-Y por que cantas aquí?
 +Mi manager sigue buscando un sitio donde actuar en directo.
 -Pues suerte, no te rindas, cantas muy bien.
 +Gracias. -Ya nos veremos, suerte de nuevo.
+Toma, este es mi número, te hablaré por el WhatsApp.
 Bajé, cogí mis cosas y me fui a la residencia universitaria, dejé las maletas, y di una vuelta por el campus, la residencia, y el edificio. Los primeros días me perdería un poco, pero me acostumbraría. Me duché, me vestí y me fui a dormir, había sido un día muy largo y mañana era sábado, quería visitar un poco la ciudad. Era temprano cuando me levanté, me duché, me vestí y fui a dar una pequeña caminata mañanera, para seguir con mi vida normal. Baile los lunes y viernes, dieta, caminata o patinaje por las tardes, y encontrar a una amiga, una buena amiga que me acompañe a desayunar o comer y pasar las tardes juntas. Pensé que quizás encontrar una compañera de piso seria una buena idea. En mi caminata mañanera, vi un Star Bucks, cerca de la universidad. Entré, pedí un cappuccino, un croissant, y desayuné tranquilamente en mi nueva vida, nueva rutina. Estuve una hora sentada al lado de la ventana, desayunando, viendo como la gente pasaba por la calle. Por un momento miré la pantalla de la televisión, estaban pasando un anuncio de un concierto, aquí, en Madrid. De un grupo que me marcó para siempre. Nada más ver ese anuncio pagué, y busqué un sitio donde comprar la entrada. Era el mes que viene, en Octubre. El catorce de octubre para ser exactos. Estuve dos horas andando, buscando un establecimiento para comprar la entrada. Mientras andaba, vi Madrid sin darme cuenta, estuve paseando toda la mañana. Llegué a casa cansada. Cené algo, me duché, y vi un par de películas. Me acosté bastante tarde, después de quedarme dormida en el sofá, me fui a la cama, mañana me tenía que sentir bien, mañana tenia que organizarme. Limpiar, ordenar y organizar mis cosas.

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