Capitulo
23. 1/2
Nos
dormimos en la hamaca abrazados. A la mañana siguiente me desperté muy
temprano, serían sobre las siete de la mañana. Me levanté y me giré, ahí estaba
Niall, durmiendo plácidamente mientras un rayo de sol le iluminaba la cara. Me
acordé de que habían cambiado el día del vuelo, se iban antes de comer. Me
levanté cogí dinero y me fui a un Starbucks que había por aquí cerca. Salí corriendo,
compre dos cappuccinos, y un par de cosas dulces para desayunar. Un croissant,
dos donuts, y un par de muffins. Lo preparé todo en la misma donde a la noche
anterior habíamos cenado. Me comí mi desayuno y bajo el cappuccino de Niall le
dejé la nota que había escrito mientras esperaba los cappuccinos
“Querido
Niall, lo siento por no despedirme como te lo mereces, pero no puedo. Te he
preparado el desayuno como muestra de mi agradecimiento por todo. Gracias,
gracias por esas noches que hemos pasado juntos, han sido geniales. He
disfrutado muchísimo contigo, gracias, enserio. Nunca te olvidaré, pero no
puedo quedarme con el anillo. El anillo es precioso, pero me recuerda demasiado
a ti y no puedo estar todo el tiempo acordándome de ti, es demasiado doloroso.
Ya me e despedido de los chicos, pensaba despedirme de ti hoy, pero me he dado
cuanta de que no puedo hacerlo. Voy a sufrir mucho por dejarte ir, pero no
puedo retenerte. Sé que nunca te olvidaré, nunca dejaré de quererte y te estaré
esperando. Acuérdate de mí de vez en cuando, escríbeme, y visítame pero sobre
todo, no me olvides nunca, porque yo estaré esperándote.
Gracias por ser tú, por demostrarme que los sueños se hacen realidad, tú eres
uno de los míos. Este tiempo junto a ti, ha sido, más que un sueño. No me
olvides nunca. Giovanna♥ PD: Te quiero♥”
Llorando me fui a casa.
Capitulo 23. 2/2
*Narra Niall*
Después de besar a Gio bajo la lluvia, nos acostamos
abrazados en la hamaca. Me metí la mano en el bolsillo y saqué el anillo de
plata en forma de infinito en el cual había gravado “Nunca me olvides”. Recuerdo
habérselo puesto en el dedo corazón y dormirnos abrazados. A la mañana
siguiente me desperté con un rayo de sol en los ojos. Al levantarme olí el desayuno y pensé que allí estaría Gio, con
su preciosa sonrisa ya de buena mañana. Pero no la vi, en su lugar encontré una
nota. Cuando terminé de leerla me froté los ojos, no me podía creer que
Giovanna me dijera eso. Después de leer aquella carta llamé a los chicos y me
fui a casa con el cappuccino y los dulces. Se lo conté todo, y ellos me
animaron a recuperarla, a despedirme por lo menos. Llamé a Araceli y me contó
la situación de Giovanna.
----------------------------------------- Llamada
telefónica ----------------------------------
+Dígame?
-Hola Araceli, soy Niall.
+Ah, hola. Oye hazme un favor y no vuelvas a llamar vale? No
llames, no le envíes mensajes, olvídala. Le has hecho mucho daño, por favor, déjala
en paz.
-No, ahí te equivocas. Ella me ha hecho daño a mí, pero
quiero despedirme de ella, quiero decirle que la quiero, que la echaré de menos
y que nunca la olvidaré. Díselo por favor.
+No, díselo tú. Ven y díselo si eres tan valiente y la
quieres, ven y díselo a la cara. Lleva toda la mañana llorando y si le digo
eso, no va a mejorar.
-Vale. Ayúdame a decírselo delicadamente, para que no se le
olvide jamás. Sabes alguna forma de decírselo que la convenzca?
+Por supuesto, coge la guitarra y ven a cantarle una canción.
--------------------------------- Fin de la llamada telefónica ------------------------------------
Así fui, cogí la guitarra, y fui hacia su casa. No había nadie,
Araceli se había encargado dejarme solo con Giovanna. Entré sin hacer ruido y
puse el amplificador, empecé a tocar la guitarra y a cantar, cada vez más
fuerte, más alto. Hasta que salió y allí estaba yo, todo a oscuras rodeado de
velas aromáticas en forma de corazón. Cuando salió por la puerta se lo dije
alto y claro. “I will never let you go, never”
No hay comentarios:
Publicar un comentario