miércoles, 18 de abril de 2012

Capitulo 30.


Capitulo 30.
Me levante a las siete y media de la mañana y ya había sol. Muy poco, ya que eran finales de septiembre. El día estaba nublado, con algún que otro rayo de sol, el cual te iluminaba la cara, dándote calor en la piel. Me vestí muy rápido, creo que llegaba tarde a mi primera clase de idiomas. Bajé de casa y compré un café de pasada al edificio donde tenia la clase. Estuve a punto de ponerme a correr pero no quería llegar a clase peor de lo que ya estaba. Entré en el edificio. Había muchas aulas. Fui leyendo los carteles hasta que encontré mi clase.
–Filología inglesa /Idiomas múltiples.
Entré.
+Buenos días señorita. Perdone pero esta interrumpiendo mi clase.
-Buenos días. Disculpe, pensé que me tocaba en esta aula.
+Que clase busca?
-Idiomas múltiples, y si no me equivoco es aquí.
+No se equivoca, solo que se da clase los martes, jueves y viernes.
-Ah, perdone la interrupción. Muchas gracias profesor.
+No hay de que, sabrás llegar a su clase?
-Sí, no se preocupe, llegaré.
El profesor se dirigió hacia las primeras filas. Escuché lo que había dicho.
+Algún voluntario para acompañar a la señorita?
•Yo, yo la acompaño profesor.
Se levanto una persona y se encamino hacia mí. Era una chica, una chica alta, me sacaría una cabeza y algo, pelo largo y oscuro a juego con sus ojos. Tenía una bonita figura y parecía simpática, pero nunca juzgues un libro por su portada.
+Hey, donde te llevo pequeña?
-Mmmmm… -Dije mirando el horario- A psicología.
+Vamos.
 Aquella chica me hizo un tour turístico mientras me llevaba a clase.
+Soy Belén, encantada. –Dijo estirando la mano-
-Giovanna, igualmente –Respondiéndole al movimiento-
+Primer día de clase y ya estas perdida, nueva, me equivoco?
-No, no te equivocas, tanto se nota que soy nueva?
+No te preocupes, a todos nos ha pasado, al final te sabrás todo esto de memoria.
-Me alivias.
 No me equivocaba, era simpática.
+Bueno pequeña, aquí es.
-Muchas gracias Belén.
+Bel, o Belu para los amigos. A ver si nos vemos por ahí y nos tomamos algo.
-Claro, seria genial. Bueno Belén me tengo que marchar a clase, que ya llego tarde, bastante tarde. Muchas gracias por traerme.
Se marchó a clase, cuando me grito algo.
+Oye! –Dijo mientras corría hacia mí.- +Gracias por hacerme perder clase, se agradece.
-mmm… denada? Hahaha
Me fui a clase, donde no había mucha gente.
-Buenos días.
+Buenos días. Usted es…?
-Perdone, Giovanna, una alumna.
+Adelante, llega un poco tarde.
-Lo sé, tuvo un contratiempo, perdone la tardanza.
Todos me miraron de reojo y entre a clase cabizbaja. Me senté sola, ya que soy tímida, pero al poco tiempo alguien se sentó a mi lado. Me giré para ver quien era y me sentí bastante alagada al ver que aquel chico se sentaba a mi lado. No tardo en pasarme una notita.
+Hola soy Lucas, encantado. –Bueno días, yo soy Giovanna, igualmente. +Educada,… me gusta.
–Hahaha, gracias casanova. Como es eso de que te sientas a mi lado? +Te e visto sola y una señorita no debe estar sola de buena mañana. –Ohhh, que mono. Gracias Lucas. +Eres maja, te apetece venirte a comer conmigo y un par de amigos? –Dius que directo! Venga vale. Pst: Gracias por invitarme. +Nada mujer… pero me tienes que hacer un pequeeeeeño favor. –Hay madre, que favor? +Pues… verás… mis amigos hicieron una apuesta a que no conseguia ligue el primer dia de clase, y yo para joder, quiero ganarles. Solo tienes que acompañarme presentarte y poco más. –Ajá… +Pero también te llevarías pasta. –Esto se pone interesante. Cuanto? +La mitad. –Trato echo.
Nos dimos la mano, cerrando el trato.
+A las dos paso a por ti.
–Vale.
•Tienen algo que compartir con la clase?
-Nada profesora –Dije un tanto avergonzada-
Le pegué un codazo a Lucas.
+Eh! -Primer día y ya nos regañan!
La clase pasó. Era interesante, pero aun así, estuve hablando con Lucas, salvo cuando la profesora nos miraba. Ya nos tenía el ojo echado, desde el primer día, flipante. Salimos de clase nada más la profesora indicarlo. La mañana pasó bastante rápido y por fin llegó la hora de comer. Subí a casa para arreglarme un poco y enseguida bajé. Allí estaba Lucas, tan simpático como siempre.
+Me acompaña señorita?
-Por supuesto.
Fuimos a un bar, y allí me presentó a todos sus amigos, por suerte no era la única chica. No hablé demasiado, comí y respondí lo que me preguntaban, pero poco más. De vez en cuando me miraban por estar tan callada, pues no tenía nada que decir, no eran mis amigos, ni familia, ni si quiera conocidos. La velada terminó sobre las cinco menos cuarto, cuando por mi propia mano, me levanté y me fui. Al llegar a casa me desarreglé por completo. Unas mallas, una camiseta ancha y a tomar por saco. Cogí el ordenador, con el cual estuve hablando con mis amigas. Valeria y Marta me contaron que Alejandra seguía bailando, pero esta vez, profesionalmente. Julieta se terminó mudando a Galicia con su madre y su sobrino. Los padres de Michelle se habían separado, y gracias al divorcio, se tuvo que mudar a Granada con el resto de su familia. África estaba de viaje en Estados Unidos. Sara, seguía sin saberse nada de ella, desapareció después de la graduación. Valeria seguía igual de radiante como siempre, feliz, alegre, divertida, y encantadora. Tenía ganas de verla. Me contó que sus hermanos ya estaban en la primaria, pero aun tenia que cuidarlos de vez en cuando. Marta seguía siendo tan maja como siempre, la echaba de menos. Supuse que Marta y Valeria eran más que intimas y por lo que me habían contado vivían juntas. Marta estaba estudiando magisterio en la universidad y Valeria aun se estaba decidiendo. Mientras tanto se ganaba la vida como coreógrafa de un pequeño estudio de baile moderno. En ese instante, me di cuenta, que era de las pocas que se fueron de casa para seguir estudiando, tal y como habíamos deseado. Como todas deseamos, cada una tenía su vida, soltera, libre y lejos de casa (o yo por lo menos). Me alegré al enterarme de que sus vidas iban bien, y de que eran felices. Busqué a África por el chat, no estaba. Le envié un mensaje, quería saber que hacia en Estados Unidos, tenía curiosidad. Además, quizás podría visitarla, y viajar a América del norte por fin. Estuve hablando con ellas, hasta que me quedé dormida en el sofá, con el ordenador en mi regazo. Me levanté asustada, por no saber donde estaba ni que hora era. Mire el reloj, las seis y media, perfecto. Apagué el ordenador, me duché, me vestí y desayuné tranquilamente. Mientras desayunaba recordé que debía ir a baile, y que tendría que empezar a cambiar mis hábitos, llevaba dos días en la universidad, y esto no era como el instituto. Me preparé, y salí hacia clase. Bajé a clase, y llegué la primera. Estaba sola en clase, ni siquiera estaba la profesora, estuve tomando un par de apuntes sobre… algo. Llego la profesora y quedo bastante sorprendida al verme sentada en clase, esperando a alguien. Poco a poco iba llegando gente, y por supuesto esta clase era más numerosa que la anterior. No me distraje con nada, y atendí a toda la clase, era bastante interesante, y me di cuenta que debía aplicarme tanto en psicología como en idiomas. Después de una clase doble y muchos apuntes llegó la hora de comer. Yendo a casa vi un papel del Kebap, y puesto que no tenía ganas de ponerme a cocinar llamé y les dejé el encargo. Dentro de media hora estarían en casa. Estaba cruzando por una pequeña cafetería cuando alguien grito mi nombre, como es de suponer, me giré para ver quien me llamaba. Al darme la vuelta, vi a Belén saludándome desde la mesa. Me acerqué y estuve un rato hablando con ella, hasta que le sonó el teléfono. Con el móvil en la mano rompió a llorar.
Espero que os guste, y pidais siguiente, muchas gracias!

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