jueves, 23 de agosto de 2012

Capítulo 47.


Estaba solo. Sin camisa. Al verme, me sonríe, me coge de la mano y me hace entrar a la casa con calefacción. Faltaba una hora para las doce de la noche, faltaba una hora para que fuera un nuevo año. Y tuve la sensación que de no quería pasar ese año conmigo. Aún cogidos de la mano, nos sentamos en el sofá. Hubo silencio hasta que encendí la televisión. No pude aguantar más, y solo quedaba media hora para las campanadas.
- Y... ¿Porqué no has ido a mi casa?
Se giro para mirarme a los ojos.
+ Por qué pensé que querrías estar sola. Con todo lo que ha pasado...
- Si quería que vinieras a casa era para estar contigo, para comenzar un nuevo año juntos, y para que te des cuenta de que me importas.
La cara se le iluminó cuando dije eso. Se le dibujó una sonrisa automáticamente en la cara. Me cogió de la mano, y se junto a mí, se pego en los muslos como signo de que me sentara sobre su regazo, y así lo hice. Hicimos las paces en dos minutos. Preparamos las cosas para las campanadas.
- He traído mojito.
+ No creo que haga falta, pero vale.
- Que prefieres, uvas, lacasitos o regaliz?
+ ¿Lacasitos? ¿Regaliz?
- Cuando era pequeña comíamos lacasitos o regaliz. ¿Que vas a escoger?
+ Yo soy más tradicional, uvas por favor.
- Va.
En la mesa dejo un potecito con 12 uvas y otro con 12 lacasitos. Llega el momento, subimos el volumen de la tele, nos levantamos y las campanadas comienzas tras un breve discurso de los presentadores. Primera campanada. Tercera campanada. Quinta campanada. Séptima campanada. Novena campanada. Duodécima campanada. Me giro y lo miro. Tenía la boca llena de uvas aún, intentando tragarlas y respirar sin ahogarse.
- Escúpelas, te vas a ahogar.
Coge el potecito y las escupe. Se acerca a mí. A escasos centímetros me susurra:
+ Esto es tradición de mi país. -Me coge la cara entre sus manos y me besa-
Nos besamos durante medio segundo, chocamos las narices y luego nos miramos a los ojos.
- ¿Y de donde se supone que eres?
+ De Inglaterra.
Los ojos se me abren como platos.
- ¡¿CÓMO?! ¿De Inglaterra?
+ Sí. ¿Es que no te gusta?
- ¡No! ¡Me encanta!
Vuelve a besarme y me abraza. Me quito los tacones y nos tiramos en el sofá. Al rato de estar en el sofá, nos levantamos y nos vamos a la habitación. Subimos rápido a la habitación, me quite el vestido, y busque una camisa que ponerme para dormir en el armario. Abro la sábana y me meto dentro de la cama con una camisa básica celeste. Tengo frío en las piernas, e intento calentármelas con las manos. Ryan no tarda en unirse a mi, pero antes de meterse en la cama, abre un baúl que hay frente la gran cama, y coge el mando a distancia, se enreda entre las sábanas y apreta un botón, y luego otro para que la televisión se encienda. Me incorporo y me siento detrás, apoyada en cabezal de la cama. La televisión empieza a salir del baúl y al terminar de salir, se enciende automáticamente, mientras la tele salía, Ryan me había echado un brazo por encima, y yo había apoyado la cabeza en su hombro. Eligió una película muy clásica, pero que aún así, nos gustaba mucho, Grease. Había visto esa película millones de veces, y me sabía todas las canciones. Las cantaba todas, y sonreía con cada baile. Al final, Ryan se durmió, yo terminé de ver la película y apagué la televisión. Lo miré, le aparté el pelo, le di un beso en la frente, y me acurruqué a su lado. Estaba empezando a dormirme cuando sentí como me abrazaba por la espalda. Sonreí, y me giré. Me sorprendí al ver que me estaba mirando. Le sonreí, y vi como le brillaban los ojos, me devolvió la sonrisa, se acercó a mí, bajo la sábana, entrelazó su mano con la mía, con la mano libre, me acarició la cara, y me besó. Nos separamos, nos volvimos a mirar, volvimos a sonreír y volvió a besarme, esta vez con un poco más de entusiasmo, y pasión. Soltó mi mano y me agarró de la cintura, y me pegó a él, siguió besándome, cada vez con más fuerza, me agarró y en un movimiento me había puesto encima suya. Entrelacé mis manos en su cuello, y rodamos por la cama. Empezó a quitarme la camisa, y dejé que lo hiciera, pero al ver que se quitaba los pantalones, lo paré de inmediato.
- No, por favor. Podemos besarnos, y todos los mimos, caricias, abrazos que tu quieras, pero sexo, no.
+ Lo siento, es que lo necesito.
- Y yo lo siento más por no poder darte lo que quieres, pero si esperas un par de semanas, lo haré mejor que nunca, te lo prometo.
+ Te tomo la palabra.
Sonrío, y nos besamos. Nos abrazamos, nos miramos, nos besamos, hasta que me quedo dormida sobre su pecho.
Estoy en la casa, atada a la cama, y Lucas sigue encima mía. He aprendido a no quejarme, después de estar encerrada en esa habitación una semana. Estoy cansada, débil, dolorida, tengo hambre, sed, y sueño. Llevo una semana aquí, haciéndolo cada vez que a él le apetezca. No tengo el valor suficiente para irme, después de el primer intento. Recuerdo como cuando intenté escaparme un amigo suyo, me vio, me siguió, y cuando hice mi primera parada, volvió y me cogió. Me golpeó, y volví a despertar en esa cama, asquerosa cama. Entonces el volvía, solo que no era Lucas. Era Ryan.
Gi... Giovanna... Princesa... Alguien me agita, entonces me despierto. Agitada, asustada, sudando.
+¿Estás bien cielo?
- Mmmm... sí.
Ryan está frente a mí, mirándome, me coge la mano, luego me besa, y finalmente nos abrazamos.
+ ¿Que ha pasado?
- He... tenido una pesadilla.
+ Que pasaba en la pesadilla?
- Nada, no te preocupes.
Encoge los hombros. Lo miro, y lo abrazo muy fuerte, no tarda en rodearme con sus brazos.
- Necesitaba un abrazo.




Espero que os guste, que de alguna forma os identifiqueis con ella, y que me pidais siguiente, muchisimas gracias por leer. Mucho amoooor! xx

1 comentario:

  1. Mira, me gusta, pero... Cuando aparece Niall eh? Se echa de menos, y se suponía (o eso creía yo) que era una nove de One Direction también... y no aparece Ninguno. Así que aparezca pronto, quiero ver a Niall en la historia otra vez :)
    Un beso<3
    Lucia~

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