lunes, 10 de septiembre de 2012

Capítulo 50.


Abro la puerta de la cafetería, y suena una pequeña campana. Era una cafetería rústica, muy bonita. Con la mirada busqué a Marina y la encontré sentada en una mesa, al final con una taza de té humeante entre las manos, me acerqué a ella, y pedí chocolate caliente. Estuvimos hablando un rato, hasta que surgió el tema principal.
+ Así que te mudas...
- Sí, dentro de un par de meses. En mayo nos iremos, y para julio, tendremos todo lo necesario para poder vivir allí, permanentemente.
+ ¿Lo sabe Ryan?
- Sí.
+ Y sabes que no va a permitir que te vayas. Le gustas, de verdad. Y como siempre, me mandará a mi, a hacer todos sus recados.
- ¿Recados?
+ Me hará ir a Inglaterra. Para que te traiga de vuelta.
Me quedé callada.
- Ah. Mira tu que bien. -Chasqueo la lengua-
Le pego un sorbo a mi chocolate ya no caliente, y nos miramos. La conversación se ha ido por una rama un tanto incómoda.
+ Lo bueno de eso, es que te veré.
- Me gusta tu mentalidad optimista.
+ Bueno, pues te digo una cosa que se me acaba de ocurrir, también muy optimista.
- Dime.
+ Si su padre se lo permite, se volverá a Inglaterra y trabajará en la empresa de allí.
- Mira tu que bien. -Arrugué la nariz y forcé una sonrisa-
+ Ya veo que no te hace mucha ilusión.
- No que digamos, si me voy y lo dejo aquí, será por algo.
La conversación siguió durante dos horas más, hasta que decidimos, que ya era tarde y debíamos irnos a casa. Ya nos veríamos a la mañana siguiente en el trabajo.
La semana pasó, con ello un mes, y otro, y otro, y cada vez teníamos más dinero, más ganas de marcharnos, y menos cosas en el armario. Hablamos con la propietaria de la casa, y se tomó bastante bien lo de que nos marchábamos. Valeria y yo empleábamos las tres tardes a la semana para ir al gimnasio y mantenernos en forma. Poco a poco, dejamos de hacer la compra, y los últimos días estuvimos a base de restaurantes, y bares. Ya teníamos todo dispuesto para irnos. La casa en Londres, medio de transporte, universidades, trabajos, etcétera. Sólo teníamos que esperar a que llegara el día de ida. Y sin darse cuenta, llegó.
- Doce de mayo -
Como cada mañana, me levantaba y me iba a trabajar, pero hoy había una pega. Hoy era mi último día en la empresa, ya que a la una de la madrugada salia nuestro avión con rumbo a Londres. Cuando llegué estaban todos mis compañeros alrededor de mi mesa de trabajo, con una tarta enorme, y champán.
- Oh, no hacía falta chicos, en serio.
Marina sale entre la multitud y me abraza, no puedo reprimir alguna que otra lágrima. Los echaría de menos, aunque en un principio no creía posible. Comimos la tarta, y salieron a varios trozos por cabeza, pero insistieron en que debía llevarme la tarta a casa. No bebimos mucho, ya que aunque fuese mi último día, debíamos trabajar. Cuando llegó la hora de volver al trabajo, todo el mundo tuvo que reprimir una mueca, pero era lo que debíamos hacer. Cuando se alejaban, vi a Ryan. No quería irme sin haber hablado con él antes. Ando tras el, pero tengo que acelerar el paso al ver que se mezcla entre la gente. Al final, lo pillo en el ascensor, y me meto en el. Toco todos los botones, y entonces, me giro para mirarlo.
+ ¿Que quieres Giovanna? Tengo cosas que hacer, no estoy para tonterías.
- Y yo tampoco. Esta noche me voy, y es posible que no vuelva a verte. ¿Vas a escucharme? Porque si no es así, me bajo en la siguiente planta.
El ascensor para durante unos segundos antes de abrir sus puertas. Salgo del ascensor y espero a que Ryan diga algo. En vez de eso, veo como la puerta del ascensor se cierra ante mí. Me quedo esperando a que pase algo, a que la puerta del ascensor se abriera y me dijera que teníamos que hablar, pero no pasó. Me di media vuelta, y bajé por las escaleras. Di una vuelta al edificio, y volví a entrar al edificio para comenzar mi último día. Como siempre, organicé, y ordené los últimos papeles. Revisé todas las facturas y pedidos, y dejé una lista para mi sucesora. Desde hace dos meses, había tenido una aprendiz siempre a mi lado, para ayudarla, y enseñarle como se hacían las cosas, ya que sería mi sucesora, igual que Marina hizo conmigo una vez. Laura, la chica a la que tenía como "aprendiz" había empezado a traer sus cosas dos horas antes de que mi turno terminara, así que, metí mis cosas en una caja, y la ayudé a colocar sus cosas. Le enseñé las últimas cosas, y me despedí. Salí por la puerta, pero antes de irme a casa, me despedí de todos mis compañeros por última vez. Muchos de ellos me desearon suerte, y algunos, me dijeron que les escribiera, y que llamara a la oficina cuando llegara, o al día siguiente. Para cuando me despedí de todos y recogí todas mis cosas, ya eran las seis de la tarde, y tenía que irme a casa. Salí con la caja donde llevaba mis cosas, y lo sobrante de la tarta que esta mañana habíamos comido. Llegué a casa cansada y con calor, era mayo, y ya empezaba el verano. Dejé las cosas en la vacía casa y fui a ducharme. Después de ducharme, me puse la ropa interior, una camiseta larga, y me recogí el pelo. Iba descalza por la casa, cuando sonó el timbre. Fui a abrir la puerta, y para mi sorpresa, allí estaba el, Ryan.
+ ¿No querías hablar conmigo?
- Sí, claro, pasa.
Cierro la puerta y busco con la mirada algún sitio donde sentarnos, pero solo hay cajas y maletas, y los muebles básicos. Encuentro una silla despegable, y la despliego en medio del salón vacío. El se sienta, y yo me siento en el suelo frente a él.  Empezamos a hablar, y arreglamos las cosas, pero creo que las condiciones no volverán a ser las mismas. Las chicas, llegan a las nueve menos cuarto, y para ese entonces, Ryan ya se había marchado, y Marina se había pasado por casa y aún seguí aquí, ya que quería ayudarnos, y llevarnos al aeropuerto, porqué ninguna de nostras conducía. Cuando llegaron, hablamos durante un rato antes de terminar los últimos retoques, de guardar las últimas cosas en las maletas, y poner todo en la puerta, listas para irnos. Belén y Valeria se ducharon y se vistieron, quedaron muy guapas, pero yo no quedé indiferente. Me puse unos pantalones largos azules, una camisa blanca y negra, y una americana negra, que llevo en el brazo. Ya que posiblemente, en Londres haga más frío que en Madrid. Mis tacones negros, y el bolso, donde metí lo esencial. No llevaba ningún bolso de mano, y metí todo lo necesario para el viaje en el bolso. Viaje a Londres; Giovanna Mis cascos colgados en el cuello, y un buen libro en la mano. Nos quedamos hablando todas en la cocina, hasta que llegaron las doce de la noche, teníamos que irnos. Como poco, había que estar una hora antes de que el vuelo despegara en el aeropuerto, así que salimos con las maletas, y subimos al coche de Marina. Menos mal que el coche de Marina era grande. Cuando llegamos al aeropuerto, tuvimos que pagar, ya que llevábamos más maletas de las que debíamos. Despachamos las maletas y fuimos a cenar algo a los bares que habían ahí. Estuvimos hablando mientras cenábamos, y llegó la hora de despedirnos de Marina. Valeria y Belén no lloraron, ya que ellas no la conocían demasiado, pero Marina y yo, si lloramos, y prometimos llamarnos. Pasamos por el escaner, y todo fue de maravilla. Llamaron por primera vez a los pasajeros del vuelo con destino a Londres y fuimos ha hacer cola, por suerte, a esta hora, no había mucha gente, ya que generalmente, los vuelos más completos suelen ser a partir de las cuatro de la mañana, y era la una menos cuarto de la madrugada. No tardamos nada en llegar a donde la azafata nos pidió los papeles y el pasaje, y pudimos entrar al avión. A la una y media ya han llegado todos los pasajeros y las azafatas inician la explicación de como salir del avión en caso de emergencia. Después de la explicación de la azafata, nos tocó ver el vídeo. Sobre las dos de la mañana, por fin se decidieron a despegar. Sólo son dos horas y media de viaje, así que me pongo a leer. Después de estar una hora y media leyendo, tan solo queda una hora para llegar a Londres, y decido ponerme los cascos. En mi móvil, suena la canción 'This is love' de Wil.i.am featuring Eva Simons. Esa canción, y su letra, y yo estoy sobrevolando tierras inglesas, me recuerdan a cuando tenía catorce años, y lo que pasó en ese entonces. Y de repente, recordé como Valeria dejó caer, hace varios meses, que conocería a Harry, entonces, me dí cuenta de quisiera o no quisiera, volvería a verlos. La música siguió sonando en mi móvil, y el tiempo siguió pasando. Antes de que pudiéramos darnos cuenta, el piloto anunció que íbamos a empezar la fase de aterrizaje, y debíamos apagar todos los aparatos electrónicos, por lo que tuve que apagar el móvil. Me giré para ver a las chicas, ya que nos había tocado separadas. Belén miraba por la ventana mientras Valeria dormía, y yo imité a Belén. Dejé de escuchar las instrucciones y miraba las luces de Londres desde el aire. pronto empezamos a perder altura, y la sensación de mariposas en el estómago que siempre siento, floreció, hasta que las ruedas tocaron suelo. Tardamos media hora en poder levantarnos, y a las tres y media de la mañana ya estábamos con las maletas en las manos, y saliendo por la puerta. Salimos, y las tres juntas, en   la puerta pedimos un taxi, el cual no tardó en llegar, era un taxi bastante grande, y nosotras solo eramos tres, una puerta se abre y aparece Louis.
+ Señoritas, ¿habían pedido un taxi?
Belén y Valeria asienten a la vez, y Louis baja tras Harry, para colocar las maletas en el maletero. Yo me siento delante con Harry, y las chicas detrás con el resto de los chicos. Le doy dos besos a Harry y le indico donde debemos ir. Una vez iniciado el trayecto, enciendo mi móvil y me pongo los cascos a escuchar música mientras reflexiono. No es que no quiera verlos, ni que las chicas no los conozcan, pero realmente no los conozco demasiado, solo sé, que estaba perdidamente enamorada de Niall, y que me emborraché, que casi pierdo la virginidad con el, y que según Harry, el seguía enamorado de mí. La verdad es que eso me parecía de película, era imposible. ¿Como se iba a enamorar de mí? He cambiado mucho en seis años. Ellos me conocieron cuando yo sólo tenía catorce, y ahora tengo veinte cumplidos recientemente, han pasado muchas cosas. He cambiado mucho. La verdad, es que sabía que los vería, pero no pretendía verlos tan pronto. Quería ver la ciudad. Y si me he mudado a Londres no es para volver a verlos, si no para estudiar, y vivir, como cualquier persona normal. ¿Acaso no podía? Me evadí de todo mirando las luces mientras escuchaba la voz de Conor Maynard. Escuché cuatro canciones y bajé del coche sin quitarme los cascos. Cogí las maletas y entre en la casa. Las chicas tardaron más en entrar, ya que se quedaron hablando con los chicos, se nota que hicieron buenas migas. No era un piso, era una casa. Ni un chalet, ni un bungalow, una casa, como las de antes. Con su jardín delantero y trasero, y el porche. La cocina, el baño, el salón, y una habitación en la planta baja. Y en la planta de arriba las habitaciones. Era una casa bastante grande, pero la anciana a la que se la compramos, estaba apunto de morir, así que nos la dejó a un buen precio. En la planta de arriba había siete habitaciones. Una para cada una d nosotras, y sobraban cuatro. Una de ellas sería el estudio de ballet, otra una sala de estudios, donde se guardarían todos los libros y demás, y también donde Belén daría las clases particulares. Aún sobraban dos habitaciones, así que pensamos que podrían ser las habitaciones de los invitados, o una zona donde poder estar solas y pensar, ya se vería. La casa era muy bonita, muy rustica, muy antigua, muy Londinense antiguo. La señora, nos había dejado todos los muebles, ya que no tenía a quien dárselos, puesto que sus hijos no residían en el país. Igual, tendríamos que cambiar algunos muebles, porqué eran un poco viejos, y quien sabe, quizá no estaban en buen estado. Era muy pronto para pensar en eso. Subimos a nuestras habitaciones y dejamos las maletas, junto a nuestras cajas y cosas. Yo tenía hambre, y bajé a la cocina a prepararme algo. Al ver que los chicos seguían aquí, volví a mi habitación, y en una de las cajas, busqué la tarta que hasta hace un par de horas estaba en territorio Español. Quedaba casi la mitad, con lo cual tendría para comer cosas dulces, durante rato. Bajo con la tarta en la mano y la dejo en la repisa. No hay nada para comer en la casa, con lo cual tengo que apañarme con la tarta, y para no ser descortés les ofrezco un poco a los chicos, oferta, que no rechazan. Empiezo a estar cansada, y decido subir a mi habitación a descansar. Me despido de los chicos, con los cuales no había cruzado palabra y me tumbo en la cama. No me quito la ropa, ya que mañana tendría que despertarme temprano para hacer muchas cosas. Sería un día bastante largo.
-Al día siguiente-
Me desperté a las ocho de la mañana, y me puse en pie. El poco maquillaje que me había puesto en día anterior seguía en su sitio. Solo tenía que despejarme un poco y podría empezar a hacer cosas. Bajé, me comí un trocito de tarta y salí por la puerta. Fui al banco para arreglar los papeles restantes de la compra de la casa, y para abrir una cuenta. Después busqué una muebleria y empecé a elegir y a apuntar precios. No podía comprar muebles sin el consentimiento de Belén y Valeria, también era su casa. Pasé por una tienda de electrodomésticos de camino a la universidad, y miré todo tipo de cosas, desde neveras, hasta televisiones. Cuando llegué a la universidad, averigüé cuando eran los exámenes para poder entrar. Después de pasar por mi futura universidad, pasé por la de Belén y confirmé que ya había llegado. Hice los papeles, y recogí todo lo que la universidad le ofrecía, también me dieron una lista de libros que necesitaría, con lo cual debía comprarlos lo más pronto posible. Aunque aún quedaba todo el verano para que Belén comenzara las clases, el tiempo pasa  muy rápido y teníamos que hacer muchas cosas. Cogí un autobús que me llevo al centro, donde rápidamente encontré una autoescuela. Nos apunté a las tres, ya que teníamos en dinero suficiente para costeárnoslo. También encontré otra muebleria, una librería y varias tiendas de ropa. Entre a la muebleria, y busqué muebles, saqué fotos, y apunté precios. Cuando salí, entré a la librería y me compre varios libros para mí, y encargué los libros que Belén necesitaría para el año siguiente. Valeria y yo aún no sabíamos que libros necesitaríamos, ya que aún teníamos que hacer el examen de ingreso. Pasé de largo por la tienda de ropa, ya tendría tiempo de ir después u otro día, ahora mismo no era importante. Seguí andando y encontré una tienda de Vodafone. Entré, y arreglé papeles, aunque debía volver más tarde con los móviles restantes. Dos manzanas más allá había un supermercado. Me pensé eso de hacer las compras, ya que si compraba todo lo necesario, me volvería loca al subir al autobús. Entonces me vino a la cabeza. Harry. Harry conducía, tenía un coche grande, además, así podríamos ponernos al día. Pero había un pequeño problema, no tenía su número.  Llamé a Belén, varias veces, y a la tercera me lo cogió.
*Llamada telefónica*
- Buenas días pequeña marmota.
+ Buenos días pequeña despierta Beléns
- Quería decirte un cosilla.
+ Dígame.
- Uno, levántate, y despierta a la dormilona de Valeria. Dos, dame el número del rizos, que seguro que te lo dio ayer.
+ Uh, ¿y para que lo quieres? ¿eh, eh?
- Simple. Styles tiene coche, nosotras no. Yo tengo que llevar las compras a casa, y como no se te ocurra algo mejor, es mi única opción.
+ Pues existe el taxi, el autobús, y el tren.
- Ya, y también existe Harry. Así de fácil. Si quieres que vuelva a casa media loca después de estar con las compras para arriba y para abajo en el autobús, tu misma.
+ Vale. No me comas.
La conversación siguió durante un rato hasta que me mandó el número por SMS y lo llamé.
*Llamada telefónica*
+ ¿Sí?
- Harold, soy Giovanna
+ ¿Harold? ¿Enserio? Que poco original.
- Bueno, vale. Harry, ¿puedes venir a por mí?
+ Oh. Muy bonito, me llamas para que vaya a recogerte
- Harry, por dios. Está bien, vamos a intentarlo de otra forma. ¿Quieres venir a hacer las compras conmigo?
+ ¡No! Me pueden reconocer, y va a ser peor.
- Lo suponía. ¿Vendrás a por mí?
+ Claro. Todo sea por una amiga
- Si bueno, eso habría que hablarlo -digo entre dientes-
+ ¿Que has dicho?
- No, nada.
+ ¿A que hora voy a recogerte y donde?
- Em... al super que está en la avenida principal, que está calle arriba del colegio.
+ Vale, si, sé donde está.
- Genial. Cuando te llame estaré en la caja, así tienes tiempo para venir y aparcar.
+ Vale, nos vemos dentro de un rato.
Entro al super y me pongo a comprar, las cosas son muy distintas a las de España, pero todo es cuestión de costumbre, compro de todo un poco. Verdura, fruta, pollo, carne. yogures, leche, agua, cosas dulces, y algo de comida basura, no se puede ser siempre sana. Tenía bastantes cosas que pasar por la caja, así que fui llamando a Harry para que se acercara. Cuando lo vi entrar por la puerta, yo ya estaba cogiendo bolsas para empezar a salir
+ ¿La ayudo señorita?
- No me vendría mal una ayudita, apuesto caballero.
Los dos nos reímos y me ayuda a sacar las bolsas. Me indica dónde a aparcado el coche, pero tardamos el doble de lo normal en llegar, ya que cada dos pasos alguien lo para para hacerse una foto o que le firme algo. Cuando por fin llegamos al coche, me toca guardar todo en el maletero, ya que Harry a tenido que apartar a varias fans de su coche para poder entrar. Cuando termino de guardar las cosas y me dirijo a la puerta para entrar al vehículo, una chica me coge del brazo
+ Perdona, ¿Tú quién eres? ¿Eres la novia de Harry? ¿Como te llamas? ¿Tienes twitter? ¿que haces con Harry? Como le hagas daño te enteras.
- Hola. Em, yo soy Giovanna, sí tengo twitter, no soy la novia de Harry, y solo me está ayudando a llevar la compra a casa, y tú tranquila, que si alguien le hace daño a Harry, yo voy a ser la primera en hacer algo, yo también soy directioner sabes? no te preocupes -Le sonrío-
La chica me sonríe cuando termino la última frase
+ Me caes bien. ¿me das tu twitter?
- Claro.
Se lo doy y me despido de esa chica, posiblemente fan, o directioner. Me subo al coche y arranca.
+ Es muy bonito lo que le has dicho a esa chica
- Es fan tuya, lo menos que puedo decirle a una chica que se preocupa por ti, y que te ve con una completa desconocida es que no te va a pasar nada, ¿no crees?
+ Sí. Pero no eres una completa desconocida. - Se gira, y me mira con esa sonrisa tan bonita-
- Bueno, quizás no lo soy para ti, pero para el resto y las fans si lo soy.
+ Para el resto d los chicos tampoco. Llevo -se corrige- llevamos meses esperando verte
- ¿Así? ¿Y eso? - Harry levanta una ceja y vuelve a centrarse en la carretera- Ah, sí. La conversación, las cartitas, y tooooooooooooooooooooooodo eso.
+ Eso mismo. -Afirma-
- Dime una cosa, ¿Crees que ha dado resultado?
+ Espero que sí.
Llegamos a casa, me ayuda a bajar las cosas, y las entra en casa.
- Harry ¿Quieres quedarte a comer? Es lo menos que puedo hacer después de ser mi chófer
+ Claro por mi genial.
Empiezo a guardar las cosas en los cajones que hay, y a dejar en resto a un lado para que no moleste. Entonces caigo en la cuenta. No tengo nada con que cocinar. Mierda, se me había pasado.
- Houston, tenemos un problema
+ Aquí torre de control, ¿que problema tiene Houston?
-  -Me río- No tengo nada con lo que cocinar. Me parece que tendremos que pedir algo.
+ No problem
- Vale. ¿Que te apetece?
+ ¡Pollo!
- ¡Me encanta el pollo!
+ Yupi.
- Mientras yo lo pido, puedes ir a despertar a las marmotas de mis amigas? Seguro que si te ven nada más despertarse se les alegra el día
Se ríe ante la propuesta, pero me asiente y sube las escaleras. Yo cojo la guía y busco un local donde hagan pollo rostizado. Tardo un poco en encontrarlo, pero al final, llamo y encargo uno. Mientras espero que Harry baje con mis amigas, hago una lista de todo lo que hay que comprar para la casa.







¿Os gusta la nueva plantilla del blog? Decidme que os parece, y si os parece muy tétrica, la cambio. ¡También he puesto nuevas canciones! Que conste que me llevo mucho trabajo.
Espero que os haya gustado el capítulo de reencuentro, y que comentéis haber que os parece, y que os gustaría que sucediera en los siguientes capítulos, porque si me gusta vuestra idea, la pondré en los siguientes capítulos, un beso!  Y COMENTAD.
Espero que os guste, que de alguna forma os identifiquéis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

No hay comentarios:

Publicar un comentario