domingo, 21 de octubre de 2012

Capítulo 56.




Me desperté, y me giré de nuevo, abrí los ojos despacio y sonreí casi sin darme cuenta al verle. Me devolvió  la sonrisa al instante y entrelazó sus dedos con los míos, sin dejar de sonreír, me besó la frente, y se incorporó.
+ Buenos días -Dijo con una sonrisa dulce-
- Buenos días -Le devolví la sonrisa y me levanté de la cama. Le extendí la mano- ¿Vamos a desayunar?
+ Vamos.
Salimos de mi habitación, y bajamos las escaleras sonriendo, al llegar a la cocina, Belén, que llevaba una taza con café, tuvo que tragar rápido para no atragantarse, al vernos tan juntos. Preparamos el desayuno, y quedamos para esta tarde. Desayunamos hablando sobre que haríamos por la tarde
- ¿Donde iremos?
+ Es una sorpresa
- Jope, ¡dímelo!
+ Solo te voy a decir una cosa: Nos vamos de acampada
- ¿De acampada? ¡Dios mío! ¡Que bien! ¿Cuando? ¿Con quién? ¿Vamos todos? ¿Vamos solos? -Entonces me acordé-
Arrastré la sillas ruidosamente y subí corriendo las escaleras, entré en la pequeña habitación que usábamos como trastero y empecé a rebuscar
- ¡Sí! -pensé-
Abrí la puerta de nuevo, y de espaldas, salí de la pequeña habitación arrastrando la tienda de campaña. Volví a entrar, empecé a sacar cosas y a tirarlas por las escaleras, después de sacar todo lo que necesitaba y corrí a mi habitación, rebusqué entre mi armario, cogí una mochila grande, y empecé a meter cosas, desde ropas hasta linternas, había metido de todo, me la eché al hombro, y en un instante la tiré por las escaleras, volví a mi habitación y me cambié. Me puse unos vaqueros largos, unas zapatillas de color coral, una camiseta blanca, y la sudadera coral con letras en blanco. Acampada; Giovanna Bajé por las escaleras cogí la mochila, la dejé en el sofá y fui acercando las cosas que había sacado del trastero al salón, cuando me di la vuelta después de acercarlo todo al salón, vi la cara de sorpresa de Belén y de Harry. Me acerco a la barra.
- Lista para irme de acampada.
+ Ya veo, ya
- ¿Cuando nos vamos?
+ Esta tarde, al mediodía, después de comer. Primero tenemos que ir a mi casa para terminar de organizarlo todo.
En ese momento, Valeria se asomó por las escaleras y bajó, un poquito enfadada
+ ¿En esta casa no se puede dormir?
- Val... son las once de la mañana
+ Ya bueno ¡¿Y?! -Vió a Harry- Ah, hola Harry
Se acercó y seguimos hablando, desayunó y al final decidimos que ya era hora de marcharnos. Salimos de casa con todo lo que había bajado del trastero, abrimos el coche, y lo fuimos metiendo en el maletero, cuando terminamos de meterlo todo, subimos al coche, y pusimos rumbo a su casa, tardamos un rato en llegar, pero se nos hizo ameno porqué pasamos el rato cantando
+ Cantas muy bien
- Fue a hablar
En ese momento sonó una canción que me gustaba mucho, y tenía un solo estupendo, el cual Harry cantó.
- ¡Deja de hacer eso! -Le pegué en el hombro-
+ ¡Auch! -Se quejó entre risas-
Mire por la ventana, riéndonos aún del momento, y vi que ya habíamos llegado. Bajamos del coche, y entramos en su casa, era todo un escándalo.
+ Hola chicos, estoy aquí con Giov...
+ ¡Gi!
- ¡Liam!
Nos abrazamos, y nos sentamos en el sofá a hablar sobre la acampada mientras Harry iba a por sus cosas. Media hora más tarde, bajó con una mochila enorme al hombro, vestido de campo. Lo veía raro sin la americana, pero estaba muy guapo, con una camiseta lisa negra, una camiseta a cuadros, vaqueros y zapatillas anchas negras. Se meneó el pelo y me miró. Saludamos a los chicos, y cogidos de a mano salimos de la casa para dirigirnos al campo. Antes de salir de Londres, pasamos por un BurgerKing, compramos comida, y lo metimos todo en la nevera que habíamos cogido de casa. Después fuimos a la gasolinera, que al coche ya le hacía falta. Esta vez no íbamos con el Audi, sino con el LandRover, igual, pasamos por la gasolinera. Cuando el tanque estuvo lleno, movimos el coche, y revisamos que teníamos todo lo necesario para pasar el fin de semana.
- Bien: los sacos, la tienda, almohadas, mantas, linternas, ropa, comida, y todo lo que necesitamos para poder preparar algo caliente. -Dije por lo bajo-
+ ¿Todo bien?
- Sí, perfecto, podemos irnos, está todo -Sonreí-
Cerré el maletero, subí al coche, me puse el cinturón y nos pusimos en marcha, encendimos la radio, y nos pusimos a cantar, yo desafinaba, el obviamente, no. Hubo un momento en el que lo dejé cantar mientras conducía, yo, solo lo miraba. De verdad que cantaba genial, no sé como había gente que podía llegar a odiarlo. El camino empezaba a hacerse largo, y bajamos el volumen de la radio, nos pasamos el resto del camino charlando.
- ¿Cuando vienen el resto?
+ Luego
- ¿Luego cuando? Harry, tengo la impresión de que me ocultas algo. Suéltalo.
+ No van a venir. -Me sorprendí- Hoy. No van a venir hoy, vendrán mañana por la tarde
- Entonces... ¿estamos solos? ¿Tu y yo?
+ Has dado en el clavo.
Sonreí pícaramente, me mordí el labio y volví a subir el volumen de la radio, cada vez se escuchaba menos gracias a las interferencias, y comencé a cambiar de emisora, no se escuchaba nada, así que, me desabroché, y pasé a la parte trasera del coche entre los asientos. Cogí mi mochila y busqué CD's, no había cogido ninguno. Chasco. Pero tenía el móvil. Volví a pasar entre los asientos, me senté, y conecté el móvil con el puerto USB al coche, desde mi móvil elegía las canciones, y más de una vez tocó alguna de One Direction, con lo que le obligué a cantar. Media hora más tarde, estábamos bajando del coche. Era un sitio estupendo, una gran llanura con hierbas y un pequeño lago, las montañas se veían más allá. Dejé de mirar el paisaje y abrí el maletero para empezar a bajar cosas del coche. Cuando ya estaba todo abajo, fuimos acercando las cosas donde acamparíamos, una vez todo allí Harry movió el coche, y yo me puse a montar la tienda, entre los dos la montamos, pero tardamos media hora en hacerlo. Cuando ya estaba montada y clavada al suelo, entramos a la tienda, la cual era larga. Tenía recibidor, y una habitación, separada por una mosquitera y una tela. Abrí el cierre, y puse las alfombras de yoga para estar más cómodos, y puse los sacos de dormir encima. Las almohadas, una linterna colgante a cada lado, las mochilas en las esquinas, y linternas a mano. Salí de la tienda, y vi que había un montón de palos, me acerqué, empecé a colocarlos cuando se acercó y dejó otro montoncito de palos. Aún había claridad con lo cual, tratamos de colocarlo todo bien, para saber donde están las cosas. Eran las nueve de la noche cuando me quise dar cuenta, y empezaba a hacer frío y teníamos hambre. Sacamos la comida, encendimos la fogata y nos sentamos a hablar mientras cenábamos. Cada vez hacía más frío, con lo cual, cada vez nos juntábamos más, llegado un momento en el que estábamos abrazados. Frente al fuego, la verdad es que era un momento bonito. Estábamos hablando, y salió el tema de los tatuajes.
- ¿Y cuantos tienes ya?


+ Unos cuantos
- ¿A ver?
+ ¿En serio te los tengo que enseñar ahora? ¿Con el frío que hace? -Me miró directamente-
Y es en ese mismo instante, cuando me miró, y el reflejo del fuego se le veía en los ojos, cuando me dí cuenta que quizá pudiera sentir algo más por el.

-Narra Harry-
Me quedé dormido con ella, en su cama, en su habitación, en su casa. Pasé toda la mañana con ella. En cuanto le dije lo de la acampada, corrió hacia la planta superior. Quince minutos más tarde, las cosas caían por las escaleras, después de un rato cesaron la caída de objetos y bajó.  Aún vestida de campo estaba guapa. Una vez ella abajo, movió las cosas de sitio ruidosamente, cosa que hizo que Valeria se despertara y levantara, desayunó mientras nosotros charlábamos, y no mucho más tarde, comimos. Después de comer, metimos todo lo que Giovanna había bajado (más bien, tirado) en el maletero del audi, y fuimos a mi casa. En cuanto llegamos, Liam, salió y la abrazó, me molestó un poco, pero sé que se han unido mucho en estas semanas. Mientras ellos hablaban, yo subí a cambiarme, llegué a mi habitación, me saqué el traje, tendría que plancharlo. Rebusqué en el armario y cogí una camiseta básica, una camiseta a cuadros que me eché por encima, vaqueros, y zapatillas negras. Cogí una de las mochilas más grandes que tenía y metí todo lo que necesitaría para pasar el fin de semana, salí de mi habitación con la mochila al hombro, y antes de bajar pasé por el baño. Cuando bajé, ya había pasado media hora, y el resto de chicos, se habían unido a la conversación que en un principio Gi y Liam, estaban manteniendo, me acerqué, al verme me sonrió y nos marchamos, sin antes, saludarlos a todos. Antes de salir a la calle, pasamos por el maletero, y subimos al Land Rover (ya que íbamos al campo), lo sacamos a la calle, y entre los dos, fuimos traspasando las cosas de coche, una vez todo pasado, la dejé que conduciera el audi al maletero, y se ve que le hacía ilusión, ya que me sonrió mucho. Subimos al coche, y nos pusimos en marcha. Antes de marcharnos de Londres, pasamos por la hamburguesería  y después por la gasolinera, para llenar el tanque, por si acaso, fui a pagar, y cuando volví, la vi apoyada con el maletero, hablando sola.
- ¿Todo bien?
+ Sí, perfecto, podemos irnos, está todo.
Me subí al coche, escuché como el maletero se cerraba, y al instante ella, ya estaba subida en el coche, y con el cinturón puesto, en cuanto nos pusimos en marcha, encendimos la radio y cantamos, ya era inevitable. Después de un rato, decidimos bajar el volumen de la radio, y hablamos durante un rato

+ ¿Cuando vienen el resto?
- Luego
+ ¿Luego cuando? Harry, tengo la impresión de que me ocultas algo. Suéltalo.
- No van a venir. -Hice una pausa- Hoy. No van a venir hoy, vendrán mañana por la tarde
+ Entonces... ¿estamos solos? ¿Tu y yo?
- Has dado en el clavo.
La cosa quedó en el aire, y como lo veía yo, quedó el asunto un tanto incómodo, con lo que el volumen de la radio volvió a elevarse, se notaba que empezábamos a entrar en el campo, por que habían cada vez más interferencias en la radio, y empezaba a ponerme nervioso. Giovanna se desabrochó y se fue hacia la parte trasera, pero no tardó el volver, con el móvil y el cable en la mano, para conectarlo al coche. La música empezó a brotar de los altavoces, y más de una vez sonó mi voz, aún se me hacía raro escucharla por la radio, en alguna película, o serie, y más aún en el móvil de una amiga. Tal y como suponía, quería que cantara mi parte, así que lo hice, si ella quería, a mi no me requería ningún esfuerzo. Media hora más tarde estábamos ya en el campo. Aquel sitio me traía recuerdos. Venía aquí con mis padres y mi hermana Gemma de acampada cada vez que podíamos, y el sitio, seguía siendo igual de bonito, tal y como lo recordaba. Vi que a Giovanna, también le gustaba el lugar, ya que lo observaba con detalle. Abrí el maletero, empezamos a bajar y colocar cosas, y cuando ya estuvo todo abajo, moví el coche, para tenerlo más cerca. Una hora más tarde, ya teníamos el campamento montado y estábamos sentados comiendo a la luz de la fogata que habíamos encendido. Terminamos totalmente acurrucados, hablando sobre cualquier cosa, y no sé como salió el tema de los tatuajes.
+ ¿Y cuantos tienes ya?

- Unos cuantos
+ ¿A ver?
- ¿En serio te los tengo que enseñar ahora? ¿Con el frío que hace? -Me quedé mirándola a los ojos-
+ Sí. Quiero que me enseñes los tatuajes.
- Vale, pero por que eres tu
Sonrió de oreja a oreja, y empecé a enseñarle los tatuajes, con lo que me tocó sacarme la chaqueta, la camisa, y arremangarme la camiseta. Una vez todos enseñados, volví a ponerme toda la ropa que me había quitado, y nos quedamos frente a frente junto al fuego.
- Ya está. ¿Eres feliz? Me ha tocado morir de frío. Te toca maja.
+ Sí soy feliz, sí. Vale, pues por ahora solo tengo dos.
- No sabía que tenías tatuajes
+ No lo sabe nadie. Ahora tú. Pensaba decírselo hoy a las chicas, pero bueno, ya se lo diré mañana.
- Y bien, ¿Me los enseñas?
+ Sí. -Se apartó el pelo de la oreja derecha- ¿Lo ves? Es una pluma.
- Sí, si lo veo, es bonito. ¿Cuando te lo hiciste?
 + Me lo hice al mes de estar aquí. Junto a este otro. - Se levantó, se puso a mi lado, y me enseñó las manos. Bajó los dedos indices de las dos manos- ¿Lo lees bien? Bueno, uno el primero me lo hice a los dieciocho años. Que es este. -Movió el dedo corazón izquierdo- Pone 'Stay Strong' y en el otro dedo, completé la frase. Pone 'and be yourself'  Se me ocurrió aquí. En realidad tenía pensado dejarlo como estaba, pero me gustó, y sentí que me vendría bien recordármelo, así que me lo tatué.
- Es una buena frase, sí. -Nos miramos con signo de aprobación- ¿Y ya está? ¿Tu no te tienes que quitar nada? ¡Pero que morro!
+ JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
- Eh, no te rías. O te quitas tu algo o te lo quito yo.
+ No te atreverías.
- ¿Que no? -Me tiré encima suya, intentando quitarle algo. Le bajé la capucha-
Se levantó y salió corriendo, para que no le sacara alguna prenda de ropa tal y como había hecho ella, para que le enseñara mis tatuajes. Corrí detrás de ella. La cogí cerca del lago, y los dos caímos al suelo, riéndonos.
- Eso no vale. Yo no me pongo a correr.
+ Ya, pero es que tu te has quitado las cosas voluntariamente, que no es lo mismo
- ¡Pero que morro! -Nos reímos.-
+ Ay, tengo frío.Vamos a la tienda, que ya hace mucho frío para estar fuera.
En ese momento, mientras estaba boca arriba, aún en el suelo, me di cuenta de que era una noche estrellada. Me incorporé y me senté a su lado.
- Mira, esa es la Osa Mayor. -Levantó la mirada-
+ Sí. Y aquella la Osa Menor -La señaló-
Los dos nos quedamos mirando el cielo estrellado, entonces sucedió. Una estrella fugaz atravesó el cielo rápidamente, y a la vez, cerramos los ojos para pedir un deseo.


Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

1 comentario:

  1. Pues Lucía ya está aqui :3 Puaf.. me encanta este capítulo *-* Sigue escribiendo, me está encantando como va, enserio :D
    Y quiero ver a Harry sin camiseta *_* Me encanta ;)
    Hahaha :)
    Un beso :3

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