martes, 31 de julio de 2012

Capítulo 43.


Me despierto asustada. ¿Donde estoy? Intento moverme, pero estoy amarrada a la cama. Pataleo y grito para que alguien me escuche y me saque de aquí. Se abre la puerta y aparece Lucas, en calzoncillos.
+ Bien, estás despierta. -Hago una mueca- así será más divertido.
Intento quitarme la pesada sabana de encima, y cuando lo consigo me sorprendo al verme sin nada, ni una sola prenda sobre mi cuerpo, solo las sabanas lograban taparme. Miro hacia donde está Lucas, pero retiro la vista al instante al ver que está en las mismas condiciones que yo. Abro los ojos, y los cierro con fuerza la ver su rosado miembro entre sus manos, masturbándose mientras me miraba. Apreto los ojos para que esta situación desaparezca, pero debo volver al mundo real, cuando bruscamente, me la introduce.

~~ Esa misma mañana, en otro lado de la ciudad ~~
-Narra Ryan-
Me despierto dolorido. No sé donde estoy, abro los ojos poco a poco, y veo que estoy en un hospital. Me enderezo y me toco la boca. Tenia la mandíbula hinchada, con rastros de sangre. Me levanto, y voy al baño. Me observo, intentado recordar que había pasado para que terminara en el hospital. Vuelvo a mi habitación para coger mis cosas e irme. Abro la puerta y encuentro a tres persona dentro de ellas. Una enfermera, un policía y Marina.
+¡Dios santo Ryan, menos mal que estas bien!
+ Señor Callaghan tendremos que hacerle unas preguntas.
+ El señor Callaghan se las responderá encantado, pero ahora debo curarle las heridas. En cuanto termine les avisaré.
+ Por supuesto señorita.
Observé la conversación sin enterarme de nada. Los agentes de policía y Marina salieron de la habitación. Me acerqué a la camilla, tal y como la enfermera me había indicado. Me tumbé y empezó a mirarme y curarme las heridas. Cambio un par de vendas, desinfecto los puntos.
- Señorita, ¿Podría decirme que me ha pasado? ¿Cómo he llegado hasta aquí?
+ Se lo explicaré. Hoy a la madrugada, un ciudadano lo encontró inconsciente en la calle, tirado en el suelo sangrando. Cómo buen ciudadano llamó a la ambulancia, y así llegó al hospital. Los para médicos te pusieron una máscara de oxígeno, habías perdido mucha sangre. Cuando llegaste tuvimos que coserte la frente y desinfectarte la herida de la cabeza. Has estado dormido dos días. Alguien te dio duro.
- Y fuerte por lo que veo. -Dije mientras me tocaba la mandíbula inflamada-
+También.
- Tengo otra pregunta. ¿Porqué está aquí la policía? ¿Y porqué quiere hablar conmigo?
+ Eso deberá preguntárselo a ellos.
Suena un eléctrico pitido de su busca.
+ Debo irme, dentro de un rato vuelvo para ver como evoluciona. Beba mucho agua y cómase lo que le traigan otras enfermeras, si le duele algo o siente alguna molestia presione el botón o grité y alguna enfermera aparecerá al momento.
Asiento y desaparece por la puerta. Antes de qué la puerta se cierre, dos agentes de policía entran.
+ Buenos días señor Callaghan.
-Buenos días agente. Dígame, ¿Que desean preguntarme?
+ Hemos venido para preguntarle por Giovanna Smith. Su compañera de piso denunció su desaparición. Llamó a todos sus amigos, y al trabajo. A la casa de un tal Lucas y nadie sabía nada de ella. Usted fue el último en verla. ¿Dónde está?
- Yo no fui el último. Fue Lucas, su ex-novio. Él es el que me hizo esto. -Señale mi mandíbula hinchada- Y esto -señalé los puntos que debieron coserme ayer en la frente-
Uno de los agentes sacó un pequeña libreta, un bolígrafo y apuntó lo que les había dicho.
Una enfermera entró a la habitación con una bandeja que contenía pollo a la plancha, un poco de ensalada, una botella de agua, una manzana y un postre. Coloca  la bandeja sobre mi regazo.
-Muchas gracias.
Asiente y se marcha. Los agentes siguen haciendo preguntas mientras yo me como lo que la joven enfermera me había traído. Ellos me preguntaban, y yo sólo asentía y negaba con la cabeza.
+ Bien. Señor Callaghan ya hemos terminado. Gracias por su ayuda. Cuando sepamos algo se le notificará de ello.
- Muchas gracias por mantenerme informado.
Se fueron. No pude contener mi calma más tiempo. Salí de esa habitación. Busqué un teléfono y llamé a la casa de Giovanna.
*Llamada telefónica*
+ ¿Hola? ¿Giovanna?
- Hola, siento decepcionarte, soy Ryan.
+ Ah, hola Ryan.
- ¿Sabéis algo? ¿Sabéis donde está?
+ Si lo supiéramos no estarías llamando.
- Cierto.
Hubo un breve silencio.
-Estoy en el hospital.
+ ¿Que te ha pasado?
- El cabrón de Lucas me mandó aquí.
+ Hijo de puta...
- Me ha abierto la cabeza, y me ha hinchado la mandíbula, también me ha dañado la cabeza.
+ Cuando lo coja lo mato, así de claro.
- Que directa.
+ ¿Yo? Muchísimo. Con mi amiga no se mete ni dios.
- Te entiendo. En cuanto vea a ese cabrón le parto la cara.
+ ¡Así me gusta!
- En cuanto me den el alta me pasaré por tu casa. ¿Te parece bien?
+ Claro. Si no te dan el alta mañana me pasaré por el hospital.
- Te espero. Te tengo que dejar. Si sabes algo llámame por favor.
+ No te preocupes por eso.
*Fin de la llamada telefónica*
Volviendo a mi habitación paso por el baño. Compruebo que está totalmente vacío y me pongo a gritar y a despotricar. ¿Porqué? ¿Porqué se la ha llevado? ¿Qué le habrá hecho? ¿Dónde estará? ¿Cuándo volveremos a verla? Me desahogue bastante. Volví a mi habitación. Abrí la puerta y allí estaba Marina, esperándome con un café. Al entrar no pude maquillar mi aspecto y ella enseguida lo notó. Le dije que se sentara y le conté lo ocurrido. Derramó un par de lágrimas.
+Vamos a encontrarla.
Se levantó, cogió el móvil, empezó a llamar a gente y en una hora Marina había reunido una patrulla para encontrar a Giovanna.




Espero que os guste, que de alguna forma os identifiquéis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

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