martes, 31 de julio de 2012

Capítulo 43.


Me despierto asustada. ¿Donde estoy? Intento moverme, pero estoy amarrada a la cama. Pataleo y grito para que alguien me escuche y me saque de aquí. Se abre la puerta y aparece Lucas, en calzoncillos.
+ Bien, estás despierta. -Hago una mueca- así será más divertido.
Intento quitarme la pesada sabana de encima, y cuando lo consigo me sorprendo al verme sin nada, ni una sola prenda sobre mi cuerpo, solo las sabanas lograban taparme. Miro hacia donde está Lucas, pero retiro la vista al instante al ver que está en las mismas condiciones que yo. Abro los ojos, y los cierro con fuerza la ver su rosado miembro entre sus manos, masturbándose mientras me miraba. Apreto los ojos para que esta situación desaparezca, pero debo volver al mundo real, cuando bruscamente, me la introduce.

~~ Esa misma mañana, en otro lado de la ciudad ~~
-Narra Ryan-
Me despierto dolorido. No sé donde estoy, abro los ojos poco a poco, y veo que estoy en un hospital. Me enderezo y me toco la boca. Tenia la mandíbula hinchada, con rastros de sangre. Me levanto, y voy al baño. Me observo, intentado recordar que había pasado para que terminara en el hospital. Vuelvo a mi habitación para coger mis cosas e irme. Abro la puerta y encuentro a tres persona dentro de ellas. Una enfermera, un policía y Marina.
+¡Dios santo Ryan, menos mal que estas bien!
+ Señor Callaghan tendremos que hacerle unas preguntas.
+ El señor Callaghan se las responderá encantado, pero ahora debo curarle las heridas. En cuanto termine les avisaré.
+ Por supuesto señorita.
Observé la conversación sin enterarme de nada. Los agentes de policía y Marina salieron de la habitación. Me acerqué a la camilla, tal y como la enfermera me había indicado. Me tumbé y empezó a mirarme y curarme las heridas. Cambio un par de vendas, desinfecto los puntos.
- Señorita, ¿Podría decirme que me ha pasado? ¿Cómo he llegado hasta aquí?
+ Se lo explicaré. Hoy a la madrugada, un ciudadano lo encontró inconsciente en la calle, tirado en el suelo sangrando. Cómo buen ciudadano llamó a la ambulancia, y así llegó al hospital. Los para médicos te pusieron una máscara de oxígeno, habías perdido mucha sangre. Cuando llegaste tuvimos que coserte la frente y desinfectarte la herida de la cabeza. Has estado dormido dos días. Alguien te dio duro.
- Y fuerte por lo que veo. -Dije mientras me tocaba la mandíbula inflamada-
+También.
- Tengo otra pregunta. ¿Porqué está aquí la policía? ¿Y porqué quiere hablar conmigo?
+ Eso deberá preguntárselo a ellos.
Suena un eléctrico pitido de su busca.
+ Debo irme, dentro de un rato vuelvo para ver como evoluciona. Beba mucho agua y cómase lo que le traigan otras enfermeras, si le duele algo o siente alguna molestia presione el botón o grité y alguna enfermera aparecerá al momento.
Asiento y desaparece por la puerta. Antes de qué la puerta se cierre, dos agentes de policía entran.
+ Buenos días señor Callaghan.
-Buenos días agente. Dígame, ¿Que desean preguntarme?
+ Hemos venido para preguntarle por Giovanna Smith. Su compañera de piso denunció su desaparición. Llamó a todos sus amigos, y al trabajo. A la casa de un tal Lucas y nadie sabía nada de ella. Usted fue el último en verla. ¿Dónde está?
- Yo no fui el último. Fue Lucas, su ex-novio. Él es el que me hizo esto. -Señale mi mandíbula hinchada- Y esto -señalé los puntos que debieron coserme ayer en la frente-
Uno de los agentes sacó un pequeña libreta, un bolígrafo y apuntó lo que les había dicho.
Una enfermera entró a la habitación con una bandeja que contenía pollo a la plancha, un poco de ensalada, una botella de agua, una manzana y un postre. Coloca  la bandeja sobre mi regazo.
-Muchas gracias.
Asiente y se marcha. Los agentes siguen haciendo preguntas mientras yo me como lo que la joven enfermera me había traído. Ellos me preguntaban, y yo sólo asentía y negaba con la cabeza.
+ Bien. Señor Callaghan ya hemos terminado. Gracias por su ayuda. Cuando sepamos algo se le notificará de ello.
- Muchas gracias por mantenerme informado.
Se fueron. No pude contener mi calma más tiempo. Salí de esa habitación. Busqué un teléfono y llamé a la casa de Giovanna.
*Llamada telefónica*
+ ¿Hola? ¿Giovanna?
- Hola, siento decepcionarte, soy Ryan.
+ Ah, hola Ryan.
- ¿Sabéis algo? ¿Sabéis donde está?
+ Si lo supiéramos no estarías llamando.
- Cierto.
Hubo un breve silencio.
-Estoy en el hospital.
+ ¿Que te ha pasado?
- El cabrón de Lucas me mandó aquí.
+ Hijo de puta...
- Me ha abierto la cabeza, y me ha hinchado la mandíbula, también me ha dañado la cabeza.
+ Cuando lo coja lo mato, así de claro.
- Que directa.
+ ¿Yo? Muchísimo. Con mi amiga no se mete ni dios.
- Te entiendo. En cuanto vea a ese cabrón le parto la cara.
+ ¡Así me gusta!
- En cuanto me den el alta me pasaré por tu casa. ¿Te parece bien?
+ Claro. Si no te dan el alta mañana me pasaré por el hospital.
- Te espero. Te tengo que dejar. Si sabes algo llámame por favor.
+ No te preocupes por eso.
*Fin de la llamada telefónica*
Volviendo a mi habitación paso por el baño. Compruebo que está totalmente vacío y me pongo a gritar y a despotricar. ¿Porqué? ¿Porqué se la ha llevado? ¿Qué le habrá hecho? ¿Dónde estará? ¿Cuándo volveremos a verla? Me desahogue bastante. Volví a mi habitación. Abrí la puerta y allí estaba Marina, esperándome con un café. Al entrar no pude maquillar mi aspecto y ella enseguida lo notó. Le dije que se sentara y le conté lo ocurrido. Derramó un par de lágrimas.
+Vamos a encontrarla.
Se levantó, cogió el móvil, empezó a llamar a gente y en una hora Marina había reunido una patrulla para encontrar a Giovanna.




Espero que os guste, que de alguna forma os identifiquéis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

domingo, 29 de julio de 2012

Capítulo 42.


Me levanté temprano, desperté al resto, y mientras desayunábamos le conté a Valeria, lo del viaje a Inglaterra. La idea pareció entusiasmarle.
- No nos podemos tomar esto a la ligera. Tenemos tiempo aún. Nos vamos en mayo, estamos a finales de año, tenemos cinco meses para ahorrar, buscar casa, trabajo y universidad, también tendremos que ponernos en buen estado físico, ya que seguramente hagan examen de selección, y tenemos que estar a la altura.
+ Apuntado. Ahora mismo me pongo a buscar trabajo.
- Bien. Me tengo que ir, nos vemos luego.
Me fui al trabajo. Como secretaria, atendí llamadas, apunté recados.
*Llamada telefónica*
-Buenos días. Le atiende Giovanna, el señor Callaghan está reunido. ¿En qué puedo ayudarle?
+ Buenos días. Me gustaría hablar con él.
- Está reunido, le diré que ha llamado.
+ No. Lo quiero al habla en dos minutos
- Por supuesto. ¿De parte de...?
+ Caitlin.
Pongo la llamada en espera. Llamo al despacho de Ryan.
- Señor Callaghan, Caitlin en el linea 6. Dice que es urgente.
+ Gracias.
Colgué las dos llamadas y escuché como Ryan elevaba la voz y volvía a suavizarla. Me levanté, le preparé una tila, y esperé a que se enfriara un poco antes de entrar. Llamé a la puerta, me dieron permiso para entrar, y entré al despacho con una tila.
- Le he traído una tila señor Callaghan.
+ Aquí no nos oye nadie -Se levanta y me besa.-: y tampoco nos ven.
Me sonrojé.
- Bébete la tila
Había una pregunta que luchaba por salir al exterior, pero era la típica pregunta de novia celosa, cosa que no era.
+ Adelante, pregúntamelo. Se te nota que quieres saberlo.
- ¿Quien es Caitlin? -Después de preguntarlo me relajo bastante-
+ Es una chica con la que salí.
- Ahá...
+ Pero no quiero que te equivoques conmigo, no soy uno de esos que fingen quererte para echar un buen polvo y luego te largan. Caitlin fue novia, si es que se le puede llamar novia, durante una semana, por obligación. -Me extrañé- Cuando tus padres tienen dinero, solo quieren que te juntes con gente que también tenga dinero, pues así mismo, conocí a Caitlin. Sus padres son íntimos de los míos, y siempre desearon juntarnos, cosa que nunca acepté, hasta que para complacerlos, y para que dejaran de darme la tabarra accedí. Estuvimos una semana juntos, y lo intenté, pero no resultó. Le expliqué mi situación, y termine con ella. Se ve que para ella, sí había algo, y por eso quería hablar conmigo tan urgente.
- Ah. Tengo que volver al trabajo.
Asintió.
-Antes de irme, te doy los recados de está mañana.
Le di los recados y me marché del despacho rumbo la cafetera. Volví a mi sitio de trabajo con dos cafés. Un cappuccino para mí, y un café con leche para Marina, mi compañera de oficina.
- Ten. Un café con leche y tres azucarillos, como te gusta.
+ Siempre tan servicial.
Nos bebimos cada una su café, hasta que rompió el hielo.
+ La semana que viene hay una cena para celebrar el comienzo de un nuevo año en la empresa ¿Te apetece venir? Los nuevos generalmente no asisten, pero allá tú.
- Claro. Iré encantada
+ Hay que ir con pareja.
- Vale.
+ ¿Tú tienes?
- No
+ Yo tampoco
- Lloremos juntas.
Nos reímos y seguimos charlando. Era una de las pocas veces que habíamos hablado, pero cada vez que lo hacíamos nos reíamos y nos comprendíamos muy bien. Cuando llegó la hora de comer, nos fuimos a un bar cercano. Comimos tranquilamente, charlando sobre nuestra vida. La estruendosa melodía de 'Piratas del Caribe' interrumpió nuestra conversación. Busqué el móvil en el bolso, y para cuando me lo había pegado a la oreja ya habían cortado. Al minuto volvió a sonar, con otra melodía. Un SMS de Lucas.
Lucas: Tenemos que hablar sobre lo que sucedió ayer, ya estoy más relajado. Voy a recogerte al trabajo. Espérame.
Le respondo:
Giovanna: Vale. A las cinco en punto en la puerta.
Me guardó el móvil, y me dirijo a mi vaso de agua. Mientras bebía, Marina preguntó.
+¿Quien era?
Termino de beber y respondo
- Mi ex-pareja.
+ Ah. Lo siento.
- No. No te preocupes.
Terminamos de comer, pagamos la cuenta a medias y volvimos a la oficina. No hicimos mucho durante las tres siguientes horas, atendimos pocas llamadas, ya que todo el mundo estaba desocupado y tan solo teníamos que confirmar llamadas, y pasárselas a su correspondientes. Sobre todo, íbamos y veníamos de la máquina de café, transportándolos a los distintos despachos y oficinas. Miré el reloj, las 16:55. Empecé a recoger mis cosas, apagar el ordenador, y guardar los pocos archivos que habían sobre la mesa. Me abrigué y salí del edificio. Lucas estaba en la puerta esperándome, tal y como me había dicho. Me acerqué y hablamos tranquilamente sobre el asunto. Vi como Marina se alejaba, y la saludé, sin darme cuenta de que Ryan venía por detrás. Lucas se giró para ver a quien saludaba, y Marina ya estaba lo suficiente lejos como para que se creyera que la saludaba a ella. Al ver que se acercaba, puso una mueca de asco.
+ Buenas tardes Lucas. -Extendió la mano para saludarle-
Le miró con mala cara y rechazó la oferta de saludarle.
+ Vale. Bueno, al asunto. Venía a preguntarte Giovanna, si Marina te había comentado lo de la cena de la semana que viene.
- Sí. Me lo ha dicho.
+ ¿Y bien? ¿Irás?
- Supongo que sí.
+ Bien entonces. Nos veremos la semana que viene en la cena Lucas.
+ No creo. -Refunfuñó por lo bajo-
- Ya no somos pareja. - Terminé la frase-
A Ryan se le iluminó la cara, y no parecía sorprendido. No tardó mucho en volver a poner cara de póquer, ya que no quería problemas con nadie, y menos con Lucas.
+ ¿De que te alegras chaval?
+ No, de nada. -Reprimió una pequeña risa- Ya que no sois pareja... ¿Giovanna te gustaría ser mi pareja en la cena?
Dudé un segundo. No era el mejor momento para hacer ese tipo de preguntas. Antes de que pudiera responder Lucas le había encajado un puñetazo en la mandíbula. Reaccioné al instante.
- ¿Pero que coño haces? -Me apartó y siguió con lo suyo-
Ryan se defendía, pero Lucas estaba muy enfadado. Me quité los tacones, solté el bolso, y me subí a su espalda, dándole golpes para que lo soltara. Al ver que Ryan estaba en el suelo tumbado, sangrando, me bajé, lo aparté y le pegué un bofetón en la cara para que se le fuera la tontería. Se tocó la parte izquierda de la cara. Al tocarse la cara, me devolvió el golpe más fuerte de lo que yo se lo había dado, dejándome KO. Me subió a su hombro como un saco de patatas y nos marchamos a algún lugar.


Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

sábado, 28 de julio de 2012

Capítulo 41.


Se hizo la noche, y con ello un nuevo día. Dormí bastante mal, quizá porque mi cama era muy pequeña, o por la falta de compañía. Me levanté, desayuné, y me fui a trabajar.
- Tengo que sacarme el carné de conducir. -Pensé mientras cogía el tram-
A los quince minutos estaba en la puerta del trabajo. Todo el edificio eran oficinas. Subí por las escaleras, hasta encontrar mi puesto. Era la secretaria. Pasé el día sentada, atendiendo llamadas, y apuntando recados. De vez en cuando pasaba alguien, pero en realidad pasé la mañana sola. Cuando nadie llamaba, no tenía nada que hacer. Encendí el ordenador e investigué sobre el Grado en Ciencias de la Danza que me había comentado Valeria. Lo leí todo, toda la información, y las referencias. Me dio más confianza, y entonces, terminé de decidirme. Iría. Era la hora la comer, y no lo supe porque tuviera hambre, si no porque todo el mundo se marchaba, algunos para o volver. Recogí mis cosas.
+ ¿Vienes a comer conmigo?
Me giro. Ryan.
- Por supuesto.
Meto lo que me queda en el bolso y nos vamos.
- Tengo que comentarte una cosa.
+ Dime
- Ahora estamos de vacaciones, pero en enero debo ir a la Universidad, y me gustaría seguir trabajando. Mi pregunta es: ¿Puedo hacer el turno de tarde?
+ Cierto, eres estudiante. Claro que sí.
- Genial.
+ Al ser nueva, no haces cuarenta horas semanales. No aún.
Asiento.
+ Harás treinta horas semanales durante los dos primeros meses. Entrarías después de comer, a las tres de la tarde, y saldrías a las nueve.
- Vale. Me parece bien.
+ Cuando empezarás por la tarde?
- En el mes de enero.
+ Vale, se lo comentaré a Carolina.
Salimos del edificio, rumbo a algún lugar donde comer.
+ Ejem, ejem. -Carraspearon la garganta-
-Me giré-
+ ¡¿Donde vas con este?!
- Dios. Lucas, no soporto los celos y lo sabes. Vamos a comer, ¿te parece bien?
+ ...
- Vale. Probemos de otra forma. ¿Quieres venir a comer con nosotros para vigilarme? No vaya ser cosa que Ryan me viole o algo.
+ Voy con vosotros.
- Vale. Vamos.
A todos nos cambio la cara. Sobre todo a mi.
Fuimos a comer a un bar/restaurante. Comimos en silencio. Fue bastante incomodo. Sobre todo cuando se miraban con odio.
- Bueno... es la hora de volver.
+ Claro. -Aclaró-
+ Te acompaño hasta allí Gi. -Dijo Lucas cogiéndome la mano-
-Gracias, pero no hace falta. -Repliqué soltándome-
+ Sí, si hace falta
- No, no hace falta
+ Sí
- No
+ Da igual, vamos a llegar tarde, mas vale que nos marchemos ya -Replicó Ryan-
Me cogió de la mano con fuerza, y nos acompañó hasta la puerta.
+Nos vemos luego.
-Forcé una pequeña sonrisa y le conteste-: -Claro.
Entramos, y volvimos cada uno a su trabajo. Se hicieron las cinco de la tarde, y ya había acabado el día para mi. Bajé y me marché a casa.
Entré por la puerta, y coloqué las llaves el su sitio, deje los zapatos, y me metí a la ducha a reflexionar. Salí a la media hora, cuando Belén eufórica llamó a la puerta gritando.
- ¡SAL DE LA DUCHA! Esta Harry al teléfono.
Salí rápidamente, me sequé y me vestí. Nos encerramos en mi habitación y escuché la conversación con detalle.
*Llamada telefónica*
+Belén: ¡Hola!
+Harry: ¡Hola! ¿Que tal van las cosas?
+Belén: Todo bien, Giovanna va encajando piezas, pero no lo suficiente rápido como para descubrirnos
+Harry: Perfecto.
+Belén: ¿Y allí como vas?
+Harry: Bien. Es un poco difícil hacer bien las cosas, entre tanto concierto, y actos.
+Belén: Claro, claro...
+Harry: ¿Gi ha encontrado ya los viajes?
-Me quedé atónita-
- ¿Que viajes? -Le pregunté moviendo los labios-
- Le resto importancia y siguió con la conversación-
+Belén: No, aún no.
+Harry: Entonces no ha abierto tu regalo
+Belén: No.
+Harry: Bien, eso nos da más tiempo.
Me levanté de la cama, y en silencio busqué el pequeño sobre que me había regalado Belén para Navidad. Lo abrí y allí estaban. Cuatro pasajes para Londres. Era una fecha lejana. Mayo, estaban fechados para ser usados en Mayo. No aguanté más, quité el altavoz, me coloqué el teléfono a la oreja.
+Giovanna: ¡¿Como que os da más tiempo?! ¡¿Para qué?!
+Harry: ¡Giovanna! ¡Cuanto tiempo! ¿Que tal te van las cosas?
+Giovanna: Harry, sabes demasiado bien como me van las cosas.
Mantuvimos una conversación bastante corta, pero fue lo bastante larga como para que me contara el plan desde otro punto de vista.
+Giovanna: Ya hablaremos otro día. Adiós Harry.
+Harry: Mándale saludos a Belén.
Colgué
*Fin de la llamada telefónica*
Con los pasajes en la mano, miré a Belén.
- ¿Como me vas a explicar esto?
+ Verás... es que mis profesores me han recomendado que haga mi último año de filología inglesa en Inglaterra, y como mi mejor amiga que eres, quiero que vengas conmigo.
- Ajá...
+ Bueno, y lo de Harry pues aprovechamos la oportunidad
- Vale, pero tu y yo somos dos. ¿Los otros dos pasajes?
+ Como tenemos novios, pensé que vinieran con nosotras.
- ¿Que te he dicho acerca de pensar?
+ Ja-ja-ja que graciosa. ¿Vendrás?
- Sí. Pero Lucas no.
+¿Porqué no?
-Tengo que hablar con él sobre una cosa. Verás... iba a cambiarme de universidad, y ha empezar ha estudiar un curso de ciencias de la danza con Valeria. Y como con Lucas las cosas no estan del todo bien, en vez de Lucas vendrá Valeria. ¿Te parece bien?
+Perfecto. Nunca me cayó del todo bien Lucas.
Nos reímos y nos abrazamos.
Salí de la habitación para hablar con Lucas. Intenté que la situación no fuera violenta, pero fue imposible. Se puso hecho una furia, me gritó, y me insultó.
-Relájate, así no vamos a ningún sitio, por favor.
+ ¡¿Cómo quieres que me relaje si me dejas por ese estúpido?!
- Perdona, pero yo no he dicho eso. -Dije con un tono de voz elevado-
Seguimos peleándonos durante dos horas, hasta que Nick lo arrastró a la calle para que le diera un poco el aire. Una vez el fuera me relaje, me duché, despejándome las ideas y me fui a dormir. Mañana será un largo día.






Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

domingo, 8 de julio de 2012

Capítulo 39.


Andamos durante media hora, antes de entrar a cenar a un restaurante. Cenamos tranquilamente, aunque Lucas no podía parar de ponerle mala cara a Ryan, cuando me daba cuenta, le daba un codazo, una patada, algo, para que dejara de hacerlo, era mi jefe, y tan solo me había puesto el collar, no hay razones como para enfadarse. Para que se diera cuenta de que no quería nada con él, intenté juntar a Ryan y a Valeria, y Valeria parecía encantada. Terminamos de cenar y nos fuimos, cada uno con su pareja. A unas calles encontramos un pub bastante grande, y en seguida entramos. Mientras entrábamos me pidieron el DNI. No me lo podía creer, cumplía 20 años ¿y me pedían el DNI? ¿Tanta cara de niña tengo? Se lo entregué de mala gana, y me dejaron pasar.
- ¿Tanta cara de niña tengo?
+ No, es que eres muy adorable, y pareces frágil.
- ¿En serio? -Me miré el reflejo- No.
Me paré un instante, me miré en el reflejo. Veía a una chica joven, convertida en una mujer de la noche a la mañana, que había perdido la virginidad hace menos de 72 horas, que en 20 años tan solo se había emborrachado menos de diez veces, que se marcharía a otra universidad, y con muchísimos sueños que cumplir. Quizá tenían razón, soy una niña, en el cuerpo de una jovencita. ¿Pero eso es malo? Dicen, que lo primero que madura, es lo primero que se pudre.
Entré en la pista de baile sin pensármelo dos veces, y junto a mis amigas nos marcamos varios bailes, hasta que una canción lenta nos arrebató la motivación.
+ Está canción es mía.
- No te la niego.
Bailamos al son de la canción. Y vuelta la motivación, la pista volvió a llenarse. Los corazones latían al ritmo de la canción. Me marché a la barra, y pedí algo de beber. Estuve una hora sentada en aquella silla tan incomoda, charlando incoherencias con Belén. De vez en cuando Valeria venía emocionada con algún comentario sobre Ryan. Lucas y sus alucinaciones de que me gustaba Ryan. Estaba cansada de oír las insinuaciones de mi novio. Lo callé con un beso. Acto seguido, me devolvió el beso. Y así estuvimos durante la hora siguiente. Volví a la pista. Bailé hasta quedar rendida, bebí hasta emborracharme, grité hasta quedarme sin voz. Sin duda, fue una noche genial. Estaba en la pista, cuando Belén se acercó a mi. Me tocó el hombro, y de inmediato me giré. 
+ Tía, tengo que confesarte algo. 
- ¿Qué? No te oigo. 
La cogí del brazo y me la lleve al baño. 
- ¿Qué decías?
+ Tengo que confesarte algo tía. 
- Belén, vas pedo. 
+ Lo sé, jajajaja. Te quiero tía, te quiero mucho. 
- Vale, jajaja yo también te quiero, ¿Que te tenías que confesar? 
+ ¡Ah sí! Fui yo. 
- Si eres un poco más especifica... 
+ Yo lo llamé, gracias a mi te ha encontrado, gracias a mi, volverás a verle. 
- No sabes lo que dices, anda, vámonos a casa.
+ ¡Que sí! ¡Hazme caso! Volverás con él.
- No. Eso ya pasó una vez, y terminé mal parada. Además ¿porqué lo haría?
+ Porqué Lucas te miente. Te ha engañado. Se lió con una la semana pasada. 
Me chocó. 
- ¿Como sabes tú eso? 
+ Porqué yo estaba en su casa cuando se la llevo a la cama
- ¿Y porqué estabas allí?
+ Nick y Lucas tienen una casa juntos.
¿Sería verdad todo eso? ¿Me había mentido mi novio?
+ ¿Porqué no me dijiste que tuviste un romance con Niall tía? -Subió el tono de voz- 
- ¡Porqué es una parte de mi pasado que no quiero recordar! Pero no logro olvidar... -Derramé una lágrima-
+ Joder, pensé que eramos amigas, esas cosas se cuentan. 
- Tú tampoco es que me cuentes tu vida -Le rechisté-
+ Porqué no es interesante.
- Adelante, ¡Publicalo si quieres! ¡Grítalo! ¡Díselo a Lucas! Me da igual. Es pasado. 
+ No joder, sólo quería que me lo contaras, tampoco hace falta que te pongas así.
- Encima. ¿Te crees que tienes derecho a decirme estas cosas? ¿El día de mi cumpleaños? No bonita no. Estás borracha, ya hablaremos mañana, o pasado, cuando se te aclaren las ideas. 
+ ¡No! -Me agarró del brazo- 
La miré enfadada, y retiré mi brazo bruscamente. Salí del baño, enfadada, y dolida. Me sequé las lágrimas. Salí del local a respirar aire fresco, no esa mezcla de euforia, sudor, colonia, y alcohol que había dentro del pub.
+ ¿Estás bien?
- Sí. Gracias Ryan.
+ Mentira. ¿Que ha pasado?
- No te interesa. -Me estaba alterando-
+ Sí, sí me interesa.
- Pues no debería. -Entré, retiré mi abrigo, mi bolso y volví a salir-
Me puse el abrigo, aunque me lo quité al poco tiempo, no tenía frío. Anduve hasta la madrugada, sin rumbo alguno, para despejarme las ideas. Miré el móvil. Las 2:56 de la madrugada. Habían tres llamadas de Lucas, dos de Valeria y cuatro del fijo de casa. Seguí andando, pero esta vez con el abrigo puesto. Me quité los zapatos, volví a mi estatura normal. Tenía los pies destrozados después de una noche tan larga. Volví a mirar la hora. Las 3:32 de la madrugada y ya me dirigía a casa. Pasé por el edificio donde dentro de seis horas debería trabajar. Las 3:38. No tenía ganas de ir a casa, de ver a nadie, quería estar sola. Andaba distraída, cabizbaja, pensando en mis cosas.
+ Hey. Pareces perdida.
- El único que tiene que perderse aquí eres tú.
+ Tampoco te pongas así. Aún no es ni tu primer día de trabajo y ya me odias.
Levanté la vista. Allí estaba. Tan atento, tan simpático, tan guapo.
Sonreí.
+ Dentro de seis horas los dos deberemos estar dentro de ese edificio, y como no durmamos algo, dormiremos en la mesa. Y créeme, que no es cómodo.
Me reí ante el comentario.
+ Vamos, te llevo a casa. Sube.
Subí al coche.
- Bonito coche.
+ ¿Si verdad? Lo que hace tener una familia adinerada.
Miraba el trayecto por la ventanilla del coche.
- Mi casa está por la otr...
+ Ya lo sé. -Me cortó- Pensé que si quisieras estar en casa, ya estarías.
- La verdad es que sí. Bien... ¿Dónde nos dirigimos?
+ A mi casa.
- Vale.
Aparcó el Audi negro y bajamos.
- Y... ¿Vives aquí?
+ Exacto.
- Vaya choza.
Se rió.
+ Entremos.
Así, entramos. Era un casa bastante grande, dos pisos, jardín. Al entré descubrí la parte trasera de la casa. Más jardín, con piscina propia.
- Vaya por dios. Semejante casa deberás compartirla con alguien... -Dije aún asombrada-
+ Sinceramente, no.
¿En serio un hombre como aquel no tenía nadie con quien compartir esta casa? ¿No tenía a nadie con quien compartir su vida? No lo entiendo. Era guapísimo. Alto, buen cuerpo, moreno, ojos oscuros, simpático, dulce, protector, amable, y miles de cualidades más. Y encima con familia adinerada ¿que más se puede pedir?
- Donde... ¿voy a dormir yo?
+ Elige una habitación.
Subí al segundo piso.
- Está.
+ Vale. Si quieres dormir conmigo genial. La cama es lo suficientemente ancha como para no rozarnos si no queremos.
- Perfecto entonces.
+ Pasa, y te dejo algo mío para elegir.
Entré a la habitación y la examiné atentamente. Grande, muy grande, una cama matrimonial, una televisión plasma frente la cama, un armario que ocupaba toda la pared lateral, y cortinas claras. Me acerqué a las cortinas y las abrí de par en par.
- Vaya...
Me quedé totalmente asombrada. No había pared, era todo una gran ventana. Con vistas al jardín trasero, a la piscina.
- Bonita piscina.
+ Nos podemos bañar.
- ¿Si no?
+ Pues claro. Seguramente haya algún biquini de mi hermana pequeña en algún sitio.
- Busquemos ese biquini.
Y a ello nos pusimos, estuvimos buscando por todas partes, hasta que lo encontramos en el lugar mas obvio. En el armario de su habitación. Escondido en el último cajón.
+ Te quedará bien.
Me metí en el baño y me lo puse. No me quedaba mal, era un biquini palabra de honor azul muy bonito. Me trencé el pelo y salí. Al salir, ya estaba vestido, con dos toallas extendidas en los brazos
+ Me equivoqué. Te queda mejor de lo que esperaba. -Dijo mirándome de arriba a abajo-
- Gracias... -Me sonrojé-
Bajamos.
+ Métete si quieres, voy a encender las luces.
Asentí. Al perderle de vista me metí. El agua estaba a una temperatura ideal. Me sumergí. Se habían encendido las luces. Era precioso. Una honda chocó contra mis hombros, y vi su cuerpo nadando hacia mí. Estaba apoyada en el bordillo, observando el movimiento del agua. Su cabeza salió del agua, quedando a escasos centímetros de la mía. Escuché su respiración agitada, las gotas de agua le resbalaban sobre la cara. Nos miramos a los ojos. La tentación de besarle cada vez se hacía más fuerte. Resistí. Aunque no tuviera ganas de ver a mi novio, lo quería. Se acercó más.
+ Me gustas -Me susurró-
Acto seguido, me besó.

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Os quiero asegurar, que está ultima parte, me enamora locamente. Espero que os guste tanto como a mí escribirlo. Un beso, y gracias<3

Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

Capítulo 38.


Me desperté en la cama, apoyada en su pecho. Sentí un cosquilleo. Levanté la manta. Si, no había sido un sueño, ayer hicimos el amor. Lo besé. Me levanté, me puse la bata, y me metí en la ducha. Me puse lo primero que encontré en el armario y me dirigí a la habitación ha despertar a Lucas. No estaba. Fui al salón y allí estaban todos. Con un desayuno fantástico, regalos, y carteles pegados en los muebles.
+¡FELICIDADES!
- ¡Gracias!
Se acercaron todos en tropa y me dieron una abrazo de oso.
+ ¿Que haces aún así?
- Valeria... me acabo de levantar
+ Ni una polla como una olla
- Olé que fina.
+ Vas a vestirte ya.
+ QUIERO A TODO EL MUNDO EN UNA HORA LISTOS PARA IRNOS.
- Vale, ¡NO HACE FALTA QUE GRITES!
+ Es que me estresáis. ¿Que hacéis aún aquí? ¡GO, GO, GO!
Así, con los gritos de Belén, todos terminamos de despertarnos. Nos fuimos cada uno a sus respectivos cuartos a prepararnos. Yo estaba en el mío, con mi novio buscando ropa en el armario
-Ten, ponte esto. Te queda muy sexy.
+ Arrr. -Hizo un gesto felino que me causo mucha gracia-
Reí por lo bajo.
+ ¿Te ríes de mi? ¿Eh? ¿Te ríes de mi, gatita?
- El gatito se pone salvaje.
+ Ya te digo que sí. ¿Crees que nos dará tiempo a un polvo?
Dudé un segundo, entonces escuché a Belén
+ ¡CINCUENTA MINUTOS!
Miré fijamente a Lucas.
- Ni lo dudes.
No nos habíamos vestido aún con lo cual, no tardo mucho en cogerme y estamparme contra la pared para tener un polvo rápido. Me quité la camiseta, le bajé los pantalones y viceversa, y con el grito continuo de Belén, decidimos que debíamos parar.
+ ¡ TREINTA Y CINCO MINUTOS!
 Estábamos cansados, agitados, pero nos podríamos haber pasado la tarde, encerrados en la habitación, haciéndolo por todas partes. Ya entendía las series Norte Americanas en las que se pasan el día... copulando. Era excitante, y necesario para una pareja joven de veinte años de edad.
+ Gatitos, ¿os tenéis que duchar?
Nos miramos, y pensamos exactamente lo mismo.
- Si Vale, tú ya te has duchado?
+ Sí, la gritona y su novio también, sólo faltáis vosotros.
- Perfecto.
Envueltos en la toalla corrimos al baño cogidos de la mano. Entramos, pusimos el pestillo.
+ Hoy terminaremos lo de ayer.
Encendimos el grifo, y nos besamos, nos tocamos, nos liamos, y estuvimos a punto de volver ha hacerlo, pero cada cinco minutos, se escucha a Belén con sus avisos. Aún así, estábamos excitados, y no nos podíamos quitar los ojos de encima.
+ ¡VEINTE MINUTOS!
Nos vestimos, nos arreglamos, me maquillé y ya estábamos listos.
Faltaban cinco minutos, y ayudé a las chicas a darse los últimos detalles. Iban muy guapas, a Valeria le sentaba genial ese vestido. Un vestido negro corto, con unos tacones azules altos, que le realzaban mucho las piernas. Un bolso de mano y un collar de flores. Cumpleaños Giovanna; Valeria. Y Belén, que envidia me daba, se pusiera lo que se pusiera le quedaba bien. Belén se puso un vestido azul marino con puntos blancos, un cinturón marrón a juego con las bailarinas, una chaqueta color pastel y un bolso. Cumpleaños Giovanna; Belén.Yo me puse un vestido que quedaba por encima de las rodillas, marrón, con unos tacones altos, una chaqueta pesada, un bolso de mano y un clip de flores en el pelo. Cumpleaños Giovanna; Giovanna.
Estábamos todos geniales, listos, y con ganas de fiesta. Abriendo la puerta, me encontré con Ryan, mi... jefe.
+ Vaya, ya os ibais sin mí.
- Perdona...
+ No pasa nada.
- Veo, que vas bien vestido. ¿Tienes ganas de fiesta?
+ Lo creas o no, sólo tengo 23 años, siempre tengo ganas de fiesta.
- ¡Genial!
+ Tengo... -Levanto el brazo enseñando una bolsita- un pequeño regalo.
- Oh, no hacia falta. Gracias.
+ Nada. Ábrelo.
Lo abrí. Era un collar de plata color bronce precioso.
- Es muy bonito, muchas gracias.
+ Pontelo, te quedará genial con el conjunto.
- Claro.
Intenté ponérmelo. Me cogió de la cintura, me giró y me lo puso. Lucas lo miró de arriba a abajo.
+ Soy Lucas, su novio, encantado.
+ Yo soy Ryan, su... jefe por así decirlo. Igualmente.
Se puede decir que chocaron, porque no se les veía demasiado contentos de conocerse. Hubo un silencio incómodo. Rompí el hielo de la forma más natural posible.
- Es mi cumpleaños, tengo ganas de fiesta, ¿nos vamos?
+ Por supuesto -Corroboró Belén-
+ Vámonos. -Y Valeria tomó la iniciativa.-
Y salimos todos por la puerta, de camino a algún sitio de Madrid para pasárnoslo bien.

























Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

Capítulo 37.

Perfecto. Está jugando conmigo. ¿Quiere jugar? Juguemos.
Me llamaron y entré al despacho. Era un despacho bastante grande, con una gran ventana, un escritorio, un ordenador, un sofá con un televisión en frente y una cómoda con libros y revistas.
+ Te gusta?
- Bastante.
+ Si eres adecuada para el puesto podrás tener uno como estos
- ¿Lo dice en serio?
+ Enserio.
- Perfecto, empecemos con la entrevista.
+ Bien, toma asiento.
Estuvo una hora haciéndome preguntas, cuales conteste con toda sinceridad, y eso pareció gustarle.
+ Eres tú.
- ...
+ Eres la adecuada. Bienvenida a la familia señorita Smith
- Llámame Giovanna por favor.
+ Bien Giovanna, ¿Cuando te gustaría empezar?
- Pasado mañana.
+ ¿Porqué no mañana?
- Es mi... cumpleaños.
+ Bien. Bueno, pues pásate y vamos a tomarnos algo.
- Em, que le parece si se pasa por mi casa sobre... ¿las ocho de la tarde?
+ Encantado.
Le apunté la dirección en un papel, me despedí y me marché. ¿Sería él mi jefe? Si era así, no me importaría nada venir a trabajar los fin de semanas y festivos. Llegué a casa en diez minutos, y fui a despejarme a la ducha. Dejé el bolso encima del escritorio de mi habitación.
Estaba en la ducha, tranquilamente, y oí como abrieron la puerta. No había nadie en casa, con lo cual sería Lucas.
- ¿Quieres entrar?
+ No me apetece
- ¿Seguro?
Abrí un poco la cortina. Vi que no se convencía, y la abrí un poco más.
+ Vale, me has convencido.
- Entra.
No pasaron ni dos segundos de cerrar la cortina y ya estaba dentro de la ducha.
+ Me gusta que tengas estos arranques... sexuales.
- Shhh. -Lo callé con un beso-
Nunca había hecho nada así, pero me gustaba. Estuvimos besándonos hasta que alguien toco a la puerta.
+ Gi, ¡que el agua corre, y no es gratis! -Gritó Belén tras la puerta-
- ¡EH! ¡Que la factura la pago yo!
+ Sí, una mitad y la otra mitad yo.
Cerré el grifo, Lucas salió se seco, se vistió como pudo, me besó por última vez y abrió la puerta.
+ Hola... -Dijo un tanto avergonzado sujetándose los pantalones mientras salía-
+ ¡Pero bueno!
Me reí a carcajada limpia.
- Ni que no lo hubieras hecho nunca... Cierra la puerta anda.
Cerró la puerta con la cara aún pasmada. Terminé de ducharme, me encremé y me puse el pijama. No cené nada, porque aquella carta, las pistas y la postal me habían quitado todo el apetito, sin embargo Valeria, Lucas, Belén y su novio Nick si tenían hambre. No tenía sueño y tenía que hacer algo para calmar mis nervios.
- ¿Queréis cenar, compañeros de piso?
+ Sí -Respondieron a unisono-
- Bien, voy ha hacer sopa, ¿os parece buena idea?
+ ¡Sí! -Afirmaron con entusiasmo-
+ Eh, eh, he, he, eh, eh, eh, la quiero de estrellitas. - Valeria lo dijo con un tono muy infantil-
+ Pues yo la quiero de letras. -Belén le rechistó con el mismo tono-
- Pues será una sopa de letras estrelladas, ¿os sirve?
+ ¡Sí!
- Parecéis crías.
+ Pero nos amas, lo sabes.
Estallamos a carcajadas las tres. Nos levantamos y nos abrazamos, como muy buenas amigas.
- ¿Que haría yo sin vosotras? -Les pregunté susurrando-
Me miraron y me abrazaron más fuerte.
- Vale, ya, que nos ponemos ñoñas.
+ Sí, mejor. - Valeria esnifo un par de veces y siguió a lo suyo-
- La sopa ya está haciéndose, dentro de media hora quiero la mesa puesta, para poder coger los platos, servirlos y cenar.
+ ¡Sí mi capitán! - Contestó Belén erguida con la manos derecha apoyada en la frente-
- Ya puede retirarse soldado.
Volvió a su postura normal y se sentó encima de Nick. Estuvieron tonteando un rato, hasta que yo, sentada frente a ellos, carraspeé la garganta, y con la cabeza señalé la mesa.
+ ¡Ah! Claro. Valeria, ayúdame a poner la mesa.
+ Por supuesto.
Pusieron la mesa, y aparecieron frente a mi, rectas, con cara seria, y la mano derecha apoyada en la frente. Repetí el gesto.
+ Capitán, hemos terminado nuestra función.
- Bien hecho soldados.
Asintieron
- Pueden retirarse.
Se llevaron de nuevo la mano derecha a la frente, repetí el gesto y se fueron. A los pocos segundos las tres reímos.
Me acerqué a la cocina, cogí los platos y empecé a repartir comida en los platos hondos. Una vez todos servidos, y la mesa preparada los llamé y acudieron rápidamente. Yo no iba a cenar, no tenía apetito, con lo cual, me senté en la mesa para acompañarlos.
- Me gusta esta imagen.
+ Parecemos una familia -Terminó Belén-
- Somos una familia. - Afirmo Nick-
Sonreímos todos, y comieron. Cuando terminaron de comer se levantaron y se fueron. Carraspeé la garganta y tuve la atención de todos.
- Soldado Belén, soldado Valeria, pueden retirarse. Soldado Lucas, soldado Nicolas, necesito su presencia.
Con cara de espanto, se acercaron. Se oía la risa de mis amigas por detrás.
+ ¿Sí?
- ¿Donde se creen que van? Esta mesa no se va recoger sola.
Asintieron, y se pusieron a ello. Una vez terminado, asentí, y los deje marchar como una madre orgullosa. No solo habían recogido la mesa, si no que habían fregado, y guardado cada cosa en su sitio. Miré el reloj, las 23:36 cuatro minutos más y sería mi cumpleaños, mi vigésimo cumpleaños. Fui de habitación en habitación dando las buenas noches. Me fui a mi habitación y me acomodé junto a Lucas en la cama. Hacia frío, cerré la ventana, y cogí otra manta.
+ Para ser una chica de Europa del Norte eres bastante friolera.
- No, no lo soy. Es que este clima es una porquería, aquí el frío se te mete hasta en los huesos.
+ Si hiciéramos una apuesta, ganaría yo.
- Venga, lo que tu quieras. ¿Que te apuestas?
+ Me apuesto a que no puedes pasar la noche sin tiritar si te quito esa manta.
- Acepto el reto. ¿Y que voy a ganar?
+ Vas a ser mi reina durante un día entero, haré lo que me digas.
- Perfecto.
Miré el reloj, las 00: 04
- Como cumpleañera te ordeno que vengas aquí y me lo hagas muy lento.
+ A sus órdenes.
Se acercó, y muy despacio comenzó a desvestirse. Me levanté y me tire encima suya, arrastrándolo a la cama.
+ Me has quitado el factor sensual
- Me da igual el factor sensual, quiero hacerlo ya. Dentro de la cama no contra la pared muriendo de frío.
+ Ten por seguro, que frío, no íbamos a tener.
- Lo sé. -Lo besé-
Y comenzó nuestro juego de "Haber quien resiste más sin dar el primer paso" En este caso, empatamos, tanto él como yo teníamos ganas el uno del otro. Mientras difrutabamos de la noche, metidos en la cama, dando pequeños gemidos alternados, nos besábamos, nos mordíamos, y nos decíamos cosas al oído.
+ Cuando has hecho eso en plan soldado, me has puesto un montón.
Le mordí el labio.
- Me alegro de que te haya gustado.
Me besó el cuello, cada vez bajaba más, llego a mi pecho, y comenzó de nuevo el recorrido.
+ Tengo la sensación de que vas a ser buena madre, tienes esa personalidad de madre fantástica que busco para mis hijos.
- ¿Tu crees? Tú tienes el carácter y el físico que buscaba para mis hijos.
+ Nuestro hijos serían perfectos.
- No pienses en eso, piensa en el presente. Piensa en el momento.
+ No quiero que esto acabe nunca.
Seguíamos dándonos caricias, besos, mordiscos, y los movimientos eran automáticos. Y ahí, los dos disfrutamos como nunca.  No queríamos terminar, pero nuestros cuerpos daban sus últimos esfuerzos, y caímos rendidos en la cama. No nos vestimos, ya estábamos bastante atemperados. Lucas boca arriba, y yo apoyada en su pecho. Me peinaba el pelo con las manos, y yo lo abrazaba con fuerza, lo besaba y lo acariciaba. Estaba perdidamente enamorada de él. 
- Ha sido una noche mágica.



Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

Capítulo 36.

Dos, tres, cuatro veces sonó el timbre. Me obligué a ir a abrir la puerta. Me dirigí hacia ella, y la abrí. Nadie, no había nadie. Salí al umbral, nadie, ni en el pasillo. Volví a entrar, pero pateé algo. Me agache, y la cogí. Una carta. Una carta sellada en Londres, sin remitente. Me asusté, pensar que podría ser de él, ahora era feliz y no quería que lo estropeara. Siempre lo había tenido presente, recuerdo perfectamente como una noche me hizo una promesa, promesa que creía rota y olvidada. Se ve, que estaba equivocada.
Dejé la carta en el mueble de la entrada y volví a la mesa, tenía que olvidarme de lo que pasó, de ese mes de pura e infinita felicidad, ahora tenía un novio, una casa, empezaba a construir mi vida. Esta noche tenía que pasármelo bien, era Navidad, es noche de champán, ponche, mucha comida, felicidad, villancicos, regalos, sorpresas. Me senté, y algunos me miraron esperando alguna respuesta.
+ ¿Quien era?
- Nadie.
Cené en silencio. Terminamos de cenar y hablamos hasta la medianoche. Mientras conversaban, me senté en el sofá, a pensar como me había encontrado, como se acordaba de mí, no me encajaba. Estaba totalmente distraída.
+ Gi, Gi, los regalos. ¿Tienes que poner alguno?
-Sí. -Me giré para ver quien me hablaba.- Perdona.
+ Estabas en tu mundo
- Sí, es que me ha sorprendido.
+ ¿El qué?
- Nada, mañana te cuento
Recogí la carta, la lleve a mi habitación y la guardé. Cogí los regalos y los coloqué en el árbol. Ya estábamos todos alrededor, listos para abrir, destruir papel de regalo y ver nuestros preciados regalos.
Valeria, se puso un gorro de navidad y repartió los regalos, tocábamos a seis regalos por cabeza. Lucas me regaló una pulsera de plata que ponía mi nombre, y yo le regalé una copia de las llaves de mi casa, con un pequeño llavero que ponía su nombre. Belén me dio un sobre. El sobre tenía escrito  "Ábrelo y me amaras" A Belén le regalé un despertador, cosa con la cual todos se rieron, y un sobre con dinero, en el que había escrito "Para tu tatuaje" Valeria me regaló un libro.
+ Cuando estés sola abre el libro -Me susurró-
- Lo siento, no tengo nada para tí Valeria, no tenía pensado verte hasta verano.
+ No pasa nada.
El resto me regalaron ropa, colonias, joyas, y viceversa.
Pasó la noche bastante tranquila, y sobre las dos de la madrugada cada uno se marchó a su casa. Le indiqué a Valeria donde estaba la habitación de invitados y la ayudé a instalarse, le enseñé la casa y me retiré a dormir. me desvestí, me puse la camiseta de Lucas de los Lakers y me acosté en la cama.
Al rato apareció Lucas duchado, y en calzoncillos. Se sacudió el pelo, y se metió en la cama. Me abrazó hasta quedarse dormido. Abrazada a él me sentía protegida, lo que hacía que me sintiera bien y me durmiera. Me desperté a las siete de la mañana. La casa estaba en absoluto silencio. Lucas seguía dormido a mi lado. Me giré y me quedé observándolo un rato, no me podía creer que estuviera conmigo, un chico como él podía tener a cualquier chica, todos los días una diferente si quería. Lo miré por última vez y lo besé. Me levanté, hacia frío. Me acerqué a la ventana, estaba nevando. Me vestí, cogí la carta misteriosa, el libro de Valeria y me fui al salón ha descubrir que es lo que guardaban.  Primero abrí la carta. Sellada en Londres, sin remitente. La abrí, y mis esperanzas de que no fuera una carta suya, se fueron a pique. Comencé a leerla, y no me podía creer que me escribiera esas cosas, pensé que se habría olvidado de mi, o que todo había sido un sueño perfecto. 
¿Pretende que vuelva corriendo a sus brazos? ¿Pretende volverme loca? No puede enviar esto y marcharse de rositas esperando que no haga nada al respecto. 


" Giovanna, tan solo decirte, que aunque parezca una locura no te he olvidado, aún pasado tanto tiempo, cada vez que me acuesto, recuerdo el día de la fiesta, cuando voy a la cafetería, no puedo evitar recordarte. Llevo torturándome desde que te perdí, lo he intentado, he intentado pasar página, pasar página sin ti a mi lado, me resulta imposible, cada chica con la que salgo, le encuentro alguna pega, porque podría parecerse más a ti, ser como tú. Puede parecer que este loco, la verdad lo estoy, estoy loco por ti, nada logra sacarte de mi cabeza. Lo logré en la gira mundial, te olvidé por completo, hasta que pasé por Alemania, ha cumplir con mi deber y hacer felices a mis fans. Cuando aterricé en ese país me invadieron una multitud de recuerdos insoportablemente increíbles. Y pensar, que te tuve, y te deje marchar, nunca me lo perdonaré.
Supongo que te habrás olvidado de mí, habrás seguido con tu vida, con lo que ello conlleva, algún hombre que no sea yo en tu vida, y eso me destroza, pero si eres feliz, yo también lo seré. Recuerda que vales más de lo que tu crees, y que estés con quien estés, será afortunado de tenerte a su lado. 
Tan solo recordarte que no te he olvidado, y que profundamente creo, que volveremos a vernos. Sigue las pistas.
Posdata: Te quiero "


Terminé de leer la carta, la cerré y la guardé. Intenté no recordar nada, y me concentré en el libro y la sorpresa que tenía dentro. Desenvolví el libro. Al abrirlo, encontré un sobre. Dejé el libro a un lado y abrí la carta. Me llevé una sorpresa al descubrir un folleto de la Universidad Europea de Madrid. Grado en Ciencias de la Danza. El folleto lo explicaba todo, tenía el papel de la matrícula, y una pequeña nota. "Quiero cumplir nuestro sueño de ser bailarinas juntas ¿Quien se apunta a esta aventura?" 
+ ¿Vas ha hacerlo? ¿Vendrás conmigo?
Valeria estaba apoyada en el marco de la puerta del salón, ya vestida. Tenía una expresión seria. Releí el folleto, me lo pensé, seriamente. ¿Había desperdiciado un año estudiando psicología? Supongo que sí, porque nada en este mundo me haría más ilusión que ser bailarina profesional. 
- Sí, iré contigo. 
Se acercó y me abrazó muy fuerte. 
- Pero aún debo decírselo a Lucas y a Belén.
+ Por supuesto. 
Pensé que se lo tomarían mal, pero se tomaran como se lo tomaran, me da igual, iba a ir a esa universidad, a ser bailarina. 
+ Podemos empezar el trimestre que viene.
- Perfecto. 
Se volvió y se marchó de la sala. Lo guardé todo, y terminé de vestirme. Cogí dinero, mi curriculum y me marché. Deposité varios curriculums, en oficinas, bares, cafeterías, tiendas y fui a por algo de desayunar. Fui al StarBucks cercano a mi casa, compré el desayuno, y de paso, les deje el curriculum, por si necesitaban a alguien. Habían pasado dos horas desde que me marché de casa. Recordé la llamada de mi familia, y pasé por el correo a recoger el paquete. Llegué a casa cansada, y cargada de cosas. 
- ¿Donde estabas? -Me preguntó Lucas seriamente- 
+ He salido a hacer un par de cosas. 
Me miro raro, y volvió al cuarto. Me sorprendí con su reacción. Preparé la mesa, con lo que había comprado y los avisé a todos. Al ver que no venía nadie, desayuné sola, y luego abrí el paquete de mis padres. Ropa, joyas, libros. La ropa y los zapatos cortesía de mi madre, los libros de mi hermana y el reloj y el collar de parte de mi padre. Había algún que otro detalle, de mi tía o quizá algún amigo, pero nada más. Leí las cartas que me habían, y lo guardé todo en mi habitación. Me sorprendí bastante al ver  un sobre firmado por todos mis vecinos, y amigos de Alicante, lleno de dinero y dedicatorias había como poco 500 euros en billetes de 20. 
- Esto me viene genial -Pensé-
Pasó la tarde, y recibí una llamada.
*Llamada telefónica*
- ¿ Dígame?
+ Buenos tardes
- Buenas tardes
+ ¿Al habla Giovanna Smith?
- Sí, dígame.
+ Es por el curriculum que entregó esta mañana.
- Tiene toda mi atención.
+ Nos interesaría hacerle una entrevista, cuanto antes. A poder ser mañana.
- Por supuesto, ¿que le parece dentro de una hora?
+ Perfecto.
- Perdone, ¿de que establecimiento me está hablando?
+ De la oficina frente...
- Vale, ya sé -Le corté-
+ Nos veremos dentro de una hora señorita Smith pues.
- Allí estaré.
*Fin de la conversación telefónica*
Me duché, me preparé, y apunté un par de cosas en una libreta. Iba bastante formal. Así, me marché. Ya de paso, releí la carta "misteriosa" y fui deduciendo las pistas, y encontrándolas. Alguna que otra flecha señalando el camino, una flor regalada, una canción tocada, y una postal pegada en una farola.
Cogí la postal y corrí hacia el tram. Cogí el tram y en cinco minutos ya estaba en la sala de espera de la oficina, esperando a que me llamaran para una entrevista de trabajo. Cogí la postal  y la leí tranquilamente, analizando cada una de las palabras.
" Bien, si estas leyendo esto, significa que has seguido las primeras pistas, pero esto no se acaba aquí. Cada vez estas más cerca"




Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

Capítulo 35.

Después de un largo trimestre, habían llegado las vacaciones de Navidad, y con ello, mi cumpleaños. Serían mis primeras fiestas lejos de casa. Dos semanas antes de la noche de Navidad, Belén y yo comenzamos a cocinar, a hacer preparativos, y terminar de comprar los regalos. Habíamos comprado un árbol muy bonito, lo habíamos decorado bastante bien, y yo había montado el belen tal y como siempre lo hacía mi madre. Todo estaba muy bien organizado, toda la casa muy limpia y ordenada, bien decorado, con el detalle de una rama de muérdago en el ventanal del salón. Habíamos cocinado mucho, e invitado a compañeros y amigos de clase. En esta época Belén y Nick, eran pareja oficialmente. Llegó la noche de Navidad, y debíamos dar los últimos retoques a la cena, e ir a arreglarnos. Una hora hora después ya estabamos todos listos, con alguna que otra copa de más. Nick iba muy guapo, con traje, muy... elegante. Camisa blanca, americana negra, pajarita, vaqueros y zapatillas. Lucas iba mas informal. Zapatillas blancas, pantalones oscuros, camiseta blanca a rayas verticales negras, chaleco y corbata.




Nick.


Lucas.
Belén llevaba un vestido rosa muy bonito a flecos, corto, con un lazo atado a la cintura, una americana corta rosa, un collar de perlas y unos tacones rosas preciosos. Cena de Navidad; Belén. Llevaba el pelo suelto, que le llegaba hasta la mitad de la espalda, con un tupé. No sé exactamente porque llevaba tacones, ya no no los necesitaba, yo sin embargo sí. Llevaba un vestido corto blanco, y negro con flores negras y verdes, tacones verdes a juego con mi anillo, y dos lazos en el pelo. Cena de Navidad; Giovanna. Yo me había recogido unos mechones y los había enganchado con los lazos, ya me había crecido bastante el pelo, y lo tenía por la espalda, un poco más corto que mi compañera. Una vez todos listos y esperando, llamé a mi familia para felicitarles la navidad, y avisarles de que los paquetes que les había mandado para navidad, ya deberían haber llegado. A mi hermana le había mandado una bola de nieve de Madrid, y una taza de StarBucks.  A mi madre le envié dos pares de zapatos y una colonia, y a mi padre un reloj. Me avisaron de que ellos también me habían enviado algo, y que podría recogerlo el día de mi cumpleaños. Estuve hablando con mi hermana hasta que comenzó a llegar gente a mi casa.
- Te tengo que dejar peque, cuídate.
+ Igualmente Gi, por cierto ¿Cuando podré visitarte?
- Cuando tú quieras
+ ¡No me lo digas más veces que el mes que viene me planto ahí!
- ¿Y el instituto?
+ Shit.
- Piensa cuando quieres venir, y ya me lo dices, me tengo que ir
+ Vale, vale
- Diles a mamá y a papá que los quiero, que los echo de menos, y que pasen buenas fiestas, va?
+ Vale, igualmente, pasa bien las fiestas
- Sí, eso espero, y también espero que te guste tu regalo.
+Seguro
- Bien, un beso Valen.
+Te quiero
- Y yo
*Fin de la conversación telefónica*
Llegaron los amigos de Lucas y Nick, compañeros de clase de Belén, algunos compañeros míos, María y alguien más que no conocía. Tuve que presentarme a casi todos, ya que no los conocía de nada, tan solo de vista. Nos sentamos y comenzamos a picar, puse a calentar el pollo en el horno, y al sentarme, tocaron al timbre. Me levanté, fui a abrir la puerta. Abrí.
+Siento no haber llamado, pero quería contar con el factor sorpresa
- ¡Dios mío! ¡Valeria! ¿Que haces aquí? ¡OH DIOS, PASA!
+ Aquí estoy, lista para darte la lata todas las fiestas.
- ¡Que alegría verte!
+ No me quería perder el vigésimo cumpleaños de mi amada Giovanna
-  Ni las navidades, ni la noche vieja, ni reyes, jajajaja
+ Pues no, ¿Algún problema?
- ¡No! Yo encantada
+ Espero que tengas sitio
- Por supuesto
+¿Quien es Gi? -Preguntaron desde el salón-
+ ¡Ui! Voz de hombre, ¿Quien es?
- Cuanta pregunta. Es mi amiga Valeria Lucas. Es Lucas, mi novio.
+ ¡Mi niña se ha echado novio! -Dijo abrazándome como una madre orgullosa-
- Vamos, pasa, vamos a mi habitación a dejar las cosas y a cenar.
+ Vaaaamos a ello.
Pasamos directamente a mi habitación lo dejamos todo, Valeria se arregló un poco y fuimos al salón a cenar.
- Gente, os presento, a mi súper amiga Valeria
+Hola Valeria -Dijeron todos a coro-
+ Si lo dicen así parece una reunión de alcohólicos anónimos -Me susurró-
Reí por lo bajo.
- Voy a por el pollo. Coge una silla y siéntate a mi lado Valeria
+ Vale.
Recogí los platos vacíos de la mesa, coloqué los nuevos y recogí el pollo del horno. Estaba cortando y repartiendo platos con la comida ya servida cuando volvió a sonar el timbre.
- No, más visitas sorpresa no por favor -Pensé.-




Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

Capitulo 34.


Me tumbé en la cama, mirando a Lucas directamente a los ojos, esos ojos verdes pardos tan seductores. El estaba en calzoncillos, y yo con su camiseta. Cada vez nos acercábamos más el uno al otro, terminando pegados. Nos giramos, mirando hacia la ventana, un rayo de sol nos acariciaba la piel cálidamente. Estaba en el borde de la cama, abrazada por sus protectores y fuertes brazos. Me giré para mirarle a la cara, y confesarle que aún era virgen. Lo besé, y luego, se lo dije.
+No te preocupes. Si no quieres, esperaré.
- Si quiero, pero es... delicado.
+ Te lo haré muy despacio, y si sientes algún tipo de dolor, o de incomodidad, tan solo dímelo, y pararé.
- Me encanta cuando eres tan dulce.
Me acarició la cara, y me besó. Empezó acariciándome el cuerpo, haciendo, que temblara, bajó al cuello, mordiéndome suave y dulcemente. Mientras me besaba, me abrió poco a poco las piernas, y antes de que pudiera darme cuenta, estaba introduciéndola en mí. Sentí una punzada de dolor, pero me mantuve callada, aunque me doliera, volvió a repetir el gesto, y yo seguía sintiendo dolor, pero cada vez menos. Y fue ahí, en ese momento, cuando recordé ese día, hace casi cinco años, cuando estaba tumbada en una cama desconocida, con un completo desconocido,  del que creía estar enamorada. Repitió el gesto una y otra vez, hasta que el dolor desapareció. Le supliqué que parara. Bajé de la cama, y me dirigí al baño. Tal y como suponía, tenía sangre.
-Pero... es normal, ¿No? -Pensé-
Me lavé, pero seguía fluyendo la sangre, opté por ducharme. Salí de la ducha empapada, con el pelo chorreando. Me cepillé el pelo, y lo alboroté, me vestí y volví a la habitación.
+¿Estas bien? -Me pregunto Lucas-
Estaba sentado al borde de la cama, vestido, y con cara de preocupación.
- Sí, perfectamente. Perdóname por lo de antes, me trajo recuerdos que creía haber olvidado.
Me abracé a él, creo, que para intentar olvidar lo que había recordado. Nos fuimos a desayunar algo al StarBucks que había a dos calles. Cuando volvimos, descubrimos a Belén y Nick, corriendo por la casa envueltos en toallas, mojando todo lo que había a su paso. Pasamos de ellos completamente. Me acompañó a mi habitación, donde hablamos durante una hora, antes de que se marchara.
Cogí dinero, y fui ha hacer la compra. Volviendo a casa, vi en una escaparate un libro que siempre me había llamado la atención. Entré, y lo compré. Llegé a casa, coloqué todo en su correspondiente sitio, y me encerré en mi habitación a leer. Eran las ocho de la tarde, tocaron a la puerta.
+Traigo una película -Dijo Lucas agitando la caja con la película-
- Adelante -Respondí con una sonrisa en la cara-
Entramos en mi habitación.
+ Veo que tenías planazos para un domingo por la tarde
- Sí, leer como una posesa
+ Súper divertido -Con tono sarcástico-
- Pues sí, mira tú por donde. ¿Quieres palomitas para ver la película?
+ Claro
Fui ha hacer las palomitas, mientras esperaba caí en que no sabía que película veríamos.
- ¿Que película vamos a ver? -Pregunté desde la cocina-
+ Seguro que te las sabes de memoria, pero quería que recordaras viejos tiempos conmigo.
- ¿Ah sí? -Dirigiéndome a la habitación con el plato de palomitas-
+Sí.
Entré y allí estaban las tres películas que tanto éxito habían tenido años atrás. Extendidas sobre la cama, a juego con la trilogía.
+ Los Juegos del Hambre.
- En Llamas, Sinsajo.
- ¿Porqué quieres ver estas películas?
+ Son bonitas.
- ¿Bonitas? Hablan sobre una matanza de niños.
+ Me refiero a...
- Los trágicos amantes del distrito 12... -Susurré-
+ Exacto.
- Veamos las películas por favor.
Vimos la primera película, y como cada vez que la veía, lloraba con la muerte de Rue, hacia el signo de respeto del 12, y me sabía hasta los párrafos. Lucas alucinó un poco. Terminó la película y bajé de un salto de mi cama, buscando entre cajas. Tenía que encontrarlo, ¿Donde lo había guardado? No me acuerdo, tenía que encontrarlo.
+ Sabía que te gustaban las películas pero...
- ¡Aquí esta!
+ Te sabes hasta los párrafos... -Lucas seguía flipando-
- Porque soy Tributo. -Enseñándole mi Sinsajo-
+ Hasta tienes el Sinsajo... madre de dios, que obsesión.
- Y tu has revivido la llama. Nunca mejor dicho.
+ ¿Vemos la siguiente?
- Por supuesto.
Vimos las dos siguientes películas. Lloré, como siempre lo había hecho al ver esas películas. Lucas se había quedado dormido. Apagué la tele, me preparé todo para el día siguiente y me fui al sofá a dormir.
Patadas, sentía patadas en mi vientre, mareos, ganas de vomitar, angustia, calor. Daba vueltas en el sofá, no conseguía despertarme, dolor, calor, más mareos, muchísimo dolor, miedo, inestabilidad, pánico. Me desperté.  Me toqué el vientre, ni rastro de ninguna barriga, patadas, ningún síntoma de estado. Estaba sudada, tenía la camiseta pegada a la espalda, era de madrugada, pero aún así, fui a ducharme. Estuve casi dos horas metida bajo el agua. Eran las seis de la mañana cuando salí de la ducha, me encremé, y preparé un desayuno de película. Tostadas, café, bacon, huevo revuelto, y por supuesto, zumo de naranja.  Se levantaron, y se lo comieron todo.
+ Vaya, quien tenga el placer de casarse contigo será un hombre afortunado.
- ¿Por qué lo dices? ¿No crees que puedes llegar a ser tú?
+ ¿Eso es una indirecta?
- Tan sólo es una pregunta, sin compromisos. -Sonreí pícaramente-
Terminaron de desayunar y nos fuimos a clase.





Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

La maratón.

Bienvenidos, bienvenidos. Feliz día de maratón. Sí, si, ya sé que la esperabais, y sinceramente siento muchísimo haber tardado tanto en subirla, pero bueno, creo que ha quedado bastante bien. Espero. Antes de que paseis hasta el culo de esta entrada quiero deciros varias cosas:
1º Quiero que sepáis, que siendo las siete de la mañana, no he dormido para poder publicar a tiempo y haceros felices.
2º IMPORTANTE: He muerto de amor escribiendo los dos últimos capítulos.
3º Siento que haya tanto sexo, pero la pobre chica tiene 20 años y no ha mojado en su vida (Penoso, lo sé-.-")
4º Espero que os gusten, que os encanten, que los ameeeeeeeeeeeeeis, sí, como yo amo a mis lectoras*-*  
¡ESPERO QUE OS GUSTEN MUCHO!
5º Haced la encuesta por favor. (Y os regalo algodón de azúcar naranja atardecer cagado por mi unicornio verde)
6º Dejadme comentarios, petadme a comentarios.
7º Tengo sueño. Mucho sueño
8º Comentad y os regalo una galleta hecha por mi tortuga ninja.
9º Me voy a dormir. DO NOT DISTURB. (Exept for comment)
10º Os dejo leer en paz de una vez. Corred pequeños ponis, y leed los capítulos 34, 35, 36, 37, 38, 39 y 40.
Con todo el amor del mundo, Martina<3











Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

Capitulo 40.


Nos enredamos en un beso, un beso infinitamente dulce. Ese chico empezaba a gustarme. Se separó de mis labios, y lo miré.
+ Eres muy frágil.
Profundicé en su mirada.
+ Quiero ser yo, quien te proteja. Quiero que seas tú la que viva en esta casa.
Y está vez, fui yo quién se inclinó para besarle.
Ryan era tan dulce conmigo, pero yo tenía novio, y lo estaba traicionando. Si le contaba esto, no me perdonaría. Pero, él, también había tenido un deslice. Y ahora, estaba pagando el precio.
Separamos nuestros labios. Volvió a besarme. Se impulso sobre la pared de la piscina, haciendo, que flotemos hacia el centro de ella.
+ Coge aire.
Así hice. Me agarró de la cintura y me hundió. Nos besamos bajo el agua. Nunca había experimentado está sensación con nadie, era muy bonito. Flotamos a la superficie, permaneciendo unidos por nuestro labios. Me agarré a su cuello. le di el último beso, y lo hundí. Nadé lo más rápido que pude hacia las escaleras, pero estábamos en la parte más grande y honda de la piscina. Me agarró del tobillo, y me arrastró hacia atrás.
- Pensé que no llegarías.
Sonrío. Se inclino para besarme. Nadé hacia las escaleras. Cogí la toalla y me envolví en ella. Una vez fuera de la piscina lo mire, me sonrió y nadó hacia las escaleras. Corrí hacia la casa, cayéndome la toalla en el trayecto. Entré corriendo a la casa. Me giré. Venia detrás mía corriendo. Mientras corríamos e intentábamos no resbalar, nos reíamos. Subí las escaleras lo más rápido posible, y   entré a la habitación. Entonces me alcanzó. Me agarró de las caderas y rodamos sobre la cama. Estallamos a carcajadas. Ryan quedó sobre mí.
+ Corres muy rápido.
Giré hacia la izquierda, quedando sobre él.
- O tu corres muy lento.
Nos besamos. Nos besamos durante un buen rato. Fuimos reptando hacia el centro de la cama. Empezamos a besarnos apasionadamente. Sin darnos cuenta, nos encontrábamos enredados en las sábanas desnudándonos para ponerle fin a la noche. A la noche más fantástica de mi vida.
Me desperté con una sonrisa en la cara. Me giré y allí estaba él, con esos ojos tan tentadores.
- ¿Eres uno de esos raritos que te miran mientras duermes?
+ No, sólo porque eres más preciosa dormida de lo que ya eres normalmente. Pareces un regalo de cielo, un ángel.
- Una pena, no me llamo Ángela. -Le doy un beso de buenos días-
Salgo de la cama enrollada en las sábanas.
+ No hace falta que te tapes.
- Ya. Es que hace frío.
Me abraza por detrás.
- Ten, ponte esta camisa.
Me echo la camisa sobre los hombros y la abrocho. Miro el reloj. Las 11:00.
- ¡Dios mío, tenemos que ir al trabajo!
Rápidamente busco mis cosas en la habitación, y bajo corriendo para irme.
+ ¿Donde crees que vas princesa?
Ryan estaba apoyado en la puerta principal. Llevaba unos pantalones de baloncesto. Sólo eso.
- ¿A trabajar quizá?
+ Acostarse con el jefe tiene sus preferencias.
Me acerco a él, muy despacio.
- Quiero que sepas, que no me he acostado contigo porque eres el jefe. - Le susurro a pocos centímetros de distancia-
+ Ya lo sé.
Me agarra de la espalda y me empuja hacia él. Empieza a besarme el cuello, subiendo hacia arriba, termina mordiendo mi labio inferior. Entonces, antes de besarme, me dice algo.
+ No puedo estar cerca tuya sabiendo que perteneces a otro. Eres mi perdición.
Entonces me besa. Y es ahí cuando me doy cuenta de que quizá, este empezando a enamorarme de él. Me besa con tanta pasión, y dulzura que se me eriza la piel. Paramos, y cogidos de la manos nos dirigimos a la cocina. Desayunamos tranquilamente.
- ¿No nos dirán nada sobre no ir al trabajo?
+ Tranquila. Como ya te he dicho antes, ser el jefe tiene sus preferencias. He llamado para avisar de que me tomaba el día por asuntos personales. Y nadie sabe que existes, iba a presentarte hoy.
- Perfecto entonces.
+ Quédate aquí, conmigo. Pasemos el día juntos.
Dudo un segundo.
- Por supuesto.
Pasó la tarde muy bien, tranquila. Me sentía feliz, segura, y protegida cuando estaba con él. Decidimos ver una película. Me acurruqué a su lado y la vimos. Al terminar la película me vestí. Ryan se había quedado dormido, con lo cual le escribí una nota, le di un beso en la frente y me fui.
De camino a casa le pedí a María que me encubriera. Si la llamaban, que les confirmara que había pasado la noche con ella, y que por la mañana había ido a trabajar. Media hora más tarde, llegué a casa.
+ ¿Se puede saber donde coño estabas?
Entro, dejo las llaves en su sitio correspondiente, me quito los zapatos, y le respondo.
- Primero, te relajas. Segundo, estaba trabajando, para sacar esta casa adelante, tú también deberías trabajar.
+ Perdona. Pensé que estabas con el imbécil de Ryan.
- Cuidado, es mi jefe, así que respeto.
+ ¿Porqué no viniste ayer?
- Tuve una bronca con Belén.
+ Cierto. Está arrepentida.
- Sí, arrepentida con resaca.
+ Y... ¿Dónde pasaste la noche?
- En el banco del parque no te jode... En la casa de María.
+ Vale.
- ¿Ya se ha acabado el interrogatorio?
+ ...
- Bien. Porqué tengo que ir a hablar con mi compañera de piso.
Me dirigí a la habitación de Belén y abrí bruscamente la puerta.
- Tú. Levanta.
Nada
- O te levantas o te levanto, lo que prefieras
Se levantó.
- Al baño, ya.
Entré en el baño, me metí en la ducha y comencé a ducharme.
+ ¿Que quieres?
- Respuestas. Sobre lo que me dijiste ayer.
+ Ayer dije muchas cosas, estaba borracha
- Sí, pero dicen que los borrachos tan solo dicen verdades.
+ Puede ser. ¿Que se supone que te dije?
- Me confesaste que habías sido tú la que está ayudando a Niall para encontrarme.
+ Ups. Sí, es cierto.
- No, si eso ya lo se. Lo que me pregunto es... ¿Cómo?
+ Muy simple.
- ...
+ Un día, mientras tu estabas fuera, me dispuse a buscar pistas sobre lo que te gustaba, tus gustos, tus aficiones, recuerdos... Entonces, en una caja, encontré una carta, con un valioso collar grabado dentro de esta. En esa pequeña caja, habían fotos, conversaciones, pequeños detalles, y un mini-diario donde explicaba todo lo ocurrido en ese mes, en el viaje de estudios a Alemania. Seguí buscando, ya que me pareció interesante, y encontré un número de teléfono desconocido. Llamé, y entonces descubrí que toda las locuras escritas en esa libreta, o diario, o lo que sea, eran reales. Estaba hablando con el mismísimo Harry Styles. Le conté quien era yo, y como había encontrado este número. Entonces al brillante de Harry, se le ocurrió la idea de que Niall podría volver a conquistarte. Hicimos un plan, plan que está dando sus resultados. Quedamos en llamarnos día intermedio, para ver que tal funcionaba el asunto.
- Muy bonita la historia oye. Lo que no me encaja aún es... ¿¡Porqué te pones a revolver mis trastos?!
+ Ese no es el asunto
- Sí, si lo es. Pero bueno, te perdono.
Durante la conversación, ya me había duchado dos veces, ya que no quería que quedara ningún olor, resto de Ryan y la maravillosa noche que habíamos pasado.
+ ¡Oh! ¡Bien! ¿Ves? Por eso te quiero tanto.
- Lo sé, lo sé -Quitándole importancia al asunto- Bien, sigue con la historia de "Como descubrí el pasado de película de mi compañera de piso/amiga Giovanna"
+ ¡Ah! Ya está, se acaba ahí.
- ¿Ahí? ¿Ya está?
+ Sí.
- Perfecto -Dije sarcásticamente-
Salí de la ducha, me sequé y me vestí.
- Solo tengo una condición.
+ Dispara.
- Quiero estar presente en la próxima llamada telefónica con Harry.
+ Vale
- Pero sin que él lo sepa.
Dudó.
+ Vale.



Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

lunes, 2 de julio de 2012

Capitulo 33.



Cada vez llegaba más gente, gente que ni conocía. Poco a poco la casa se iba llenando, cada vez más ruido, más gente. En cuanto me pude dar cuenta tenía una fiesta en casa. Vi a Lucas, iba guapísimo, me dio un subidón de adrenalina al ver que me estaba mirando, y que me sonreía cada vez que me giraba. Me acerqué al equipo, subí el volumen, preparé copas y me puse a repartir. Preparé más de veinte mojitos, los cuales desaparecieron en cinco minutos, había whisky, tequila, ron, gintonic, licores, chupitos de todo un poco. Me acerqué a Lucas, con dos mojitos en la mano, que no rechazó, y nos los bebimos enseguida. Nos acercamos a la barra y en cinco minutos bebimos más chupitos de lo que debiamos. Sonó "give me everything tonight" de Ne-Yo feat. Pitbull. Nos levantamos de repente y nos pusimos a bailar, a saltar, y a gritar. Sosteniendo copas con las manos seguimos bailando hasta la madrugada, sonó "I won't give up" Jason Mraz, era una canción que me encantaba y desde el primero minuto que la escuché, me enamoró totalmente. Era una canción lenta y bonita, la cual decidimos bailar en pareja. Nos bebimos la copa, y las dejamos por ahí, me rodeó la cintura con sus manos, y apoyé la cabeza en su hombro. Bailábamos lento, pero con cariño, terminó la canción, pero nosotros seguimos cogidos, estuvimos abrazados durante tres canciones más, yo seguía apoyada en él, salvo que esta vez sobre su pecho, le escuchaba los latidos. Él cada vez me acercaba más hacia su cuerpo, apretándome contra el. Me puse de puntillas, para acercarme a sus labios, ya que yo era más baja que él de estatura, aún llevando tacones. Alcé las manos para rodearle el cuello, pero se me adelantó, y me alzó. Me cogió de la cintura y me besó. Era la primera vez que nos besabamos , era muy tierno, me gustaba. empezó por el labio inferior mordiendomelos suavemente, pasó al labio superior poniéndole un poco más de pasión y ganas, despacio, introdució la lengua, y en ese momento, fue un beso apasionado, fuerte. empezó a sonar Payphone - Maroon 5, noté como sonreía, me soltó, me cogió de la mano y empezó a hacerme girar sobre el suelo del salón, bailamos al son de la música, y ahí, en ese preciso momento es cuando me di cuenta de que me gustaba. Me paré para observarle, y con una copa en la mano lo observé. con esa luz le brillaban los ojos, esos ojos verdes pardos que me hacían estremecer, su pelo oscuro, y su sonrisa era la más sincera y encantadora de la sala. Se acercó a mí, me ofreció una copa, copa que no rechacé, fue a buscarla y yo me adentre entre la gente para seguir bailando. Un segundo, tan solo tardé un segundo, en darme cuenta de que me miraba con una mirada dulce, sensual y protectora. No podía evitar sonrojarme. 
+ Ve y tiratelo. 
- Belén, creo que tendrías que dejar de beber
+ Yo creo que no. ¡ESTA ES LA MEJOR FIESTA DEL MUNDO! 
- Queda comprobado que estas perdidamente borracha
+ ¿Y tú qué? Tienes que estar muy borracha para saber que Lucas te mira así, y no habértelo llevado a la cama. 
- Belén... déjalo. 
+ ¿Cuantas oportunidades así vas a tener?
Le cambie de tema enseguida, me incomoda un poco hablar de esto, con tu recién llegada compañera de piso. 
- ¿Has visto el chico de allá? 
+ Necesito que seas un poco más especifica
- El de allá, está al lado del baño. Lleva mirándote toda la noche
+ ¿Así? 
- Sí, ve a por él, ¡corre!
Así dicho, se marchó. 
La noche transcurrió bastante bien, al ver que la gente estaba demasiado borracha como marcharse a casa solos, hicimos patrulla por turnos. En pareja acompañábamos a un grupo de gente a su casa, en plan carabinas. Y como responsabilidad yo fui en cada una de esas "patrullas". Cuando llegué a casa estaba muy cansada, me desmaquille, me duché y me fui a dormir. 
Me desperté con dolor de cabeza, y un poco de mareo, pero al girarme y ver que ahí estaba él medio desnudo la cabeza empezó a darme vueltas. Me levanté, me despeje un poco, desayuné y volví a mi habitación, pasando por la de Belén. Que estaba enrollada en las sábanas.
- Al final anoche... ¿Qué? 
+ Ya te contaré, ya te contaré. 
Se llevo el dedo indice a los labios, y en ese mismo instante entró su ligue. Al verlo me quede de piedra, estaba bastante bien. Yo seguía asomada en la puerta, le puse cara de infarto y le levante el dedo gordo, en señal de aprobación, se rió con mi gesto. El chico se giró, me pilló infaganti. 
-Buenos días, soy Giovanna, encantada
+ Buenos días, yo soy Nick, encantado. 
Nos dimos dos besos. 
- ¿Vais a desayunar ya? 
+ No, por ahora no, igual gracias Gi
- No es nada Bel
+ Eh, eh, eh ¡eh! ¿A él le ofreces desayunar a mi no?
- ¡Lucas! Pensé que estabas dormido, ahora mismo iba a la habitación. 
+ Sí claro... 
+ ¡Que pibón te echaste ayer Gi! -Dijo Belén ojeando de arriba a abajo a Lucas- 
- Que directa. Tu también te echaste un yogurín. 
+ Ea, este es mío. 
+ Lo mismo digo -Dijo Lucas mirando a Nick- 
- Vaaaaaaale, todos hemos pillado la indirecta. 
Me dirigí a mi habitación. 
+ He visto que te gusta leer
- ¿Porqué lo dices? 
+ Porque tienes aquí una colección de libros...
+ Harry Potter, Las Crónicas de Narnia, La saga Rubí, Ghostgirl, La saga Crepúsculo, Los Juegos del Hambre, The Blessed... Y puedo seguir.
- Me gusta leer, ¿Algún problema?
+ No, es más, ahora que sé que te encanta leer, me gustas más aún
Me estira de la mano y me besa. Hay que estar bastante decidida para resistirse a sus encantos. 
- ¿Quieres desayunar? 
Me hizo caso omiso. Me giré, y estaba tumbado en la cama, totalmente provocador. 
+ Vaya... pregunto en mal momento.
Aún no me podía creer, que quisiera hacerlo a esta hora, por la mañana, teniendo a Belén y Nick al lado. Me voy al baño un momento, y llegando a mi habitación de nuevo Belén me para en la puerta. 
- ¿Que pasa ahora?
+ Nada, solo avisarte. No te asustes si escuchas cosas raras. 
- ... 
+ Eres muy pequeña para entenderlo. 
- Belén, tengo casi 20 años, y tú solo eres dos años mayor. 
+ Síííí... pero no creo que te agrade la idea de escucharme a mi y a Nick teniendo sexo. 
- ¿Sexo? ¿A esta hora? ¿Que le pasa a todo el mundo con el sexo por la mañana? ¿Es una tradición de una fiesta o algo? 
+ ¡No! La verdad me da igual lo que hagas, yo solo te avisaba. 
- Y yo me pregunto... ¿no tuviste ayer suficiente? Menos mal que la música estaba alta, porqué sino... 
+ ¡Perdone usted! 
- Perdonada. Una pequeña confesión... 
+ Dispara.
- Nunca lo he hecho. 
+ ¿ERES VIRGEN?
- Sí, ¡pero cállate!
+¿Pero como que eres virgen? ¡Tienes 19 años!
- Ya lo sé... estaba esperando al chico adecuado. 
+ Pues ahí esta, tumbado en la cama, esperándote.
- Es que... me da vergüenza decírselo...
+ Si de verdad le gustas, lo entenderá. 
- Gracias.
+ De nada pequeñaja
Entré en la habitación, tranquilamente, paso a paso. 






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Esto es un adelanto de un capítulo, porque me sabía mal teneros esperando tanto tiempo, pero quiero que sepáis que tengo dos capítulos más escritos, y que subiré del 34 al 40, maratón, para recompensaros todo el tiempo perdido, espero no decepcionar a ninguna de mis fieles lectoras, ni a Lucía, ni a Belén, a Andrea o a los/las anónimos que más de una vez han echo que se me salte alguna lágrima. ¡COMENTAAAAAAAAAAAAAD!
Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx